Japón, alrededor de 1830, bajo el shogunat de Tokugawa. Magullado de no haber podido impedir su clan masacrar un pueblo para apoderarse del cargamento de oro que habían recuperado, un samurai yerra exhibiéndose en espectáculos de feria. Mientras que esté a punto de vender su sable, sabe que sus antiguos compañeros, dirigidos por su cuñado, están a punto de repetir la operación. Con el fin de aliviar su conciencia, reemprende el viaje con el fin de impedir una nueva carnicería.
Análisis de la película:
El rodaje de Goyokin marcó una vuelta(curva) por varios conceptos para el cine japonés. En efecto, la inmensa mayoría de las cámaras cinematográficas utilizadas hasta allí era Mitchell fabricado en los Estados Unidos. En consecuencia de un acuerdo entre Toho y la compañía Panavision que acaba en la fabricación de las cámaras cinematográficas sobre el suelo japonés, Goyokin fue la primera película que utiliza el material de la marca(señal) célebre. Esta innovación tuvo ni siquiera un impacto sobre la técnica - previsto al principio en 70 mm, estuvo en el final únicamente difundido en 35 mm-, pero también sobre la puesta en escena: la talla más reducida de la cámara cinematográfica Panavision les permitía así a los operadores maniobrar más fácilmente en decorados. Además, al autorizar las nuevas lentes el uso del zoom, ciertos realizadores adoptaron esta figura de estilo ô cuánto difícil de manejar(tocar). Kozo Okazaki también aspira como es él quien persuadió a Hideo Gosha a incluirlo en Goyokin. También es la primera vez que un jidai geki – ' película histórica ' – de Toho fue rodado en Tokio, al siendo el lugar de rodaje acostumbrado Kyoto.
Métodos inhabituales de trabajo, pues, pero el realizador no era él menos. Nacido de una formación comercial, Hideo Gosha empezó su carrera trabajando en la televisión, primero en el NTB, luego sobre Fuji TV. Productor de series, probablemente se habría consagrado siempre a este médium si no se hubiera insistido para que adapte Tres Samurai para la gran pantalla, lo que hará en 1964 con Tres Samurai Persona fuera de la ley.Personalidad iconoclasta, Gosha profundamente transformó la cara del chambara. La dimensión caballeresca del samurai es totalmente evacuada, mientras que el comentario social hace su aparición. Esto no es sin recordar otro género cinematográfico superior, a saber el western. Gosha les impuso condiciones bastante duras de trabajo a sus actores: rodaje en exteriores por – 20 ° c., cascadas peligrosas – ver la ascensión del acantilado. El rodaje fue también marcado por un conflicto entre Tatsuya Nakadai y Toshiro Mifune, ambos hombres que se reñían frecuentemente después de haber vaciado numerosos vidrios de sakí. El segundo dejará así la bandeja(plató) al cabo de algunos días.
Comparamos a menudo el chambara tradicional con western hollywoodiense clásico, y es verdad que ambos géneros tienen más de punto común, y que uno pudo influir a menudo sobre el otro - en calidad de ejemplo, recordaremos la admiración recíproca que se consagraban Juan Ford y Akira Kurosawa. Pues no es sin interés de anotar la evolución del chambara con relación a la del western espaguetis. Podemos en efecto sólo observar numerosas similitudes entre Goyokin y El Gran Silencio de Sergio Corbucci, dos películas sacadas a algunos meses de intervalo: el mismo decorado nevoso, la misma negrura en los informes(relaciones) humanos, la misma violencia desconsolada. Sakai Seiichi también tiene razón de punzar la utilización de los caminos cenagosos, que recuerda Django del mismo Corbucci. Sin olvidar el tema principal y muy bello constado por Masaru Satô, a los acentos muy Morriconniens. Anotaremos por fin que la secuencia de abertura(obertura) – el descubrimiento del pueblo vaciado de sus habitantes e invadido por los cuervos – tiene acentos que evocan a Mario Bava.
A ejemplo de una mayoría de western espaguetis, el chambara de Hideo Gosha representan una lectura desencantada del género, un mundo donde los samurais no viven más según el código de Bushido, sino para la sola colecta(búsqueda) del provecho; les da un toque de preocupación social - los campesinos masacrados para apoderarse del oro-, pero la justicia no es más una motivación para los esgrimidores de sable, y Magobei repite su sable sólo con el fin de apaciguar su conciencia. Su colecta(búsqueda) es en definitiva sólo un pretexto: así como él mismo lo dice, murió el día en que no utilizó su lámina para hacer lo que era justo. Y si dice esperar revivir después de haber cumplido su destino, es claro que se agît de una añagaza. Magobei murió desde el principio de la película, como murió el antiguo espíritu de caballería. Y el último plano es límpido: El samurai se aleja de regocijos y se hunde en una bruma nevosa, a ejemplo de Clint Eastwood saliente y entrante de nuevo en los limbos en El Hombre de las Altas Planicies. Hideo Gosha significa pues a la muerte de un género. Pero el entierro es suntuoso. Además de la foto nevosa y muy bella de Kozo Okazaki, la película se caracteriza por combates soberbios, que se suceden en elementos diferentes, fuego, nieve, al componer agua, una antología del duelo el sable. Una obra fúnebre, desesperada, que queriendo dar el golpe de gracia al chambara se inscribe sin embargo entre los éxitos más bellos del género.
http://www.dvdclassik.com/V2/Critiques/goyokin3.jpg
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Salu2

«El cine es una elevada forma artística que yo utilizo simplemente para fines de confesión. Se trata de un arte que es, al mismo tiempo, mi propia forma de vida, no un género creado para entretener a los demás.»
Andrei Tarkovski