
Estoy muy lejos de ser fan de Seth MacFarlane: no he seguido Family Guy ni ninguna otra de sus series de animación, y más allá de algunos gags inteligentes encontrados en YT, la mayor parte de su producción parecía aquejada de un humor cuartelario difícilmente digerible (por fanáticos de BOCS, tal vez) y un simplismo aún menos atractivo (aparte del idioma, no veo gran diferencia entre Ted y un producto Ozores-Pajares-Esteso). Pero esta The Orville en la que MacFarlane ejerce de protagonista, guionista, productor y showrunner, y que acaba de cerrar su segunda temporada, es un sci-fi originado en un fanismo trekkie (otra cosa que no comparto ni de coña) que consigue cosas complicadas: ser ligera sin ser vacua, ser seria sin ser pomposa, pensativa sin ser solipsista, graciosa sin ser cómica, rítmica sin ser apresurada. Hay algún que otro episodio por debajo de la media, pero la mayor parte de sus dos temporadas (hasta la fecha: es muy posible que haya una tercera, aún sin confirmar) cumplen con mandamientos clásicos de la sci-fi y lo hacen con un alto grado de rigor (no-mortis) y de buen humor: la escritura es muy apreciable casi siempre. Si, además, cierran esta irregular pero notable segunda temporada (para los interesados que quieran echarle un vistazo: este último capítulo de la temporada 2 no tiene ningún sentido sin ver el capítulo inmediatamente anterior) con un excelente episodio en modo Star Wars que resulta muy superior al Ataque de los clones (a lo largo de la serie hay otras referencias sólidas, y en algún caso memorables, a obras que ya han entrado en el canon de la ciencia ficción televisiva, como Battlestar Galactica) creo que les dejo mis dieses.