2001: A Space Odyssey


Imdb / Culturalia / FilmAffinity
2001: Una odisea del espacio
Género:
Ciencia Ficción / Aventuras
Nacionalidad:
Gran Bretaña / USA
Director:
Stanley Kubrick
Actores:
Keir Dullea
Gary Lockwood
William Sylvester
Daniel Richter
Leonard Rossiter
Margaret Tyzack
Robert Beatty
Sean Sullivan
Douglas Rain
Frank Miller
Ed Bishop
Alan Gifford
Productor:
Stanley Kubrick
Guión:
Arthur C. Clarke
Stanley Kubrick
Fotografía:
John Alcott
Geoffrey Unsworth
Música:
Aram Khachaturyan
György Ligeti
Richard Strauss
Johann Strauß
Sinopsis:
Predicción acerca del pasado y del futuro de la humanidad, relacionando el devenir de ésta con la existencia de
diversos monolitos colocados por los extraterrestres, tanto en nuestro planeta como en la luna y en júpiter.
Calificación moral: Todos los públicos
Duración: 136 minutos.
Flash con una explicación de la película
[quote="wikipedia"]


Imdb / Culturalia / FilmAffinity
2001: Una odisea del espacio
Género:
Ciencia Ficción / Aventuras
Nacionalidad:
Gran Bretaña / USA
Director:
Stanley Kubrick
Actores:
Keir Dullea
Gary Lockwood
William Sylvester
Daniel Richter
Leonard Rossiter
Margaret Tyzack
Robert Beatty
Sean Sullivan
Douglas Rain
Frank Miller
Ed Bishop
Alan Gifford
Productor:
Stanley Kubrick
Guión:
Arthur C. Clarke
Stanley Kubrick
Fotografía:
John Alcott
Geoffrey Unsworth
Música:
Aram Khachaturyan
György Ligeti
Richard Strauss
Johann Strauß
Sinopsis:
Predicción acerca del pasado y del futuro de la humanidad, relacionando el devenir de ésta con la existencia de
diversos monolitos colocados por los extraterrestres, tanto en nuestro planeta como en la luna y en júpiter.
Calificación moral: Todos los públicos
Duración: 136 minutos.
Flash con una explicación de la película
[quote="wikipedia"]
- Spoiler: mostrar
- 2001: A Space Odyssey (2001: Odisea del espacio o 2001: Una odisea del espacio) es una de las películas más importantes y famosas del género de ciencia ficción y del cine en general. Se proyectó en 1968 en Estados Unidos. Fue producida y dirigida por Stanley Kubrick y la historia está basada en la novela del mismo nombre de Arthur C. Clarke, que a su vez fue el origen de la saga de novelas de las Odiseas Espaciales. Como dato curioso, la inspiración para la novela 2001: A Space Odyssey lo encontró Clarke en un cuento corto que había escrito, El centinela.
A partir del nuevo tratamiento de la historia de El centinela en el que Kubrick y Clarke trabajaron codo con codo, se alumbró por un lado la novela de Clarke 2001 una odisea del espacio donde se explicaban y aclaraban muchas de las claves de la película, y por otro la película de Kubrick del mismo nombre que es objeto de este artículo y que resulta mucho más críptica y abierta a interpretaciones que la novela.
Con respecto a su tiempo, sus efectos especiales fueron muy avanzados, y la película ganó un Oscar en dicho rubro. Ninguno de sus jóvenes protagonistas logró alcanzar la fama como actor. La banda sonora es muy interesante, con música de Richard Strauss (la introducción de Así habló Zaratustra), Johann Strauss hijo y György Ligeti que acompaña las imágenes del espacio.
Alex North compuso una gran obra musical para la película, pero Stanley Kubrick no la incluyó en ésta y, coincidiendo con el 25° aniversario de la película, salió a la luz de la mano de Jerry Goldsmith, convirtiéndose en una banda sonora de leyenda.
Argumento
Advertencia: esta sección contiene detalles de la trama y el argumento.
A continuación se trata de describir el argumento de la película tal y como ocurre en pantalla para un nuevo espectador, sin adelantar ni explicar acontecimientos, dejando para la sección Interpretaciones las explicaciones más detalladas pero, como advertía el propio Kubrick, que son campo libre para la especulación.
Aunque en este análisis el autor ha dividido en cuatro actos la película, lo descrito en el acto 1 y el acto 2 conforman un solo bloque en la película y se encuentran unidos a través del lenguaje cinematográfico por la que es considerada la mejor transición de la historia del cine (del hueso lanzado al aire, a la nave espacial). Todo este primer bloque recibe en la película el título de The dawn of men (El amanecer del hombre). Asimismo, los señalado en este análisis como Tercer acto se corresponde con el segundo bloque de la película, el más largo, que lleva el título de Misión Júpiter, y el Cuarto acto hace referencia al tercer y último bloque de la película rotulado como Jupiter and beyond infinite(Júpiter y más allá del infinito)
Primer Acto: El amanecer del hombre
Estamos situados 4 millones de años atrás, donde vemos la vida cotidiana de un grupo de primates en la sabana: ramonear en busca de alimento vegetal, ocasionalmente comen carroña de animales muertos pero conviven pacíficamente con ellos cuando están vivos, temen la oscuridad de la noche y a sus depredadores, descansan con sueño nervioso en el fondo de una cueva por sus temores y se disputan con otros grupos de primates la bebida de una charca o el espacio vital, pero sin llegar normalmente al contacto físico. En definitiva estamos en un planeta en el que no existe vida inteligente, aunque esta especie de primates puede disponer de factores que la propician, como una bipedestación ocasional o la funcionalidad de sus manos y pies para agarrar.
Un amanecer cualquiera, uno de los primates se despierta y encuentra un negro monolito, un perfecto bloque de varios metros de altura que provoca la alarma en el grupo y un primer momento de confusión y miedo, hasta que comprueban que es inerte y poco a poco pasan simplemente a ignorarlo. Sin embargo, poco después comienzan a percibirse ciertos cambios en la conducta de los primates, cierto grado de conciencia sobre los recursos disponibles para sobrevivir, sobre el uso de sus manos y de otras herramientas como huesos, lo que les lleva, por ejemplo, a comenzar a defenderse de sus depredadores, a expulsar a otros grupos de primates de la charca, matando a sus rivales, cazando a otros animales para alimentarse. Quizás la escena más repetida de la película sea la "orgía de poder" del jefe del grupo, golpeando con un hueso una quijada de animal y "comprendiendo" el significado y consecuencias de su acto.
Este primer acto está acompañado en su mayor parte por la hipnótica composición "Así hablaba Zaratustra" de Richard Strauss.
Segundo Acto: TMA-1
En 1999 el Dr. Heywood Floyd viaja de la Tierra a la Luna, primero en un avión-cohete que lo eleva hasta una estación espacial en órbita y todavía en construcción. La maniobra de aproximación es una bella coreografía espacial con la música de "El Danubio Azul" de Johann Strauss (hijo). En la estación espacial la vida se hace en los anillos exteriores circulares, que poseen gravedad debido a la fuerza centrífuga de la rotación del conjunto, mientras que en la parte central, donde está el hangar para las naves, esta rotación no provoca gravedad. Durante su estancia el Dr. Floyd realiza una videoconferencia con su hija en la Tierra y tiene un encuentro con científicos de otros países (incluida la URSS), en el que le preguntan sobre la extraña epidemia declarada en la base estadounidense de Clavius, supuestamente provocada por algún tipo de enfermedad.
Después el Dr. Floyd continúa viaje a la Luna y, de nuevo, el alunizaje se convierte en una coreografía acompañada de "El Danubio Azul". Allí, poco después se desvela el misterio: el Dr. Floyd ha viajado para hacerse cargo de la investigación sobre el insólito descubrimiento de un monolito negro de perfectas dimensiones y fabricación, que se hallaba enterrado en el Cráter Tycho y que se descubrió durante un análisis magnético de la superficie lunar, por lo que fue bautizado TMA-1 (Tycho Magnetic Anomaly #1 o Anomalía magnética Tycho número 1). Hasta el momento el monolito se había resistido a cualquier tipo de análisis de su estructura o características y tampoco había demostrado ningún tipo de actividad. Lo que quedaba claro es que se trataba de algo fabricado por una civilización extraterrestre avanzada, que había sido enterrado intencionadamente y que era la primera prueba real de la existencia de vida extraterrestre, por lo que se debía mantener en secreto de momento.
Así, viajan hasta la excavación y bajan a pie hasta el nivel del monolito, maravillándose al ver y tocar algo tan perfecto e insondable. En ese momento está amaneciendo en esa parte de la Luna y el monolito, al recibir el primer rayo de sol desde que fue enterrado, emite una potente señal acústica que deja totalmente aturdidos a los presentes.
Tercer Acto: Misión a Júpiter
Estamos en 2001 y la nave espacial Discovery viaja hacia Júpiter con cinco tripulantes, tres en hibernación, dos despiertos, David Bowman y Frank Poole, y un superordenador de última generación llamado HAL 9000 que gobierna la nave utilizando inteligencia artificial, lo que también le permite comunicarse con los humanos mediante el habla. La vida a bordo es monótona, comer, dormir, algo de ejercicio, jugar al ajedrez con HAL, comunicaciones de misión y personales con Tierra (con el correspondiente retardo debido a la distancia) y poco más. Nada se dice acerca de la misión, más allá de una exploración del entorno de Júpiter, y no hay ninguna conversación que mencione a TMA-1 o algo relacionado.
Sin ningún desencadenante especial HAL 9000 comienza a hacer preguntas y a tener conversaciones un poco fuera de lugar sobre la misión y durante una de ellas se autointerrumpe para anunciar un fallo en una unidad de comunicaciones que podría dar lugar a la pérdida de la conexión con la Tierra. Frank Poole sale del Discovery en una de las pequeñas naves esféricas con brazos de manipulación y sale de ella en un paseo espacial para reemplazar la unidad teóricamente averiada. Cuando regresa al interior todos los análisis de la unidad son correctos y desde el control de la misión, con un ordenador gemelo a HAL, tampoco encuentran ningún fallo, lo que pone en entredicho la fiabilidad de HAL 9000.
Bowman y Poole toman precauciones para que HAL no les oiga hablar sobre la posibilidad de desconectar sus funciones superiores, pero HAL consigue enterarse leyendo los labios de los astronautas, capacidad al parecer no contemplada por ellos.
HAL vuelve a diagnosticar el fallo futuro de la unidad reemplazada, tomándose la decisión de volver a dejar la original para comprobar si acaba fallando o no, pero a la vez confirmando los problemas de fiabilidad de HAL. En este caso es Frank Poole es el que sale a realizar la sustitución, pero cuando ha salido de la pequeña nave esférica, HAL toma control de ésta y la lanza sobre el astronauta, provocando la despresurización del traje espacial y enviándolo lejos del Discovery.
David Bowman no tiene claro qué ha pasado, HAL parece no saberlo tampoco y Frank no responde, por lo que corre a tomar otra de las pequeñas naves y sale en ella a rescatarlo. Con Bowman fuera, HAL provoca la muerte de los tripulantes hibernados. Bowman consigue llegar hasta Frank Poole, pero ya está muerto, así que lo recoge y regresa al Discovery, pero HAL le niega la apertura del hangar para que pueda entrar, dándose cuenta también de que con las prisas se ha olvidado del casco del traje espacial. Decide intentar una maniobra arriesgada que HAL no cree que pueda conseguir: abandona a Frank Poole en el espacio, abre con los brazos articulados de la pequeña nave una puerta exterior del Discovery y coloca la puerta de su nave orientada hacia la otra puerta, haciéndola explotar para salir disparado hacia el interior del Discovery, donde consigue presurizar la cámara.
Ya con casco, para evitar la despresurización provocada por HAL 9000, Bowman va a desconectarlo y durante el recorrido HAL parece querer explicar lo sucedido, exculpándose de todo y pidiendo que no lo desconecte. Consigue entrar en una sala con paredes rojas repletas de pequeñas tarjetas que David va extrayendo una a una y que poco a poco van desconectando las funciones de HAL, que mientras sigue suplicando compasión, pero cada vez con más problemas de comunicación hasta que HAL parece retornar a su "infancia", a sus primeras enseñanzas, una canción (Daisy, Daisy de Harry Dacre, 1892)... y "muere".
Al quedar desconectado HAL, se pone en marcha una grabación que pone al corriente a David Bowman de la verdadera misión: la investigación del destino de la señal emitida por TMA-1 en 1999, en un punto cercano a una de las lunas de Júpiter.
Cuarto Acto: Júpiter y más allá del infinito
Unos meses después, David Bowman llega a los alrededores de Júpiter en el Discovery y sale en una de las pequeñas naves esféricas a investigar un enorme monolito negro que orbita una de las lunas y que fue el destino de la señal del TMA-1 en 1999. No parece haber ninguna interacción, pero de pronto David comienza un viaje extraño, alucinante y desconcertante, por unos paisajes psicodélicos de luz y color, en ocasiones vagamente familiares.
La escena cambia repentinamente y Bowman se encuentra dentro de la pequeña nave pero, a la vez, en el interior de una extraña habitación..., como de un hotel de estilo barroco. Bowman está fuera de la nave, en la habitación, intentando entender qué es aquello..., intentando hacer una vida "normal" en aquella rara vivienda. Todo es familiar pero anticuado, el mobiliario y los programas de televisión, pero los libros son solo la portada y la comida de todos los paquetes es siempre la misma. Finalmente, en una extraña sucesión, David Bowman se ve a sí mismo cada vez más viejo hasta acabar moribundo en la cama.
Repentinamente, Bowman es ahora un feto dentro de su bolsa amniótica, flotando en el espacio sobre la Tierra en un apoteósico final que, como al principio, utiliza la música de "Así hablaba Zaratustra" de Richard Strauss.
Interpretaciones
Advertencia: esta sección contiene detalles de la trama y el argumento.
General
La interpretación habitual (que es, además, lo que se cuenta en la novela), nos habla de una civilización extraterrestre avanzada que hace unos 4 millones de años pasó por la Tierra en una expedición y descubrió vida avanzada no inteligente en algunas especies como los primates que poseían el potencial de desarrollar la inteligencia, aunque la selección natural no podía asegurarlo.
Así, esta civilización deposita un monolito en uno de los grupos de primates más avanzados, sembrando o dando un impulso a la aparición de la inteligencia en ellos. A la vez enterraron otro monolito en la Luna (TMA-1) y dejaron un tercero en órbita de Júpiter, de forma que el TMA-1 sirviera de aviso (centinela) en el caso de que la semilla de la inteligencia diera lugar en el futuro a una especie que comenzara la exploración espacial. Así, llegado el caso se descubriría el monolito lunar y al recibir el primer rayo de sol se enviaría una señal al otro monolito en los alrededores de Júpiter, que en sí misma es una puerta estelar, una puerta a pasillos interestelares que permiten la comunicación y el viaje a lugares muy alejados del universo.
Durante el viaje del Discovery a Júpiter, solo el superordenador HAL 9000 y los tripulantes hibernados conocen la verdadera misión: investigar el destino de la señal del TMA-1 en los alrededores de Júpiter. Ni David Bowman ni Frank Poole, los tripulantes despiertos del Discovery, conocen la misión y eso implica que HAL 9000 de alguna manera está mintiendo, ocultando información a los humanos, mientras que por otro lado se supone que un ordenador debe ser perfecto, infalible y que no puede tener ese tipo de comportamientos.
Es una de las paradojas teóricas de la inteligencia artificial, que en el caso de HAL le lleva a desórdenes psicológicos y en un momento dado le arrastran en una cascada de mentiras y engaños (por otra parte, algo muy habitual en humanos). Dado que los humanos llegan a plantearse la desconexión de HAL 9000 y ya que él se considera el único capaz de llevar a cabo con éxito la misión (egocentrismo y megalomanía), llega a la conclusión de que los humanos están poniendo en riesgo la misma y que son prescindibles, por lo que intenta eliminarlos a todos. David Bowman aprovecha sus recursos humanos para "vencer" a HAL 9000 y consigue desconectarlo, pero queda como único superviviente humano e intenta proseguir la misión de todos modos.
El monolito de los alrededores de Júpiter es una puerta estelar, una entrada a pasillos que conectan puntos distantes del universo. La llegada de David Bowman al monolito provoca la apertura de la puerta y David comienza un viaje a través de estos pasillos, que lo llevan a algún punto del universo donde "vive" la civilización que sembró los monolitos hace 4 millones de años. Allí sitúan a David en un entorno lo más familiar posible, reconstruido a partir de transmisiones de televisión de la Tierra captadas y reenviadas, se supone, durante la exposición del TMA-1 en 1999. David es analizado para ver si la especie tiene las capacidades necesarias para dar el siguiente paso en la escala de la inteligencia y parece que sí, con lo que David es transformado en un nuevo tipo de vida, más inteligente y sin las limitaciones del cuerpo físico, lo que es simbolizado por el feto humano y finalmente devuelto al entorno de la Tierra.
HAL 9000
El nombre del ordenador de la nave espacial, "HAL", significa en la película "Heuristic ALgorithmic Computer" (Ordenador de algoritmos heurísticos), pero existe controversia acerca de porqué se llamó así.
Desde el principio se dijo que se había hablado con la empresa IBM para que el ordenador protagonista fuera en la ficción de dicha empresa, pero que se negaron a ello, supuestamente por no querer asociarse con un ordenador que falla y se vuelve neurótico y no dar pábulo a la idea catastrófica de ordenadores matando a humanos. En cualquier caso, ante la negativa se trataría de hacer un juego con la situación, dando al ordenador el nombre con las letras anteriores en el abecedario de las de la empresa, convirtiendo pues IBM en HAL.
Sin embargo Arthur C. Clarke siempre ha negado esta explicación como mera casualidad y se remite a las siglas del nombre intencionado de "Heuristic ALgorithmic Computer". Para intentar dejar claro esto, el Doctor Chandra, personaje de la secuela "2010: Odisea dos" de Arthur C. Clarke, dice "...cualquier idiota sabe que HAL significa Heuristic ALgorithmic" y en el prólogo de "3001: Odisea final", el mismo Arthur C. Clarke dice que "HAL no es un juego de letras con el acrónimo IBM".
Sigue siendo un tema abierto, porque es difícil de creer la coincidencia IBM-HAL y, además, en la gestación de "2001: Una odisea del espacio" también intervino Stanley Kubrick, que parece haber querido mantener el misterio al respecto.
Humanidad vs. Máquinas
Una lectura entre líneas muestra un aspecto muy inquietante que Kubrick transmite al espectador de manera muy sutil: las diversas muertes de seres vivos que ocurren a lo largo de la película son tratadas de manera fría y distante: la del simio, la de Frank Poole y la de los astronautas hibernados. En la película el drama de la muerte de los astronautas hibernados se acompaña con pitidos y efectos de sonido de alarmas mientras puede leerse en indicadores 'Funciones vitales en estado crítico' o 'Funciones vitales terminadas'. Es como si alguien les hubiera desconectado.
Sin embargo, cuando HAL 9000 muere, es narrado de tal forma que produce un nudo en la garganta del espectador, el cual se identifica más con la máquina que con los seres orgánicos. HAL muere acordándose de su creador, de su padre, e incluso llega a hacer algo tan humano como cantar al recordar una vieja tonada que éste le enseñó.
El Monolito como Dios
Una habitual interpretación de la película, considera la figura del monolito como una alegoría de un Ser Superior, creador de todo. De este modo, se alían las siempre enemistadas ciencia y teología. Los seres prehistóricos acceden a una nueva era civilizada cuando ven la luz de Dios. Después de siglos de evolución el ser humano se reencuentra con Dios y este le da la sabiduría para los viajes espaciales. Finalmente el ser humano llega a Dios y se convierte en un superhombre plenamente evolucionado.
En efecto, la idea de Dios es inseparable de 2001:Una Odisea del Espacio puesto que está presente en todo el relato, aunque sea a través de su banda sonora. No podemos pasar por alto que Kubrick renunció a la partitura de Alex North porque desde un principio tenía en su cabeza la música que quería utilizar. La insistencia de la obertura de Así habló Zarathustra no es casual. Como es conocido, la obra fundamental del filósofo alemán Friedrich Nietzsche lleva el mismo título y en ella se proclama, entre otras cosas, la muerte de Dios, así como la teoría del eterno retorno (ciclicidad del universo) y de la llegada del superhombre, tres ideas presentes en la película en todo momento.
De hecho, el número 3 está también constantemente representado en 2001. Son 3 los bloques en que se divide la película, 3 los pasajeros del Discovery conscientes (Bowman, Poole y Hal), 3 los pasajeros dormidos, 3 el número de monolitos,...
Rigor científico
Esta película es considerada una de las películas de ciencia ficción más respetuosas con las leyes de la Física jamás rodadas. Escenas como la del acoplamiento de la lanzadera con la estación espacial, la ausencia de sonido en el espacio y otros detalles cuidados como el diseño de la nave Discovery marcaron un hito en el género.
Existen sin embargo varios fallos, aunque la mayoría son debidos a las limitaciones técnicas en la elaboración de efectos especiales de la época que a errores de bulto.
* El bolígrafo que recoge la azafata durante el tránsito a la estación espacial no gira sobre su centro de gravedad.
* La estación espacial cambia el sentido de rotación durante la secuencia del acoplamiento. Este es un error de continuidad más que físico.
* El aterrizaje de la cápsula en la Luna remueve el polvo causando turbulencias, lo que no debería ocurrir en un lugar sin atmósfera, a no ser que las causen los gases emitidos por la cápsula durante el frenado.
* Asimismo el relieve de la Luna es exagerado. Pero es necesario recordar que la película se estrenó un año antes de la misión Apolo XI.
* Las escenas de la Luna muestran una gravedad más parecida a la terrestre que a la lunar.
* Durante la entrevista realizada a medio camino de Júpiter, el entrevistador señala el hecho del retraso de la señal debido a la velocidad de la luz y explica que la entrevista ha sido montada eliminando los tiempos muertos para conveniencia del espectador. Sin embargo, la entrevista abunda en intercambios de breves fórmulas de cortesía que implicarían esperas enormes.
* No existe consistencia entre el diseño interior de la Discovery y su apariencia externa. Esto es notorio en la forma de las compuertas de las naves auxiliares cuando son vistas desde dentro y desde fuera.
* En las escenas lunares, el planeta Tierra cambia de fase constantemente en cortos intervalos de tiempo.