James Mason, Graveland, maximer y nyxnet presentan...
Cómo le conocí (1946)
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Directed by
Henry King
Writing credits
(in alphabetical order)
Richard Bransten (story)
F. Hugh Herbert (writer)
Ruth McKenney (story)
Cast (in credits order) complete, awaiting verification
as Marjorie 'Margie' MacDuff
Glenn Langan ... Prof. Ralph Fontayne
Lynn Bari ... Miss Isabel Palmer
Alan Young ... Roy Hornsdale
Barbara Lawrence ... Marybelle Tenor
Conrad Janis ... Johnny 'Johnikins' Green
Esther Dale ... Grandma McSweeney
Hobart Cavanaugh ... Mr. Angus MacDuff
Ann E. Todd ... Joyce (Margie's daughter) (as Ann Todd)
Hattie McDaniel ... Cynthia
Produced by
Walter Morosco .... producer
Original Music by
Alfred Newman
Cinematography by
Charles G. Clarke (as Charles Clarke)
¡EL LANZAMIENTO DEL AÑO!
ESTOS SON LOS DÍAS...
DONDE LA JUVENTUD SE VIVÍA A GOLPE DE TIN PAN ALLEY
Y EL CHARLESTON ERA EL HIMNO NACIONAL...
¡TODO ESTÁ AQUÍ... LAS CANCIONES Y LA JUVENTUD...
EL AMOR Y LAS RISAS... EL CALOR Y EL ASOMBRO!
Cómo le conocí (1946)
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Directed by
Henry King
Writing credits
(in alphabetical order)
Richard Bransten (story)
F. Hugh Herbert (writer)
Ruth McKenney (story)
Cast (in credits order) complete, awaiting verification
as Marjorie 'Margie' MacDuff
Glenn Langan ... Prof. Ralph Fontayne
Lynn Bari ... Miss Isabel Palmer
Alan Young ... Roy Hornsdale
Barbara Lawrence ... Marybelle Tenor
Conrad Janis ... Johnny 'Johnikins' Green
Esther Dale ... Grandma McSweeney
Hobart Cavanaugh ... Mr. Angus MacDuff
Ann E. Todd ... Joyce (Margie's daughter) (as Ann Todd)
Hattie McDaniel ... Cynthia
Produced by
Walter Morosco .... producer
Original Music by
Alfred Newman
Cinematography by
Charles G. Clarke (as Charles Clarke)
¡EL LANZAMIENTO DEL AÑO!
ESTOS SON LOS DÍAS...
DONDE LA JUVENTUD SE VIVÍA A GOLPE DE TIN PAN ALLEY
Y EL CHARLESTON ERA EL HIMNO NACIONAL...
¡TODO ESTÁ AQUÍ... LAS CANCIONES Y LA JUVENTUD...
EL AMOR Y LAS RISAS... EL CALOR Y EL ASOMBRO!
Llegué a aquella casa una tarde de invierno, mientras riadas de jóvenes salían del instituto Central High para dirigirse a la pista de hielo, todos vestidos con gorros de lana y bufandas de colores, y con los patines colgando del hombro. Era una vivienda de dos pisos y fachada blanca, y de la buhardilla salía una música que me era familiar. A medida que avanzaba hacia la casa, fui descifrando la letra...
Mi época es tu época.
Tu época es mi época.
Parece que nos sincronizamos
y nos entendemos,
estamos armonizándonos...
Un paso y dos pasos.
Viejos pasos y nuevos pasos.
No hay ninguna época como la nuestra,
¡ni nadie como tú!
Tu época es mi época.
Parece que nos sincronizamos
y nos entendemos,
estamos armonizándonos...
Un paso y dos pasos.
Viejos pasos y nuevos pasos.
No hay ninguna época como la nuestra,
¡ni nadie como tú!
Era el My time is your time de Rudy Vallee. Ahora ya no había ninguna duda, aquella tenía que ser la casa de los MacDuff. Nada más cruzar la puerta principal, mis piernas se precipitaron escaleras arriba, recordando los tiempos en los que subía corriendo a mi habitación. No sabía que hacía allí, ni qué buscaba, pero algo me decía que toda la verdad sobre Margie se encontraba allí, en aquella buhardilla. Cuando entré en ella descubrí que estaba llena de objetos: una vieja cadena oxidada, una revista Life del 30 de septiembre de 1946, unas bragas tiradas en el suelo. ¡Desde luego, Margie debía ser una chica muy especial, si dejaba su ropa interior en cualquier parte! Encima de la cama se extendía un vestido de color morado con tres orquídeas en la solapa, uno de esos que las chicas solían llevar al baile de fin de curso hace 20 años. Colgando de la silla había una bufanda amarilla que olía a perfume francés. ¡No eran más que trastos viejos que luchaban contra el polvo! ¿De qué me podía servir todo aquello? Empezaba a pensar que estaba perdiendo el tiempo, cuando sobre el escritorio, me encontré con un vaso de leche humeante, acompañado por un par de galletas de chocolate. ¡Vaya, parece que me esperaban en aquella casa! Era mi merienda favorita, desde que mi abuela me la traía a mi cuarto cuando era pequeño.
Sólo reparé en el viejo gramófono, situado en una cómoda frente a la ventana, cuando la voz de Rudy Vallee dejó de sonar. Entonces me acerqué para cambiar de disco. De una montaña de vinilos escogí uno al azar: A cup of coffee, a sandwich and you. Intérprete: una tal Barbara Lawrence. Cuando la aguja contactó con el disco, ocurrió algo muy extraño, era como si la música ya no sonara en aquel viejo tocadiscos, sino que venía de fuera, apenas un hilo de música que llegaba suave a mis oídos, desde el exterior...
Una taza de café, un sandwich y a ti.
Un rincón tranquilo, una mesa para dos.
Una ocasión para susurrar, y mimarnos.
Con muchos abrazos y besos a la vista.
No necesito música, langosta o vino.
Cuando tus ojos se encuentran con los míos.
Todo lo que yo quiero es poco y sencillo.
Una taza de café, un sandwich y a ti.
Un rincón tranquilo, una mesa para dos.
Una ocasión para susurrar, y mimarnos.
Con muchos abrazos y besos a la vista.
No necesito música, langosta o vino.
Cuando tus ojos se encuentran con los míos.
Todo lo que yo quiero es poco y sencillo.
Una taza de café, un sandwich y a ti.
Cuando me asomé a la ventana comprobé horrorizado que ya había oscurecido. ¡Había perdido completamente la noción del tiempo! Era como si en aquella buhardilla mágica, el tiempo pasara de forma diferente a como lo hacía en el exterior. Dentro de aquellas cuatro paredes el tiempo no se contaba en horas ni en minutos, sino en recuerdos, y la aguja del reloj avanzaba a la velocidad de la memoria. A través de los cristales, el mundo exterior no era más que una ilusión. De hecho, me pareció ver las siluetas de una pareja bailando al compás de la música en el porche de la casa de al lado. Imposible... ¡hacía años que en ese edificio ya no vivía nadie!
Cuando volví a centrar mi atención en el interior de la buhardilla, escuché una melodía que venía de otra habitación. Que yo sepa, nunca había estado en aquella casa, pero parecía conocerla como la palma de mi mano. Es curioso como a veces, mundos a priori desconocidos se te hacen perfectamente reconocibles, casi por arte de magia. Por eso, no me costó nada llegar hasta aquella melodía: alguien estaba cantando en el baño de los MacDuff.
Porque no llueve lluvia, sabes,
están lloviendo violetas.
Y cuando veas las nubes sobre las colinas,
pronto verás montones de narcisos.
Así que sigue buscando el pájaro azul
y escucha su canto
cuando vengan las lluvias de Abril...
están lloviendo violetas.
Y cuando veas las nubes sobre las colinas,
pronto verás montones de narcisos.
Así que sigue buscando el pájaro azul
y escucha su canto
cuando vengan las lluvias de Abril...
Estaba claro que Margie estaba dándose un baño, así que empujé la puerta decidido a conocer, por fin, a la chica que llevaba buscando durante tanto tiempo. Pero cuando entré en la habitación no pude ver nada, una ola de espuma y burbujas se abalanzó sobre mí. Traté de deshacerme de aquel jabón que me perseguía, pero no podía destruir aquellas burbujas, tan eternas e inalterables que parecían hechas con el material con el que se forman los sueños. ¡Tenía que salir de allí o acabaría por volverme loco! Sólo acerté a ver unas piernas que salían de la bañera, antes de tropezar y caer al suelo. Un libro tuvo la culpa. La espuma amenazaba con asfixiarme, así que cogí aquel libro traidor y arremetí contra ella con todas mis fuerzas. De repente, todo se desvaneció y me encontré solo, tirado en el suelo de la buhardilla. Lo que tenía en la mano no era un libro, sino un album de fotos. Empecé a pasar las páginas... ¡ahora lo comprendía todo! Lo que se almacenaba en aquella habitación no eran trastos viejos, sino el tipo de recuerdos que ayudan a los que vienen por detrás, a las generaciones posteriores. Cada objeto tenía una historia detrás y llevaba adherido, para siempre, un estado de ánimo, una persona y un lugar. A través de aquellas cosas uno podía aprender a vivir, uno podía viajar en el tiempo y conocer mundos de fantasía.
Era justo lo que necesitaba, la confirmación de que Margie era una chica fascinante, que merecía la pena contar su historia y su forma de entender el mundo. Con una sonrisa en la boca y con el album de fotos bajo el brazo, observé aquella casa por última vez, ya desde la calle, mientras la música seguía sonando desde la buhardilla...
Oh, ¿no es un encanto?
Mírala bajando por la calle.
Sí, yo te pregunto en secreto:
¿no es un encanto?
Oh, ¿no es bonita?
Mírala una o dos veces.
Sí, yo te pregunto en secreto:
¿no es bonita?
Sólo echa un vistazo
en su dirección.
¡Oh, díos mío!
¿no es la perfección?
Mírala bajando por la calle.
Sí, yo te pregunto en secreto:
¿no es un encanto?
Oh, ¿no es bonita?
Mírala una o dos veces.
Sí, yo te pregunto en secreto:
¿no es bonita?
Sólo echa un vistazo
en su dirección.
¡Oh, díos mío!
¿no es la perfección?
¡Sin duda aquella canción hablaba de Margie! Ya me alejaba de la casa cuando, de repente, alguien empezó a llamarme a voz en grito. ¿Quién podía ser? ¡Si allí no me conocía nadie! Me di la vuelta para ver quién era el que me llamaba y....
- ¡Henry! ¡Henry, despierta!
Era Robert Webb, mi ayudante de dirección. Al parecer, me había quedado dormido en el set de Margie, en un descanso del rodaje.
- ¡Vamos, Henry, despierta! ¿Todavía quieres hacer esta película? Estamos a tiempo de decirle a Zanuck que nos retiramos del proyecto.
- ¿Es que te has vuelto loco? Por supuesto que vamos a hacer la película. Yo jamás he rechazado un proyecto, por muy malo que me pareciera al principio. Además, Margie va a ser una película inmortal.
- ¿Inmortal? ¡Ya lo creo, Margie será conocida por ser la peor película de Henry King! ¡Bueno, eso si alguna vez figuras en los libros de historia, cosa que dudo! ¿Es que no te das cuenta? El guión es infame y el casting no puede ser peor, hasta Cornel Wilde, que es un actor lamentable, ha rechazado el papel protagonista. Jeanne Crain es guapa, y nada más. No tiene talento dramático, ni personalidad suficiente para afrontar el personaje. ¡No tenemos nada! ¿Qué vas a hacer para salvar la película?
- Mira, tú no lo entiendes, pero lo que vamos a hacer es mucho más que una simple película. ¡Vamos a trascender el cine, vamos a filmar emociones! Margie será nuestra cápsula del tiempo: contendrá todos los sentimientos que el ser humano pueda sentir, acumulados a la espera de que alguien la abra. ¡Imagínate cuando la descubran dentro de cien años! Cada uno podrá interpretar Margie como quiera, en función de sus recuerdos y de su memoria, las emociones se irán activando. Será una experiencia única, personal e intransferible. Y no te preocupes, Jeanne Crain iluminará la pantalla, ¡brillará más que el technicolor!
- Está bien, Henry, ya veo que te has vuelto loco. Sólo espero que nos paguen a fin de mes, es lo único que pido. Ahora, levántate, tienen que preparar la buhardilla para la sesión de tarde. Mientras, nosotros iremos al plató de al lado, ya sabes, tenemos que empezar rodando la escena del baile. Esa en la que Johnnykins dice, me da hasta vergüenza decirlo... ¿Margie, dónde te habías metido durante todo este tiempo?
No pude evitar que se me escapara una sonrisa con esa frase.
- ¡Henry! ¡Henry, despierta!
Era Robert Webb, mi ayudante de dirección. Al parecer, me había quedado dormido en el set de Margie, en un descanso del rodaje.
- ¡Vamos, Henry, despierta! ¿Todavía quieres hacer esta película? Estamos a tiempo de decirle a Zanuck que nos retiramos del proyecto.
- ¿Es que te has vuelto loco? Por supuesto que vamos a hacer la película. Yo jamás he rechazado un proyecto, por muy malo que me pareciera al principio. Además, Margie va a ser una película inmortal.
- ¿Inmortal? ¡Ya lo creo, Margie será conocida por ser la peor película de Henry King! ¡Bueno, eso si alguna vez figuras en los libros de historia, cosa que dudo! ¿Es que no te das cuenta? El guión es infame y el casting no puede ser peor, hasta Cornel Wilde, que es un actor lamentable, ha rechazado el papel protagonista. Jeanne Crain es guapa, y nada más. No tiene talento dramático, ni personalidad suficiente para afrontar el personaje. ¡No tenemos nada! ¿Qué vas a hacer para salvar la película?
- Mira, tú no lo entiendes, pero lo que vamos a hacer es mucho más que una simple película. ¡Vamos a trascender el cine, vamos a filmar emociones! Margie será nuestra cápsula del tiempo: contendrá todos los sentimientos que el ser humano pueda sentir, acumulados a la espera de que alguien la abra. ¡Imagínate cuando la descubran dentro de cien años! Cada uno podrá interpretar Margie como quiera, en función de sus recuerdos y de su memoria, las emociones se irán activando. Será una experiencia única, personal e intransferible. Y no te preocupes, Jeanne Crain iluminará la pantalla, ¡brillará más que el technicolor!
- Está bien, Henry, ya veo que te has vuelto loco. Sólo espero que nos paguen a fin de mes, es lo único que pido. Ahora, levántate, tienen que preparar la buhardilla para la sesión de tarde. Mientras, nosotros iremos al plató de al lado, ya sabes, tenemos que empezar rodando la escena del baile. Esa en la que Johnnykins dice, me da hasta vergüenza decirlo... ¿Margie, dónde te habías metido durante todo este tiempo?
No pude evitar que se me escapara una sonrisa con esa frase.
"Preparaos para ver el cuento del patito feo
con un final de mucho suspense"
James Mason
Hoy es un gran día para Cine-Clásico, con la recuperación de este título mítico de Henry King, literalmente imposible de ver hasta ahora (ni siquiera en la grandiosa retrospectiva que el Festival de San Sebastián le dedicó al director hará unos años se pudo ver). A partir de este momento, se abre la veda para poder conseguir en condiciones State Fair y Remember the Night, las dos únicas obras importantes que faltan por recuperar de toda la etapa sonora de King.
Margie forma, junto a State Fair, I'd Climb the Highest Mountain y Wait Till the Sun Shines, Nellie, el poker de ases de la carrera de Henry King, el legado eterno de un cineasta irrepetible a la historia del cine y al género americana, tan cultivado por la Fox, primero bajo el mandato de William Fox (donde John Ford inició la senda con The Iron Horse) y después con la política continuista de Darryl F. Zanuck. En las diferentes etapas de la Fox siempre hubo un nombre común, el de Henry King, que en su larguísima carrera cinematográfica siempre fue el director más rentable del estudio. Fiel a la Fox y fiel al género americana, esa tradición tan arraigada como admirable del cine estadounidense: explorar la cultura y vida americanas, contemplar la existencia en su discurrir cotidiano, para ofrecer respuestas a la identidad del hombre.
Sólo hay que fijarse en los títulos de las películas para entender de qué va todo esto: Margie (una variación del nombre de la protagonista de State Fair, Margy) y Nellie son una invocación naif de un paraíso basado en la sencillez y en la banalidad tranquilizadora de los diminutivos. Y es que bajo la aparente simplicidad de estas obras, se esconde todo un mundo de emociones, orquestadas por el estilo invisible de Henry King, línea seguida por Tourneur en Stars in my Crown (título deudor de State Fair y antecedente directo de I'd Climb the Highest Mountain). En mi opinión, sólo el buen cine americano ha conseguido esconder la profundidad bajo una capa superficial y ligera.
Margie forma, junto a State Fair, I'd Climb the Highest Mountain y Wait Till the Sun Shines, Nellie, el poker de ases de la carrera de Henry King, el legado eterno de un cineasta irrepetible a la historia del cine y al género americana, tan cultivado por la Fox, primero bajo el mandato de William Fox (donde John Ford inició la senda con The Iron Horse) y después con la política continuista de Darryl F. Zanuck. En las diferentes etapas de la Fox siempre hubo un nombre común, el de Henry King, que en su larguísima carrera cinematográfica siempre fue el director más rentable del estudio. Fiel a la Fox y fiel al género americana, esa tradición tan arraigada como admirable del cine estadounidense: explorar la cultura y vida americanas, contemplar la existencia en su discurrir cotidiano, para ofrecer respuestas a la identidad del hombre.
Sólo hay que fijarse en los títulos de las películas para entender de qué va todo esto: Margie (una variación del nombre de la protagonista de State Fair, Margy) y Nellie son una invocación naif de un paraíso basado en la sencillez y en la banalidad tranquilizadora de los diminutivos. Y es que bajo la aparente simplicidad de estas obras, se esconde todo un mundo de emociones, orquestadas por el estilo invisible de Henry King, línea seguida por Tourneur en Stars in my Crown (título deudor de State Fair y antecedente directo de I'd Climb the Highest Mountain). En mi opinión, sólo el buen cine americano ha conseguido esconder la profundidad bajo una capa superficial y ligera.
"Margie tiene el tratamiento del color de El Hombre Tranquilo,
un diseño de decorados que empequeñece My Fair Lady
y un pulso narrativo similar al de McCarey en La Pícara Puritana"
un diseño de decorados que empequeñece My Fair Lady
y un pulso narrativo similar al de McCarey en La Pícara Puritana"
José Luis Garci
Llegados a este punto, tengo que declarar que nadie como Henry King ha conseguido identificarme tanto con el mundo que nos presenta una película, con la realidad cotidiana de los personajes. En las obras de King, por muy alejado geográfica y temporalmente que te encuentres, es casi imposible no familiarizarse con lo que se nos cuenta. A ese respecto, el travelling inicial de Margie es revelador (a Henry King le encantaba empezar así las películas, véase State Fair). Sorprende como la cámara se introduce por la ventana de la buhardilla y la facilidad con la que se instala en ella, contrastando con la dificultad del procedimiento. En unos minutos y sólo con el uso de la música, King consigue que demos dos saltos en el tiempo: la música de los títulos de crédito se funde con la del viejo gramófono de la habitación de Margie en 1946, que a su vez se funde con la de un coche que anuncia la candidatura de Herbert Hoover a la presidencia de Estados Unidos en 1928. Como dice la canción de Rudy Vallee, tu época es mi época, el presente se desvanece dos veces, recorremos 80 años en sólo unos segundos y la naturalidad con que lo acepta el espectador es deslumbrante.
Y si Henry King ha sido, probablemente, el director que mejor ha sabido captar el eco del tiempo, lo ha sido en buena medida gracias a la importancia que la arquitectura tiene en sus películas. Podríamos decir que en Margie la buhardilla es un personaje más. Esa habitación es el universo particular de Margie, el lugar desde donde contempla el mundo exterior e intenta comprenderlo. A medida que avanza la película, la buhardilla se va oscureciendo, como la propia visión de la vida de Margie, que crece y madura a base de decepciones e ilusiones. A través de los cristales de su cuarto, Margie aprende a vivir, de modo que la ventana es un instrumento para comunicarse: con su vecina, con los chicos. En las secuencias de apertura y cierre, ya con la madre e hija en la buhardilla, el mundo ideal de Margie se ha materializado en una estabilidad feliz pero inmóvil. Ya nadie mira por la ventana, el exterior sólo sirve para esperar la llegada del marido, es la cámara la que invade el interior, simbolizando el pasado idealizado que vuelve para materializarse de nuevo, aunque sólo sea por unos momentos. Una vez rememorado ese pasado, la cámara se va por donde ha venido, con el mismo movimiento que al principio, en una armonía perfecta.
No es casualidad, por supuesto, que los dos protagonistas de la película se conozcan de manera tan arquitectónica: en la biblioteca, ambos rostros se comunican a través de las pequeñas "ventanas" abiertas por la ausencia de algunos libros en la estantería. La arquitectura de Henry King tiene mucho que ver con su forma de rodar, con sus encuadres. A mí me sigue sorprendiendo lo de King: maravilloso en el cine mudo, maravilloso en el cine sonoro. Tan fascinante con el cinemascope en la parte final de su carrera (nunca el formato ancho fue tan íntimo, recogiendo a sus personajes), como con el technicolor en películas como Margie (¿alguna vez habiáis visto un color así?). Realmente increíble lo de Henry King, vivió todas las etapas del cine, se adaptó con éxito a cada cambio y consiguió sobrevivir en el mismo estudio durante toda su carrera. Puede que Margie sea el mejor trabajo plástico de la Fox: los decorados y el technicolor crean un mundo de sueños y recuerdos nunca antes vistos en ese estudio.
Y si Henry King ha sido, probablemente, el director que mejor ha sabido captar el eco del tiempo, lo ha sido en buena medida gracias a la importancia que la arquitectura tiene en sus películas. Podríamos decir que en Margie la buhardilla es un personaje más. Esa habitación es el universo particular de Margie, el lugar desde donde contempla el mundo exterior e intenta comprenderlo. A medida que avanza la película, la buhardilla se va oscureciendo, como la propia visión de la vida de Margie, que crece y madura a base de decepciones e ilusiones. A través de los cristales de su cuarto, Margie aprende a vivir, de modo que la ventana es un instrumento para comunicarse: con su vecina, con los chicos. En las secuencias de apertura y cierre, ya con la madre e hija en la buhardilla, el mundo ideal de Margie se ha materializado en una estabilidad feliz pero inmóvil. Ya nadie mira por la ventana, el exterior sólo sirve para esperar la llegada del marido, es la cámara la que invade el interior, simbolizando el pasado idealizado que vuelve para materializarse de nuevo, aunque sólo sea por unos momentos. Una vez rememorado ese pasado, la cámara se va por donde ha venido, con el mismo movimiento que al principio, en una armonía perfecta.
No es casualidad, por supuesto, que los dos protagonistas de la película se conozcan de manera tan arquitectónica: en la biblioteca, ambos rostros se comunican a través de las pequeñas "ventanas" abiertas por la ausencia de algunos libros en la estantería. La arquitectura de Henry King tiene mucho que ver con su forma de rodar, con sus encuadres. A mí me sigue sorprendiendo lo de King: maravilloso en el cine mudo, maravilloso en el cine sonoro. Tan fascinante con el cinemascope en la parte final de su carrera (nunca el formato ancho fue tan íntimo, recogiendo a sus personajes), como con el technicolor en películas como Margie (¿alguna vez habiáis visto un color así?). Realmente increíble lo de Henry King, vivió todas las etapas del cine, se adaptó con éxito a cada cambio y consiguió sobrevivir en el mismo estudio durante toda su carrera. Puede que Margie sea el mejor trabajo plástico de la Fox: los decorados y el technicolor crean un mundo de sueños y recuerdos nunca antes vistos en ese estudio.
"Yo diría de Margie lo mismo que dice el personaje de Conrad Janis
(Johnny o Jonnykins) en la película:
¿Dónde te habías metido durante todo este tiempo?"
James Mason
Margie es la primera película de teenagers, una película de adolescentes de los buenos tiempos de la Coca-Cola. En Margie no hay una sola situación que no conozcamos y esperemos, pero King nos las presenta como si fuera la primera vez que las vemos en el cine. Tampoco hay un sólo personaje original, todos son estereotipos llenos de clichés y conductas mil veces vistas en el cine. Sin embargo, las actuaciones no pueden ser más naturales, ni los personajes más encantadores: cuando uno ve a Conrad Janis por primera vez, vestido con su abrigo de piel y su sombrero ondulado, tiene la sensación de que ese personaje le acompañara el resto de su vida. Lo mismo pasa con Jeanne Crain, que emplea su falta de personalidad para componer un personaje tan tímido y vulnerable como una princesa de cuento, una de esas chicas inmortales e imperecederas que sólo existen en el cine. Margie también es un musical, lleno de standards de los años 20, canciones que forman parte de la cultura americana y que todo el mundo conoce. A priori, las interpretaciones de temas tan famosos deben ser originales y rompedoras, para no resultar repetitivas, pero en Margie no pueden ser más sencillas. Surgen casi de forma inevitable, tan espontáneas como cuando Marybelle y Johnnykins salen del debate y se ponen a bailar en los pasillos del instituto. Así, vemos a Jeanne Crain cantar April Showers mientras se da su celebérrimo baño de espuma, o a Barbara Lawrence regalándonos uno de los momentos musicales cumbre de la historia del cine: su versión del A Cup of Coffee, a Sandwich and You mientras baila con Conrad Janis en el porche de su casa.
Lo que hace Henry King es filmar un tema, en apariencia banal, con total seriedad, y esperar a que las emociones afloren. Margie nos propone un viaje en el tiempo, a través de la memoria y de los recuerdos, en busca de un pasado idealizado y de una juventud perdida. En ese contexto, es sencillo que sentimientos universales salgan a la luz. Es difícil de explicar, pero Margie es una de esas películas que trascienden el cine, como El Hombre Tranquilo, y que están llenas de magia, porque consiguen ser tan atemporales e irreales como un un buen cuento infantil. Margie evoca recuerdos suspendidos en el tiempo, sus imágenes desprenden ráfagas de emoción y es inevitable que un flechazo de melancolía recorra la pantalla. Margie tiene vocación de eternidad: la felicidad es una emoción tan abstracta que llevamos toda la vida preguntándonos si existe y aún no hemos encontrado la respuesta. Por eso, poder tocarla, palparla y sentirla durante hora y media es fascinante. Todos tenemos derecho a vivir el mundo de Margie, aunque sólo sea en nuestros corazones. Así que yo os digo, queridos cinéfilos, ¡enhorabuena, acabáis de descubrir una de las películas de vuestra vida!
Lo que hace Henry King es filmar un tema, en apariencia banal, con total seriedad, y esperar a que las emociones afloren. Margie nos propone un viaje en el tiempo, a través de la memoria y de los recuerdos, en busca de un pasado idealizado y de una juventud perdida. En ese contexto, es sencillo que sentimientos universales salgan a la luz. Es difícil de explicar, pero Margie es una de esas películas que trascienden el cine, como El Hombre Tranquilo, y que están llenas de magia, porque consiguen ser tan atemporales e irreales como un un buen cuento infantil. Margie evoca recuerdos suspendidos en el tiempo, sus imágenes desprenden ráfagas de emoción y es inevitable que un flechazo de melancolía recorra la pantalla. Margie tiene vocación de eternidad: la felicidad es una emoción tan abstracta que llevamos toda la vida preguntándonos si existe y aún no hemos encontrado la respuesta. Por eso, poder tocarla, palparla y sentirla durante hora y media es fascinante. Todos tenemos derecho a vivir el mundo de Margie, aunque sólo sea en nuestros corazones. Así que yo os digo, queridos cinéfilos, ¡enhorabuena, acabáis de descubrir una de las películas de vuestra vida!
CAPTURAS
Código: Seleccionar todo
File Name .........................................: King Henry - Margie (1946) [VO sub FRA].avi
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Runtime ............................................: 1:29:34
Video Codec ...................................: XviD ISO MPEG-4
Frame Size ......................................: 704x542 (AR: 1.299)
FPS .................................................: 25.000
Video Bitrate ...................................: 1499 kb/s
Bits per Pixel ...................................: 0.157 bpp
B-VOP, N-VOP, QPel, GMC.............: [B-VOP], [], [], []
Audio Codec ...................................: 0x0055 MPEG-1 Layer 3
Sample Rate ...................................: 44100 Hz
Audio Bitrate ...................................: 128 kb/s [2 channel(s)] CBR
No. of audio streams .......................: 1Esta es una película muy, muy especial para James Mason y para mí. Para que os hagáis una idea, nuestro primer contacto personal fue a raíz de esta película, es más, nuestra mensajería privada sigue teniendo como título del asunto, simplemente, "Henry King". Un director y una película que nos ha unido en amistad, como esperamos que os una también a vosotros con Cine-Clásico: cuando penséis en Margie, recordad que fuimos un grupo de cinéfilos los que la descubrimos juntos y le hicimos un sitio en nuestros corazones.
El TVRip VOSF es de maximer, compañero que está haciendo un sensacional trabajo en KG subiendo películas inéditas de Allan Dwan, entre otros. Os aviso que la copia lleva los subtítulos franceses incrustados y sufre de entrelazado, sobre todo en la parte final, pero es mucho más de lo que podíamos esperar antes de que apareciera. Para mí la calidad es muy buena, teniendo en cuenta que es una película imposible de conseguir. Yo se la envié a James Mason, que ha sido el verdadero motor de este proyecto (él ya me había pasado otra VOSF de Emilio), extrayendo los subtítulos franceses y traduciendo la inmensa mayoría de los mismos. Graveland, en otro de sus trabajos maestros, ha completado la traducción y yo, por mi parte, me he encargado de la revisión final. Como véis, un equipo mítico para una película mítica, que yo llevaba queriendo ver toda la vida.
El TVRip VOSF es de maximer, compañero que está haciendo un sensacional trabajo en KG subiendo películas inéditas de Allan Dwan, entre otros. Os aviso que la copia lleva los subtítulos franceses incrustados y sufre de entrelazado, sobre todo en la parte final, pero es mucho más de lo que podíamos esperar antes de que apareciera. Para mí la calidad es muy buena, teniendo en cuenta que es una película imposible de conseguir. Yo se la envié a James Mason, que ha sido el verdadero motor de este proyecto (él ya me había pasado otra VOSF de Emilio), extrayendo los subtítulos franceses y traduciendo la inmensa mayoría de los mismos. Graveland, en otro de sus trabajos maestros, ha completado la traducción y yo, por mi parte, me he encargado de la revisión final. Como véis, un equipo mítico para una película mítica, que yo llevaba queriendo ver toda la vida.
¡Os estaré eternamente agradecidos, amigos James y Graveland!
King Henry - Margie (1946) (VO sub FRA).avi 
Película en descarga directa (cortesía de jotarapidup)
- Spoiler: mostrar
Subtítulos en español
Opensubtitles
Titles
Información de cómo tapar los subtítulos franceses incrustados
con el programa XSUBMuxer en estos hilos:
http://www.cine-clasico.com/foros/viewt ... 40#p146465
http://www.cine-clasico.com/foros/viewt ... =18467)
