
El Arte y la Ciencia son las dos respuestas que los seres humanos dan al vacío. Buscamos llenar la nada y ordenar el caos. Quizás es que simplemente no podemos evitarlo, nos gustan la armonía, la simetría, el orden. De niños nos sentamos en la playa y no podemos evitar ponernos a construir castillos, diques y canales, a pesar de que son, en última instancia, inútiles, y desde nuestros 8 años de altura, lo sabemos.
Ordenar el Caos:
La ciencia, mediante la robusta herramienta del método científico, que evita fraudes, errores y autoengaños, busca explcar el mundo de forma objetiva. No busca un fin práctico concreto, sólo el saber per se. Un ejemplo: actualmente la física se halla embarcada en la titánica tarea de explicar la naturaleza en base a unas pocas leyes simples que serían el orígen de todo. Y la armonía y la belleza son importantes en ésta búsqueda, en la necesidad misma de ésta búsqueda. El título de un libro sobre este tema es revelador "El Universo Elegante", de Brian Greene. ¿No es, sobre todo, Hermosa la idea de un universo regido por unas "simples" leyes expresadas en el lenguaje abstracto y simbólico de las matemáticas? Eso me llena de admiración y placer.
Llenar la Nada:
Creo que no podemos evitarlo, tenemos "Horror Vacui". El Arte es, al fin, una herramienta de autodefensa, que evita que el abismo nos trague, nos vuelva locos. Todo arte, en sus infinitas y contradictorias variedades, es una construcción a la que agarrarse y no hundirse en el abismo. Su belleza nos reconforta, su contenido da un sentido a la vida. No lo describe ni lo explica, como hace la ciencia. Lo interpreta. Nos ayuda a ubicarnos en él, a enfrentarnos a él. También nos reconforta en nuestro dolor y nos entretiene, otra vez el dolor y la muerte. Recordemos esa gran película, Los Viajes de Sullivan. El director que, harto de hacer comedias, decide mezclarse con la gente para hacer un drama social y descubre por las malas que el arte es también un bálsamo para el sufrimiento. No sólo es eso, pero también es eso. El arte es, supongo, un tablón de náufrago.
Re-cito a Wilde: All art is quite useless. Bastante inútil, no completamente inútil. No vale para nada concreto, nada que se pueda tocar, señalar. Es algo muy vago. Nos ayuda a enfrentarnos a la muerte, nos explica nuestra condición humana, plantea preguntas, inquietudes, y, a veces, trata de dar algunas respuestas. Contradictorias e inconsistentes, quizás, como los seres humanos que las crearon.
Después el arte se subdivide en una serie de disciplinas que, para llegar a un mismo fin, usan técnicas y herramientas diferentes. Cine, música, pintura, fotografía, cómic, escultura,etc... En ellas este ying-yang del placer estético y el conocimiento y explicación del mundo tiene una dosificación distinta.
Y queda el tema peiagudo del baremo de calidad, lo que para mí es una mierda (el tío ese que sólo pinta gordos, los tres tenores, Antonio Gala), a otros les satisface esas necesidades de las que hablaba. En Ciencia hay unos baremos objetivos para decidir qué es y qué no es ciencia, si no se usa el método científico no es ciencia. Así, la astronomía es una ciencia, la astrología es una superchería. ¿Pero el arte? Siempre podemos hablar, simplemente, de mal arte y buen arte. Bisbal es caca y Thelonious Monk es la puta gloria celestial, pero, eeestoo, sí, ambos son música. Creo que así vale.