No es que haya dejado de sentir, al menos, cierta comezón culpable al emitir "Godard? no, gracias", sino que hasta me siento cómplice de Woody, quien fuera vilmente vapuleado por el (indiscutiblemente ingenioso y perverso) franco suizo en una entrevista-trampa en la cual JLG da rienda suelta a su gigantesco sentimiento de inferioridad y pasados los años W.A. responde a él y sus adoradores con un discreto y certero disparo por elevación:
Woody en su "Hollywood ending" le dedica, sin nombrarlo, el éxito de una película demencial, hecha por un alter ego temporariamente ciego que se hace pasar por vidente y se rodea de un equipo que es el paradigma de la incompetencia: cuando toda la crítica ha hecho pedazos el engendro, le llega la noticia de que en Europa la cátedra la ha ensalzado y consagrado al nivel de una obra maestra... a buen entendedor...
De paso recomiendo que vean "Hollywood ending", que no es genial, pero.
PD Claro que esto no es un alarido de resentimiento contra la Nouvelle Vague emitido por un mal entendedor (bueno, no mucho):
Los 400 golpes me parece extraordinaria; también La sirena del Mississippi, no sé si el opus tardío de René Clair "Puerta de Lilas" puede ser alineado con la NV, La guerra ha terminado de Resnais es estupenda, (otra vez, cherchez la femme: Ingrid Thulin), caramba, recuerdo que me gustó Disparen sobre el pianista, y seguramente disfruté unas cuantas otras de Truffaut que no nombro para no aburrir a los foreros, pero también me he tenido que tragar algunas otras con un tufo indisimulable a pedanterías intelectualoides, transgresiones "a la francesa", ay! que vivos que somos y qué enormes bocas abren los pobres espectadores y qué ojos!

Y claro, pobrecillos, se ven obligados a admirarnos, pues contradecir a la cátedra de los popes de la transgresión equivale al ostracismo intelectual (y me puedo perder a una Anna Karina
