En absoluto es solo para nostálgicos.
Tan solo debes cumplir con un requisito inicial, que no es otro que saber mirar con ojos de niño.
Me refiero a la inocencia que albergamos cuando nuestro recipiente intelectual esta todavía por llenar, a la imaginación que nos servía para entender el mundo cuando éramos pequeños.
No es una casualidad que ahora, convertido en fotógrafo y después de haber recorrido medio mundo en busca de aventuras sin fin, marche de nuevo al Japón con un billete de ida, con el fin de buscar la felicidad del bohemio, que tan pronto supe reconocer en el Señor Rossi.
Me embarga una grata sensación cada vez que veo esta película, y es por ello que he querido compartirla con vosotros, no sin contar con la ayuda de Silius, que puso los medios técnicos para digitalizar mi vieja copia en Vhs.
La tengo en lanzamiento desde el primer día, y ahora se ha unido Silius a la labor de divulgación, de modo que un poco de paciencia y ánimo.
Gracias, Bruno Bozzetto, por crear este tremendo personaje de apariencia vulgar, que resultó ser de todo menos ésto.
Puedo ver algo de la influencia del surrealismo en las aventuras de nuestro pequeño héroe.
