Mensaje
por Diluvio » Vie 07 Ene, 2011 05:23
Es que, llegada la situación, salvar la vida a un amigo si está en tu mano es algo que, creo, haríamos todos a cualquier edad. Si es por interés o no sería entrar en filosofías que no me parecen necesarias puesto que de lo que se trata es de que en igual medida o en igual ausencia de interés lo hace Eli. ¿Que la vida de Oskar haya corrido peligro en la trama puede que sea excesivamente dramático? Tal vez, pero algo anda preocupando a los escandinavos que están sacando mucho el tema de la violencia infantil extrema últimamente, puede que no sea tan extravagante la idea como creemos. No sé exactamente que tipo de relación purísima te has imaginado (supongo que es lo que pretende el escritor haciendo una historia de amor de niños) como para que la empañe el interés. Los niños, a pesar de tener impresionantes ataques de generosidad son interesadísimos, y tienen que serlo porque su obligación es sobrevivir hasta poder ocuparse de sí mismos, pero eso no les incapacita para amar profundamente. Es lógico que la relación de Oskar y Eli sea de tipo dependiente porque aún no han madruado, es la adecuada a su edad, no por eso ni menos real ni menos intensa, ni menos pura que otras.
Es cierto que lo que no nos cuentan depende de la imaginación de cada uno. Lo del pariente sí me podría cuadrar como opción, pero dados los años que Eli lleva viva parecería demasiado lejano el parentesco como para cargar con el regalito. Porque sea un pariente, o la haya conocido ya con 30 años y se haya conmovido, no me parece que pueda ni acercarse al campo semántico de "recompensa" que decía Palah. Cuidar a una niña eterna de once o doce años, superviviente y depredadora para más colmar, con enormes exigencias, un día y y otro, y otro, ¿os podéis hacer una idea? No... no veo a un pariente lejano ofreciéndose voluntario, ni a un adulto metiendose en semejante follón. Lo de ser un niño que ha ido creciendo y se ha quedado por amor o por responsabilidad o por necesidad o atrapado parece más fluido, más natural... dentro de lo natural que pueda ser una historia de vampiros, claro.
a pocos sentimientos de la inigualable Nosferatu del genio, la historia de amor es de las mejores narradas en el cine, superando ampliamente al de Coppola, a Tod Browning se le fué la olla e hizo lo que le vino en gana pero también aprueba con creces, en fin, que he encontrado la más grande trilogía dedicada a Stoker, y la sueca es BUENA y entró ¡¡¡¡ 
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