Un película estupenda, con un impresionante trío protagonista (Cooper, Neal, Maseey), un fortísima carga erótica (Neal contemplando a Cooper manejando una taladradora, la metáfora fálica de la secuencia final) y un complejo significado político.
Para entender esto último hay que profundizar en la figura de la autora de la novela original y guionista,
Ayn Rand, novelista y pensadora de origen ruso creadora del objetivismo.
Ayn Rand creó su propio sistema filosófico, al que llamó objetivismo, describiéndolo como la filosofía para vivir en la tierra.
"Mi Filosofía es, en esencia, el concepto del hombre como un ser heroico, con su propia felicidad como propósito moral de su vida, con el logro productivo como su actividad más noble y con la razón como su único absoluto" (Ayn Rand)
El Objetivismo mantiene que existe una realidad independiente de la mente del hombre, que los individuos están en contacto con esta realidad a través de la percepción de los sentidos, que adquieren conocimiento procesando los datos perceptivos utilizando la razón (o la "identificación no-contradictoria"), que el propósito moral de la vida es la búsqueda de la propia felicidad o "interés propio racional", y que el único sistema social de acuerdo con esta moralidad es el del capitalismo puro (llamado también capitalismo de laissez-faire).
Rand sostenía que el hombre debe elegir sus valores y sus acciones mediante la razón, que cada individuo tiene derecho a existir por sí mismo, sin sacrificarse por los demás ni sacrificando a otros para sí, y que nadie tiene derecho a buscar valores de otros ni a imponerles ideas mediante la fuerza física. Wikipedia.
El manantial.
En 1943 vino el primer éxito importante de Ayn Rand como novelista, con la publicación de El manantial. El libro, que había tardado siete años en escribir, fue rechazado por 12 editores, hasta que un editor joven en la editorial Bobbs-Merrill le espetó a su jefe: "
Si este no es un libro adecuado para usted, entonces yo tampoco debo trabajar para usted".
En 1949 una versión fílmica de El Manantial fue realizada y dirigida por King Vidor. Protagonizada por Gary Cooper (Howard Roark), Patricia Neal (Dominique Francon), Raymond Massey (Gail Wynand) y Kent Smith (Peter Keating).
El guión fue escrito por Ayn Rand, y controlado minuciosamente por ella misma de una forma completamente desacostumbrada en Hollywood, donde los estudios se toman todo tipo de libertades con los guiones originales. En varias ocasiones durante el rodaje, Ayn amenazó con suspender todo el proyecto si el guión sufría la más leve modificación. Tanto Gary Cooper como Ayn Rand no quedaron satisfechos con la película. Gary Cooper, quizás ya demasiado mayor para un papel que en libro corresponde a un hombre joven, pronunció el famoso discurso final sin entenderlo realmente, cosa que se nota en la entonación y el énfasis. Ayn Rand tuvo que luchar mucho para mantener la integridad del guión, y aún así tampoco quedó satisfecha con la película, llegando a afirmar que lo único bueno que tenía era que conseguiría nuevos lectores para la novela. No obstante, la película es muy apreciada hoy en día en círculos objetivistas, y, dado lo irregular de su distribución, suele estar disponible en redes P2P.
El fundamento de El Manantial es el individualismo y el colectivismo en el alma humana. La obra se concentra en la vidas de los cinco principales personajes. El héroe, Howard Roark, es la persona ideal para Rand; un arquitecto intransigente que está completamente entregado firmemente, aun cuando de manera serena, a sus ideales, especialmente creyendo que ninguna persona debe jamás copiar el estilo de otra, sobre todo en el campo de la arquitectura. A lo largo de la novela todos los demás protagonistas en algún momento u otro, por diferentes razones y con distintos grados de énfasis le piden que renuncie a algunos de sus principios. Sin embargo Howard se mantiene incólume y no compromete su integridad. Un aspecto interesante y contrastante de la personalidad de Howard es que, en lugar de la forma acostumbrada de los héroes típicos, él no se lanza a explicar por medio de largos y apasionados sermones y monólogos acerca de sus puntos de vista y por qué el mundo no es lugar justo; todo lo contrario, Howard lo hace de forma desdeñosa, lacónica y altiva.
Wikipedia.
Biografía de Rand en Wikipedia.
El objetivismo.
Estudio sobre la novela.
Análisis de la película.
El pensamiento de Rand tuvo y aún tiene una gran influencia en el pensamiento conservador norteamericano (aunque ella personalmente rechazaba la etiqueta de conservadora y criticó ferozmente a Ronald Reagan), especialmente en el ideario "libertariano" (con el que tampoco se identificaba, ya que los consideraba unos "hippies de derechas"). No es de extrañar que aparezcan menciones elogiosas a su obra en webs como
liberalismo.org o
Libertad Digital.
Un buen resumen de la idolatría que profesan los neoconservadores por Rand es esta cita de
Álvaro Vargas Llosa (el hijísimo):
En 1943, una rusa que hablaba inglés con un grueso acento eslavo revolucionó la idea que tenían los estadounidenses de sí mismos. Mediante esa poderosa arma que es la creación literaria, Ayn Rand, una inmigrante, les recordó que su nación había sido fundada sobre la base moral del individualismo y los conminó a volver a esas raíces, so pena de negarse a sí mismos. Desde entonces, al menos seis generaciones han redescubierto la idea de los Estados Unidos leyendo El Manantial y recitando de memoria el deslumbrante alegato final del arquitecto Howard Roark ante ese tribunal de justicia con el que la autora simbolizó el espíritu colectivista de nuestro tiempo.
Gracias por el enlace, Jma32.
Un saludo.