https://m.filmaffinity.com/es/movie.php?id=520465








Ya si eso mañana pongo póster y adecento el mensaje que desde el móvil me da pereza

Al principio el tema me resultó interesante, la seguía con agrado y ganas pero de repente blufff, desinflada y así hasta el finaljavisambo escribió: ↑Mar 08 Oct, 2019 09:19El cine de Ari Aster está más inflado que le burbuja inmobiliaria de 2007.
Alguien al que le gustó Hereditary (a mi me pareció malísima) me recomendó que no viera Midsommar. Debería haberle hecho caso. Que no os engañe la primera mitad del metraje: es un infumable. Estáis avisados![]()
javisambo escribió: ↑Sab 05 Oct, 2019 00:30Parásitos, de Bong Joon-ho
https://m.filmaffinity.com/es/movie.php?id=520465
![]()
![]()
![]()
![]()
![]()
![]()
![]()
![]()
Ya si eso mañana pongo póster y adecento el mensaje que desde el móvil me da pereza![]()
Spanish Jhonny escribió: ↑Lun 11 Nov, 2019 21:04Crawl (2019, Alexandre Aja)
https://www.filmaffinity.com/es/film131343.html
¿Alguien se arriesga o tiene algo que confesar?![]()
Spanish Jhonny escribió: ↑Sab 12 Oct, 2019 16:28javisambo escribió: ↑Sab 05 Oct, 2019 00:30Parásitos, de Bong Joon-ho
https://m.filmaffinity.com/es/movie.php?id=520465
![]()
![]()
![]()
![]()
![]()
![]()
![]()
![]()
Ya si eso mañana pongo póster y adecento el mensaje que desde el móvil me da pereza![]()
Me ha parecido COJONUDA. Gratificante y refrescante mezcla de géneros, comedia, thriller, drama o cine social...
El mejor Bong Joon-ho vuelve en
Parásitos (Gisaengchung), Palma de
Oro en el último Cannes y estudio
geométrico de dos comportamientos
familiares en un contexto tan original
y corrosivo como acostumbra a serlo
en la obra del autor de The Host.
PARÁSITOS RECORRE UNA DISTANCIA similar a la de títulos mayores de Claude Chabrol y Joseph Losey como La ceremonia y El sirviente y, en territorio cinematográfico surcoreano, las dos versiones de Hanyo (La criada) realizadas por Kim Ki-young (1960) e Im Sang-soo (2010). En todas ellas se establecen relaciones de atracción y sometimiento entre amos y trabajadores, burgueses y sirvientes, la clase alta y los esclavos de la civilización moderna. Podríamos añadir la película estadounidense de Park Chan-wook, Stoker, pero quizá por proximidad o divergencia con Chan-wook, Joon-ho prefiera no citarla explícita o implícitamente. Diríamos que el dibujo de espacios, situaciones y personajes es común entre estos films, pero no así el concepto de puesta en escena menos claustrofóbica que emplea Joon-ho, con una planificación rayana en la perfección obsesiva en cuanto a simetrías en el plano, movimientos y sugerencias; y aún menos esa forma tan característica que tiene de mezclar drama y humor(desde nuestra perspectiva europea y culturalmente distinta), algo que nos sorprendía en sus dos primeras obras maestras, Memories of Murder (Crónica de un asesino en serie) y The Host, dados los temas tratados (asesino en serie y mutación monstruosa) y la distancia cómica que a veces imponía en algunos bloques como efecto demoledor.
SUPLANTACIONES E lNVERSlONES
Escrita con Jin Won-han, asistente de Joon-ho en la anterior Okja, Parásitos retrata inicialmente dos micro-cosmos completamente opuestos. El primero corresponde a la familia Kim, formada por el padre, Ki-taek (encarnado por Song Kan-hoo, el actor fetiche de Joon-ho y Kim Jee-woon); la madre, Chung-sook (Jang Hye-chin, habitual en el cine de Lee Chang-dong); el hijo, Ki-woo, y la hija, Ki-jung. Viven en un verdadero cuchitril, un piso a ras de suelo atestado de objetos, sucio y con el retrete colocado encima de una repisa, a la altura de las cabezas antes que de los traseros. No cierran la ventana cuando los exterminadores fumigan en la calle porque asi pueden eliminar gratis las chinches de su mugrienta casa, buscan afanosamente alguna señal de wifi por las esquinas del apretado piso y ganan un poco de dinero montando cajas para llevar pizzas a domicilio. El segundo ecosistema familiar es todo lo contrario. Los Park son de clase alta y viven en una espaciosa y lujosa casa con jardín diseñada por el padre, un arquitecto famoso llamado Dong-ik. La casa podría ser, retocada y modernizada sesenta años después, la ideada por Jacques Tati en Mi tío, aunque también tiene algo de la expansión horizontal de los trabajos de Frank Lloyd Wright. La esposa, Yeon-kyo, se dedica básicamente a tenerlo todo ordenado y reluciente. Un ama de casa burguesa impecable que aparenta una estabilidad que puede que no tenga. Su hija adolescente, Da-hye, pegada siempre al móvil, necesita un refuerzo en sus clases de inglés, mientras que el hijo pequeño, Da-song, parece tener aptitudes para la pintura (la madre lo define como el excéntrico genio del niño), pasa más tiempo en una cabaña india colocada en su habitación o en el jardín y hace años, mientras devoraba la tarta de su cumpleaños una noche en la cocina, vio un fantasma emerger de detrás de la pared.
Lo que empieza como un pequeño timo, una mentira de subsistencia, acaba convirtiéndose en un complejo y elaborado plan de algo más que supervivencia. El mejor amigo de Ki-woo se va de Corea y le convence para que dé clases de inglés a Da-hye. No tiene referencias ni título académico, algo esencial para ser aceptado en el seno de los Park, pero Ki-jung, experta en Photoshop, falsifica fácilmente documentos universitarios para su hermano. «¿Habrá una carrera en Oxford de falsificación de documentos?», se pregunta el padre tras ver la perfección en el trabajo de su hija. La película avanza por derroteros más propios de la picaresca occidental con elementos humorísticos surrealistas y orientales -los Kim son el paradigma del superviviente urbano- e incluye distensiones cómicas de estas características. Los encuadres de Joon-ho en la casa de techo bajo y angulosas estancias no atrapan a los personajes ni producen claustrofobia; por el contrario, sí que se verán reducidos y condicionados por el escenario cuando cambia el decorado a la holgada e impoluta mansión de los burgueses. Cuestión de filmar bien y con un sentido determinado los espacios.
El falso profesor de inglés intima con la estudiante seductora, y esta empieza a llamarle Kevin. El juego va desplegándose de manera geométrica e ingeniosa. Ki-jung se hace pasar por Jessica, autoritaria profesora de arte, y así, recomendada por su maquiavélico hermano, entra también en el universo de los Park. El primer señuelo: Ki-jung deja sus bragas en el interior del coche de la familia y, días después, el chófer es despedido. Ki-jung, la impostada Jessica, recomienda entonces a su tío, un supuesto y veterano conductor, y aparece el padre. Finalmente, en dos de las secuencias más curiosas del film, dramáticas y divertidas a la par, con notable protagonismo de la alergia a la pelusilla del melocotón para provocar reacciones parecidas a las de un tuberculoso, los Kim consiguen que la fiel sirvienta de los Park sea también despedida; Chung-sook está al acecho, por supuesto, y es recomendada como nueva doméstica de la casa. Es una cuestión de cadena de confianza, según dice Yeon-kyo, que no sospecha nada. Y a través de la confianza ganada de forma casi natural, unos se van apoderando de otros de manera distinta a cómo lo hacía el mayordomo de El sirviente, pero con similares resultados: la imitación y
vulneración de la identidad de clase.
Antes de que se produzca un giro imprevisible, que tiene que ver con la sirvienta despedida y un sótano escondido y convertido en búnker secreto por si ataca Corea del Norte, y que precipita los acontecimientos por derroteros aún más virulentos en cuanto a la disolución de las normas establecidas, la mutación de la identidad y la de la diferencia de clases, los Kim solventan como pueden los contratiempos: el hijo de los Park reconoce el mismo olor en los nuevos chófer y doncella -es así, claro, son marido y mujer y viven impregnados del mismo e intenso olor en su piso-, por lo que a partir de ese momento
deberán utilizar cuatro jabones distintos para cambiar de hedor. Joon-ho sabe ser tan dislocado como práctico. Todo lo que ocurre en su película, por muy exagerado que parezca, resulta creíble, salvo, quizá, la configuración de ese apartamento de pesadilla que haría las delicias de los Jeunet y Caro de los primeros tiempos: las suplantaciones de identidad, la falsificación de documentos, los señuelos, los olores, las visiones fantasmáticas del pequeño Da-song o la asunción por parte de los suplantadores de los placeres burgueses de aquellos a quienes están engañando, con el espléndido plano general en el que beben licores distintos en vasos de cristal tallado contemplando, en la oscura noche, el jardín exterior de la casa, promesa de lo que nunca tendrán por sí mismos y que, como puede comprobarse en las últimas escenas, resulta tan fútil.
«El plan que siempre funciona es no tener ningún plan» asegura Ki-taek. El tipo es pragmático, cierto, pero vive una existencia carente de perspectivas. Solo la catarsis de los elementos desatados -una lluvia torrencial que llega como una plaga y los deja sin casa cuando la espiral de
violencia los ha superado por completo-, resquebraja de forma definitiva la estabilidad que unos han tenido por situación de clase y otros han usurpado como depredadores y parásitos de los tiempos modernos que son. Pero también es un parásito la antigua sirvienta, y los son el arquitecto y su familia. No hay nada mejor que sorprendernos y reírnos con aquello que nos alerta e inquieta: el poso que queda es así superior, más difícil de arrinconar.
Joon-ho ha realizado una crónica implacable de nuestro tiempo que no parece una crónica, sino una fábula esquizofrénica. Nada como la secuencia en la que el móvil se convierte en la más perversa de las armas modernas: los cuatro miembros de la familia Kim, tan ingeniosos en la teoría pero en el fondo tan torpes en la práctica -hay planos de caídas, tropiezos y golpes que remiten a The Host y otros films del director acunados por la antigua gestualidad del slapstick- son amenazados con el móvil como si se tratara de una pistola; no hay gatillo ni munición, tan solo la intimidación de apretar un botón y lanzar a las redes un vídeo comprometedor. «El botón de enviar es como un lanzamisiles», comenta uno de los personajes ante la reacción de temor de aquellos que han sido filmados, muy seguro con el poder que ostenta a través del ese pequeño móvil que contiene en su interior un mundo entero de desafíos, agravios y amenazas. El final es muy triste: certifica en pocos planos algo que se desea pero no podrá materializarse.
La vi por fin. Y no me terminó de gustar. Más gore del que me esperaba y tanto bicho que me recordó a las producciones de The Asylum pero sin su humor.Jacob escribió: ↑Mar 12 Nov, 2019 21:33Spanish Jhonny escribió: ↑Lun 11 Nov, 2019 21:04Crawl (2019, Alexandre Aja)
https://www.filmaffinity.com/es/film131343.html
¿Alguien se arriesga o tiene algo que confesar?![]()
![]()
Pues la verdad es que empecé a verla y la dejé a los 20 minutos. El inicio me parece que está bien pero luego me dio la sensación de que iba a ser bastante convencional. Igual le doy otra oportunidad, mayormente por Kaya Scodelario.![]()
Solo estoy de acuerdo en lo de Al Pacino. Por lo demás me aburrió tanto que tuve que hacer el intento unas 4 veces para verla y mantenerme despierto. Eso sí, la empecé cada vez y la vi completa (las tres primeras veces llegué vivo solo a la primera media hora). Decía Carlos Pumares que si no puedes ver una peli a las 4 de la mañana sin dormirte es que muy buena no es (o algo parecido). Pumares siempre ha sido un fantoche, pero en esto estoy de acuerdo.Spanish Jhonny escribió: ↑Dom 01 Dic, 2019 10:00https://www.filmaffinity.com/es/film325196.html
Desde el momento que aparece el personaje de Pacino la película sube, sube, sube y así hasta el final. Una puta maravilla. [/center]
javisambo escribió: ↑Mar 08 Oct, 2019 09:19No sé si fue la combinación mortal de hamburguesa, patatas, King Fusion + Palomitas Maxi (que me dejó un tanto catatónico) pero la peli me pareció, en líneas generales (y aunque tiene alguna cosilla que otra que está bien) un puto coñazo
- Spoiler: mostrar
![]()
![]()
A dos amigos que vinieron cenados de casa les gustó así que lo mismo fue eso![]()
![]()
![]()
Me ha parecido notable. Desde el principio me he ensimismado con imágenes y planos que me han hecho meterme enseguida en la historia con ganas de saber como continua. He disfrutado este viaje artesano Ad Astra la verdad, a veces hasta me ha recordado la búsqueda un Apocalypse now en el espacio.Cirlot escribió: ↑Mar 10 Dic, 2019 12:59Confundir una película de ciencia-ficción con una montaña rusa es peligroso, pero con Gray ese peligro no existe. Cineasta meticuloso hasta el paroxismo, puntilloso, obsesivo, psicótico en su atención al detalle, Ad Astra es una película natural en su filmografía. Pendiente de la obsesión de su personaje central por sus semejanzas paterno-filiales, Gray recupera el grueso discursivo de su filmografía: hijos que no quieren actuar como sus padres porque son como ellos pero a veces lo descubren tarde y mal, o que no quieren serlo a pesar de la identidad común que les corroe como una enfermedad terminal. En esos territorios de los lastres familiares se encuentra siempre el cine de Gray, y ese es el centro de Ad Astra, en la que Gray demuestra una vez más su genio para el encuadre significante, para indicar sin subrayar el silencio devastador, para la pausa antes que el vértigo. Y lo hace respetando las leyes genéricas en las que se enmarca esta película triste, amiga de los murmullos y de la repetición ritual, ajena al efectismo pero conscientemente efectiva, solipsista y autosuficiente. Quizá los planos finales le resten profundidad y hondura a la película, pero James Gray se ha merecido ya, a base de honestidad, que lo aceptemos, aunque sea en desacuerdo. El autor de la extraordinaria Two Lovers tiene ganado ya ese derecho. Entristece que un cine tan noblemente ensimismado como el de Gray tenga pocos adeptos, por su condición de cine que no repite imágenes ya filmadas, pero es un hecho. Que incluso cuando se equivoca (no es el caso de Ad Astra) merece reflexión y lealtad, también es un hecho.
Jacob escribió: ↑Mié 15 Ene, 2020 14:34"Intintí vir li di nistri amigi Samara Weaving piri ni fui capiz, qui Javi mi pirdini"![]()