pero es serie B, donde la estrella del artista queda en eso, amortizar el contrato y rellenar un hueco en sesion doble.
Indudablemente, ésa era la idea y el presupuesto que los productores le asignaron.
Pero yo insisto: ¡qué magnífico argumento!
La película empieza por el final, sin decirnos quién es el muerto, ni por qué se encuentra allí (y de hecho, el desenlace de la película está matemáticamente calculado, y es de una elegancia y belleza admirables).
Siendo una película que se desarrollará en múltiples escenarios (de los que el argumento hace un magnífico uso físico), el arranque nos muestra un misterioso cadaver, y el desenlace inexplicado de un enigma, en un pueblo lleno de quietud: ¡una desaparecida reliquia que ha vuelto a su lugar de origen!
Más tarde, en el escenario de la guerra (volviendo al pasado), Glenn Ford y George MacReady se conocen (en un lugar y situación muy diferentes a otra película en la que se conocen: "Gilda" (1946)). En el momento de la guerra, todo es confusión en Europa, y es aquí donde tenemos la primera pista del guantelete verde.
En muchos momentos, podemos reconocer al guionista de "Los treinta y nueve escalones" o "Enviado especial" (1940), ambas de Hitchcock, por la manera en que se conjugan hasta los más mínimos detalles, para crear suspense y misterio, así como los escenarios: un castillo, una cueva, una escarpada montaña, donde habrá una persecución final, en la que evidentemente Hitchcock se debió de inspirar para el final de "Con la muerte en los talones" (1959).
Pero nos hallamos en un thriller, y más tarde encontramos a Glenn Ford, en París, después de la guerra, donde parece que nadie se ha olvidado del guantelete verde, y donde unos personajes se persiguen a otros, de manera intrigante.
El nivel de los diálogos es bastante bueno también, y como se trata de una serie B, la franqueza erótica de Glenn Ford con la chica (y viceversa), es mucho más deshinibida que en las películas A.
Y las persecuciones, y peripecias continúan, con un ingenio innegable, y haciendo gran uso de los escenarios: el interior de un tren en marcha, un club nocturno, la Torre Eiffel, el metro...
En fin, podría seguir, pero sería una tontería. Es mejor que veáis la peli.
En cuanto a George MacReady, en Gilda estaba tan bien, que uno no lo recuerda en otros papeles, como éste. Se trata de un actor con una poderosa personalidad.
En resumen, para mí se trata de un magnífico thriller, y quizá por el hecho de haber sido planteada como una peli de serie B, y no pertenecer de manera pura al cine negro, ha sido infravalorada.
Esto no sucedió con otras joyas de serie B en el cine negro, como "Con las horas contadas" (D.O.A., 1950, del propio Mate), porque el género negro ha sido muy revalorizado por los franceses, haciendo especial incapié en las pelis de serie B.
Saludos.