
La falta de tiempo nos puede a tod@s, pero hoy vuelvo de nuevo al hilo, a comentar con vosotr@s unas cosillas que se me han ocurrido mientras que re-veía Macht-Point.
Hay un hilo sobre esa peli, donde se crítica desde distintos puntos de vistas, algunos muy interesantes y creo que acertados, y que sobre todo se refieren a la historia, al guión, etc., los actores, las obsesiones del director… Es un hilo muy ameno y en él encontraréis opiniones para todos los gustos.
Yo lo que quiero comentar es bastante más puntual (aunque explicarlo lleve consigo tantas palabras y tantas imágenes), y siempre en relación con lo que se ha venido diciendo aquí: cosas que están en el film y que dan información adicional (unas veces subrayando, otras complementando, otras negando) a la que se nos ofrece de forma más ostensible en la pantalla a través de la historia, los diálogos, etc. Ya digo que lo malo es que se tarda más en comentarlo, que en verlo.
Pongo un poquillo en antecedentes sobre la peli (y aviso que puede haber spoliers), y luego ya entro en la secuencia que me interesa:
Chris Wilton (Jonathan Rhys Meyers), casado con Chloe, está profundamente “colgado” de Nola (Scarlett Johansson), novia de su cuñado Tom. Cuando se rompe el compromiso entre Tom y Nola, Chris busca por todos los medios a la chica, sin conseguir dar con ella.
Un día que Chris va al Tate Moderm, donde está citado con su mujer y una amiga de ésta, ve a Nola, que desciende por una de las escaleras mecánicas del museo (fig. 1). Quiere llamarla, pero los paneles acristalados se lo impiden (fig. 2). Corre muy agitado hacia el mirador interior más próximo, para comprobar hacia donde va (fig. 3). Se asoma y la busca en el vestíbulo (Fig. 4) y, desde arriba, observa como Nola se dirige a la izquierda del encuadre (Fig. 5).
La cámara nos muestra como Chris baja por las escaleras (Fig. 6), y le sigue, con un zoom de acercamiento (Fig. 7 y fig.

Lo que yo quiero comentar es que llegado a ese punto, Allen, en lugar de llevar la cámara tras Chris, siguiendo las andanzas de éste, mantiene fijo el encuadre durante unos 30 segundos. Por momentos, no hay nada en pantalla, más que la escalera, o gente que pasa por delante de la misma. Figuras 9, 10, 11: Por los diálogos, aunque no podemos ver nada (todo sucede “tras” la escalera), nos damos cuenta de que Chris acaba de encontrarse con su mujer y la amiga de ésta, que le detienen para los saludos, etcétera, de modo que no puede hacer lo que realmente quiere: ir tras Nola. Toda la acción se desarrolla en “fuera de campo”, puesto que la barrera de la escalera nos impide ver directamente nada de lo que sucede.
Luego, los actores vuelve a aparecer en el encuadre (en fig. 12 ya se les ve las cabezas tras la escalera), fig. 12, 13, 14, 15 y 16. Chris pone una disculpa (una llamada telefónica urgente), y vuelve sobre sus pasos, en busca de Nola.
[/center] Hasta aquí las imágenes y la descripción de las situaciones. Ahora los comentarios sobre las imágenes:
En las primeras imágenes vemos a Nola descendiendo, en concordancia con su ruptura con el aristocrático Tom, y la desubicación sentimental, laboral y social en la que ahora se encuentra. Chris está arriba, porque se ha casado con Chloe y eso le ha permitido prosperar social y laboralmente, pero está metido en una urna de cristal (imagen 2), por eso no puede ponerse en contacto con ella. Corre a trompicones, y la mira “desde arriba” (imágenes 4 y 5).
Desciende hacia ella (imágenes 6 y siguientes) y al llegar a la planta baja, un obstáculo se interpone entre él y el objeto de su deseo: Aparece su esposa, Chloes, acompañada de una amiga, con lo que Chris se encuentra impedido de seguir a Nola, e incluso surge el riesgo de perder su pista definitivamente.
Para los espectadores surge el suspense, porque nosotros no sabemos hacia dónde se dirige Nola, si está abandonando el edificio o permanece aún en el mismo, etc., y si Chris va a conseguir reunirse con ella o no.
Allen subraya ese obstáculo poniendo una barrera física (la escalera) entre nosotros (los espectadores) y acción, lo que nos deja, en parte, fuera de juego, aunque podamos oír todo lo que sucede. Y, al congelar el encuadre (que al menos en dos ocasiones queda absolutamente vacío, sin ni siquiera alguien pasando por delante) subraya este efecto de “suspensión”, de contener el aliento hasta saber qué va a pasar.
P.D.
Tenía también algo pendiente: Primero, saludar a Justin_Time, aunque ya sé que debí hacerlo en su momento (tiempo, tiempo y tiempo).
Preguntabas más o menos que si creíamos que los directores de cine se planteaban estas cosas o si, por el contrario, iban improvisando, sin buscar tanto los tres pies al gato… Mi opinión es que para que alguien pueda improvisar en algo con cierta solvencia, antes tiene que tener un mínimo de dominio técnico. También pienso que el arte es algo más que técnica, y que quizá lo que diferencia a un “artesano” de un artista es precisamente esa chispa indefinible que consiste en saltarse todo lo aprendido para hacer algo nuevo, o hacerlo de una forma totalmente diferente la esperada. Y, finalmente, supongo que muchas veces todos usamos las cosas sin ser demasiado conscientes de por qué las usamos, de una forma no-deliberada… pero eso no significa que el código no esté subyacente… es lo mismo que cuando hablamos: no estamos pensando en si usamos un nombre, un verbo, un adjetivo, pero los usamos y están ahí, y nuestro lenguaje (el de todos) puede analizarse gramaticalmente o semiológicamente o como sea… Un saludo afectuoso, Justin_Time, y espero coincidir contigo en éste o en cualquier otro hilo.
Y más saludos afectuosos a Coursodon y Sarmale, que estuvieron por aquí cuando los demás no estábamos, dando un poco de palique al personal…
Y a tod@s l@s demás forer@s, claro. Que me alegro charlar con vosotr@s.