
La nota de la presentación en el Festival Internacional de cine Documental de Navarra:
Sacado de aquí.GOODBYE, AMERICA
Sergio Oksman
España, 2006. 80’
¿Recuerda al abuelo cascarrabias de la Familia Munster? De la estirpe de Drácula, el personaje dormía en un ataúd, poseía toda la memoria del mundo, y de vez en cuando proyectaba las peliculitas domésticas que había rodado cuando Colón descubrió América o Atila surcaba a sus anchas.
Al Lewis, el actor que daba vida a Grandpa, sigue ganándose la vida como vampiro y a sus más de noventa años posee también toda la memoria del siglo XX. Apenas unos meses antes de morir, el personaje y el actor se miran a lo ojos y hablan.
Con la presencia de Elías Querejeta, coguionista y productor, y Sergio Oksman, director.
ELÍAS QUEREJETA
Sobran las explicaciones. Lo que no se haya dicho a estas alturas sobre Elías Querejeta es porque es falso. Porque es mentira. O porque es irrelevante. Ahí están las hemerotecas y filmotecas para quien quiera entender por qué el nombre de Elías Querejeta es imprescindible para entender la historia reciente del cine español.
En lo que a Punto de Vista nos concierne, es uno de los pocos que apostó, hace mucho, por el cine documental, sin diferenciarlo del cine de ficción. Cine. Y nada más.
Goodbye, América (Sergio Oksman, 2006), una de sus últimas producciones, demuestra muy bien esa idea única del cine que tiene Elías Querejeta: un personaje de ficción, el abuelo de la Familia Monster, y el actor que le interpretaba, protagonizan una película en la que ficción y documental conviven, pero no como en uno de esos juegos posmodernos tan de moda, sino en un interesante juego de espejos que reflejan la historia de un siglo convulso y de un personaje convulso: no el abuelo, sino su intérprete, célebre activista anti-sistema.
Sacado de aquí.El abuelo de la Familia Munster, en el último documental de Elías Querejeta
Al Lewis repasa la historia americana más reciente acompañado de un puro
EFE - Barcelona - 27/02/2007
El actor estadounidense Al Lewis, conocido por su papel de abuelo en la serie de la Familia Munster, protagoniza el último documental producido por Elías Querejeta, Goodbye, America, dirigido por el brasileño Sergio Oksman y en el que se repasa la historia americana. El documental, que hoy han presentado en Barcelona Querejeta y Oksman, se estrena en los cines españoles el viernes 2 de marzo.
Durante los ochenta minutos que dura, Goodbye, America ofrece al espectador un repaso por la historia reciente de los Estados Unidos, desde la caza de brujas de McCarthy a los atentados del 11-S o la guerra del Vietnam. La prodigiosa memoria del nonagenario actor Al Lewis, que murió en febrero de 2006, es el hilo conductor de este documental, que muestra a un activista comprometido con la causa pacifista, y que, según el director Sergio Oksman, "alza la voz contra el miedo del que se sirve el poder para perpetuarse".
Lewis, acompañado en todo momento de un puro al que no cesa de dar caladas, contempla en la película las cosas que ha vivido y al mismo tiempo se contempla a sí mismo, ante un espejo que le sirve para rememorar el pasado, mientras Scott Sliger le maquilla para convertirlo otra vez más en el abuelo de la Familia Munster. De este modo Lewis reflexiona sobre cómo el antiguo miedo a los comunistas ha sido substituido por el miedo a los atentados terroristas.
Imágenes de archivo y cortes de voz de Pacifica Radio -emisora independiente y progresista estadounidense- salpican el documental, que muestra a un Al Lewis envejecido, próximo a la muerte, pero también al Lewis lúcido que rememora su vida y realiza, según Querejeta, una crítica "clara y precisa".
Tanto Querejeta como Oksman han reconocido que en un principio la idea era hacer un documental sobre Pacifica Radio, fundada en 1949 en Berkeley (California), donde Lewis tenía un programa, pero que la aparición del actor supuso un cambio de enfoque. El director de Goodbye, America ha explicado que Lewis "se fue apropiando de alguna manera de la película" y, con su personalidad seductora, hizo que llegara a entender que "no me tocaba dirigirle", sino más bien "estar al acecho y esperar".
Oksman ha valorado muy satisfactoriamente el trabajo con Querejeta, porque "no tiene prisa" y lo que busca es únicamente "que quede bien", algo que considera que "es oro para quien hace un documental". Por su parte, Elías Querejeta ha señalado que el trabajo, sin ningún tipo de censura, ha sido largo, que el rodaje con escenas de Lewis se dividió en dos períodos -en 2002 y en 2005- y que el montaje definitivo ha durado cerca de un año.
Del mismo modo, ha dicho que después del estreno en España espera presentar el proyecto en "varios festivales", así como "estrenar en salas de Estados Unidos, aunque sea reducido", si bien ha bromeado con la posibilidad de que "algún grupo antitabaco" la quiera prohibir por la aparición de los puros.
Al Lewis no llegó a ver la película acabada, aunque sí lo han hecho sus hijos o su viuda, que estará presente en el estreno del viernes en Madrid.