
Producción: Za Cine
Fotografía: José Enrique Izquierdo
Intérpretes: Ana Bernal (Ana), Lolo Sordo (Teresa), Miguel Ángel Iglesias (Miguel), José Miguel Campos (Alberto), Guillermo Méndez (Luis)
Sinopsis: Miguel está enamorado de Rosa, una mujer especial. La relación no funciona del todo y deciden romper.Rosa se enamora de un pintor sevillano que ha regresado tras cuarenta años de exilio pero no puede olvidar a Miguel. Miguel inicia una apasionada relación con Teresa.
Historia de amor entre cuatro personas que transcurre en Sevilla, que tendrá una gran importancia en el relato, durante la primavera de 1978. Mezcla de cine argumental y documental sobre la capital de Andalucía, con entrevistas a personajes como "el niño del taller", Silvio o "Lola la del agua".

Quizás un mérito de García-Pelayo en esta su segunda película haya sido no presentar una Andalucía folklórica. En su intento de hacer un cine nuevo le ha echado imaginación a la cosa pero el resultado ha salido desastroso. Estructura su película en tres partes perfectamente diferenciadas a pesar de que el director ha intentado realizar un montaje único. Por una parte es un documental clásico sobre la capital andaluza, en el que cámara en mano recorre la ciudad: el parque de Maria Luisa, la Catedral, el Guadalquivir, etc. Por otro lado, un reportaje sociológico con entrevistas a una serie de personajes reales que representan su propio papel, como "el niño del taller", "Silvio" o "Lola la del agua". Y finalmente una película argumental con intento de decir muchas cosas y no conseguir nada claro. A veces parece que la película está hecha por amateurs. García-Pelayo tuvo el buen gusto de que Andalucía no se expresase con acento castellano, utilizando lenguaje andaluz con su propia fonética y sintaxis.
Vivir en Sevilla. Gonzalo García-Pelayo, director de este experimento fílmico, intentó realizar un cine enraizado en la propia cultura de ciudades como Sevilla, Jerez de la Frontera, Cádiz o la Costa del Sol. Su trilogía experimental Vivir en Sevilla, Corridas de alegría y Frente al mar -que la miopía crítica de su tiempo descalificó emparentándola con la nouvelle vague, un Godard con boina, algo evidente en sus puntos de partida, pero cuyos resultados estaban más cerca de las prédicas de Jonas Mekas y la ola de vanguardia camp norteamericana-, supone un intento de dar cauces a una nueva visualidad que mezcla la estética underground con el flamenco más racial, el experimentalismo formal con reclamos eróticos -en la línea del Pasolini de la Trilogía de la alegría- con los que conseguir nuevos y más amplios públicos.
Vivir en Sevilla es una película a la vez magistral y fallida, una máquina soltera sobre el deseo, que en su trama mezcla historias del retorno del exilio y de la represión a la delincuencia, aventuras eróticas y filosóficas, cine dentro del cine y meta-relatos, Miguel Ángel Iglesias y Farruco, liberación sexual y viejos arquetipos novelescos, flamenco rock y bailes de flamenco "puro" y sobre todo un vagabundeo libre, una deriva caótica por la ciudad de Sevilla que titula la película. Julio Pérez Perucha lo explicó bien cuando habló de una "ensalada de sintagmas" para definir su texto cinematográfico. En ella hay de todo, cine documental y cine de ficción, deconstrucción y cinéma vérité, documental etnográfico y denuncia social, reportaje musical y comedia política.
http://www.imdb.com/title/tt0156178/
http://www.filmaffinity.com/es/film460027.html