Me gustó sobre todo el trabajo con ese elemento tan cinematográfico que es el agua. La zona, de hecho, con sus cambios y su sinuosidad se comporta líquidamente. Los travellings en primer plano están muy bien y creo que visualmente son los que más aportan para transmitir esa sensación de que el terreno va cambiando delante de nuestros ojos.
La fotografía me encantó, desde el primer fotograma que parece un cuadro hecho con barro. Luego la peli se mantiene a un nivel altísimo en ese apartado. En lo personal siempre celebro y agradezco el uso de filtros para variar las tonalidades.
La narración no me mantuvo enganchado todo el tiempo, por momentos creo que me molestó un poco el exceso de diálogos. Respecto del rollo metafísico hice lo que pude

Se merece que le de una segunda oportunidad, quizás una tarde que esté más espabilado. No creo que vuelva a ver esta peli de noche. En fin, esas pasan por ser mis primeras impresiones.