La serie se produjo en 6 años de laboriosa producción y contó con un elevado presupuesto, y presenta la historia de la más grande forma artística americana. Más que la historia de este tipo de música, la serie se centra en la vida e historia del siglo XX, sobre todo en América, pero también alrededor del mundo, una arte que ha afectado al arte y al comercio, que es virtuosidad y colaboración, que se disfruta igual en individual como en comunidad, y que es una confluencia de culturas. "Jazz" está estructurado cronológicamente, parte de principios del año 1917 en Nueva Orleans, y llega hasta nuestros días. La serie está contada a través de biografías de los hombres y mujeres que crearon esta música, y analiza cómo han afectado momentos históricos como la Gran Depresión, la Guerra Civil americana, la II Guerra Mundial o la época de postguerra en estas creaciones musicales. El programa sigue el recorrido de las más grandes figuras del jazz, como Duke Ellington, Billy Holiday o Miles Davis. La serie combina de manera emocional y dramática material de archivo junto con valioso material cinematográfico, . Con un periodo de 6 años de producción y con un alto coste de producción.
http://www.pbs.org/jazz/
http://www.legacyrecordings.com/kenburnsjazz/flash.html

El documental se remonta hasta principios del siglo XIX para conocer los orígenes del jazz. El jazz creció en miles de lugares, pero nació en Nueva Orleáns, la ciudad de América más cosmopolita y musical del momento, donde el sonido de las bandas de música, la ópera italiana, los ritmos del Caribe, y los "minstrel shows" llenaban sus calles. A esta ciudad llegaron dos nuevos estilos de música, dos estilos sin los cuales no hubiera existido en jazz. El primero creado por los pianistas negros en las ciudades del Medio Este, que era alegre, propulsor e irresistible, sacado de las canciones espirituales afro americanas y de los juglares, música folclórica y marchas militares, todas ellas ajustadas a ritmos frescos, al que se le denominó ragtime. El blues, el hermano profano de la música sagrada de los iglesias bautistas negras, llenas de llamadas y respuestas, gritos y gemidos, exhortaciones y significado, sería el segundo estilo. Esto dio lugar al Jazz, su unión suponía tocar con el sonido espiritual de la iglesia y también con el sonido seglar del blues. Los músicos que entendían ambas cosas y conseguían ponerlas juntas en sus trompetas, para poder representar a ese "Ángel" y "Demonio", fueron los que crearon realmente el jazz. Buddy Bolden, Jelly Roll Morton, Sidney Bechet, Freddie Keppard y la "Original Dixeland Jazz Band" serán los protagonistas de este documental. A través de imágenes de archivo reconstruiremos el ambiente de la época e intentaremos descubrir qué es el jazz y por qué se le llamó así.
Cuando el siglo XX ni siquiera tenía dos décadas, llegó al público, en 1917, el primer disco de jazz, pero el mundo ya había cambiado, y el jazz se había convertido en la banda de música del nuevo Mundo Moderno. Al terminar la Primera Guerra Mundial fue cuando entró de lleno la época del jazz. La historia del jazz se convirtió en la historia de dos grandes ciudades: Chicago, donde los músicos negros de Nueva Orleans encontraron fama y una nueva audiencia blanca. Y Nueva York, donde dos vecindarios muy distintos Times Square y Harlem, representaban a un grupo de músicos dedicados donde cada uno luchaba por encontrar su propia voz característica. El documental nos traslada a las primeras décadas del siglo XX, a la época de la ley seca, donde los clubes clandestinos se multiplicaron, especialmente en las grandes ciudades, y donde dos hombres comenzaron a destacar: Louis Armstrong y Duke Ellington. Tanto Louis Armstrong como Duke Ellington fueron bendecidos por los dioses con la habilidad y el talento suficientes que les convirtió en genios de la música y en estrellas de su época. Este programa nos dará la oportunidad de conocer la obra de estos dos hombres caracterizada tanto por su enorme cantidad como por su calidad.
El documental se centra en los años 1.935-37, cuando los efectos de la Gran Depresión aun se dejaban notar en la sociedad americana, y el jazz
se convertía en la música popular de América, y seguía prosperando ante los infortunios, convirtiéndose en el símbolo de la libertad americana que
intentaba elevar el espíritu y aumentar la moral de un país asustado. El jazz tiene ahora un nuevo nombre: Swing. Las bandas de jazz son ahora
los ídolos de los adolescentes, y de entre ellas destacan las de: Benny Goodman, Tommy Dorsey, Jimmie Lunceford y Glenn Miller. En Nueva
York Billie Holiday emerge de una trágica infancia para comenzar una carrera que la convertiría en una de las grandes vocalistas de jazz. Y en
Chicago, Benny Goodman y Teddy Wilson prueban, a pesar de la segregación, a tocar mano a mano con músicos blancos y negros en los
escenarios. Sin embargo, en el Savoy Ballroom de Harlem sólo hay sitio para el "Rey del swing". El programa concluye con la "Batalla musical del
siglo", celebrada el 11 de mayo de 1.937 en el Savoy Ballroom, donde más de 4.000 personas bailaron al ritmo del swing de Benny Googman y
Chick Webb.
A finales de los años treinta, el swing seguía siendo la locura nacional, seguía prosperando éxitos, mientras se acentuaba la crisis económica. En
Kansas City, se desarrollaría un estilo diferente al jazz, cuyo máximo exponente fue la banda de Count Basie. El saxofón emergería como un
instrumento-icono de esta música y serían dos grandes maestros los que brillarían con luz propia: el introspectivo Lester Young, bajo las ordenes
de Count Basie, y un más ostentoso Coleman Hawkins, sin duda el padre del saxo tenor en el jazz, en la banda de Fletcher Henderson. En esta
época no era muy frecuente que las mujeres fueran instrumentistas, pero algunas de ellas consiguieron convertirse en auténticas estrellas como
Mary Lou Williams, pianista, que estuvo trabajando durante algún tiempo con Benny Goodman. La década finalizaría con el nacimiento de nueva
estrella Ella Fitszgerald, Benny Goodman dirigiendo el primer concierto de jazz en el Carnegie May, y Duke Ellington convertido en todo un héroe
en el viejo continente, en medio de las preparaciones de la Segunda Guerra Mundial.
Cuando América entra en la Segunda Guerra Mundial en 1941, el jazz también forma parte de su arsenal. Las bandas de música se convierten en
auténticas animadoras para sus tropas, incluso muchos de sus líderes como Glenn Miller y Artie Shaw se alistan o viajan de base en base
realizando conciertos. En Europa, el jazz se convierte en un himno de esperanza, y músicos como el guitarrista gitano Django Reinhardt, siguen
tocando a pesar de la persecución a la que son sometidos por el régimen nazi. En un club de Harlem llamado Minston´s Playhouse, una pequeña
banda de jóvenes músicos, liderada por el trompetista Dizzy Gillespie y el saxofonista Charlie Parker, descubre una nueva forma de tocar, rápida,
intrincada y en ocasiones caótica, el sonido pronto será llamado "bebop" y, una vez que los americanos lo oigan, el jazz nunca será igual.
Mientras, Duke Ellington descubre a su compañero ideal, el joven compositor Billy Strayhorn, y juntos crean composiciones memorables.
Los años de posguerra traen a América un nivel de prosperidad inimaginable una década antes, pero la amenaza de la Guerra Fría mantiene a la sociedad en tensión. En el jazz, esta tensión será reflejada en los ritmos quebrados y las melodías disonantes del bepop. En Europa, el jazz es prohibido por los nazis aunque los grandes músicos continúan tocando, utilizando la música como un arma de resistencia. Para muchos americanos negros la situación es contradictoria: muchos de ellos se encuentran luchando lejos de casa por derechos que su propio país les niega. Mientras tanto, Duke Ellington estrena "Black, Brown and Beige" que habla de la vida de los negros en Estados Unidos. Por su parte, Louis Jordan populariza el llamado "rhythm and blues" y Charlie Parker y Dizzie Gillespie graban "Ko- Ko", dando paso al sonido "bebop". Charlie Parker, apodado "Bird", revoluciona el panorama musical de la época con sus ideas y técnicas, como ya lo hiciera Louis Armstrong un cuarto de siglo antes. Pero Parker no es el único innovador del bebop. Su antiguo socio, Dizzy Gillespie, intenta popularizar un nuevo sonido agregando showmanship y los ritmos latinos, mientras Dave Brubeck crea un nuevo sonido mezclando el jazz con la música clásica.
Las tensiones de la Guerra Fría se reflejan en los ritmos y melodías del bebop. Es el tiempo de Charlie "Bird" Parker. Sus improvisaciones, llenas de intensidad, su vida dominada por las drogas son imitadas por muchos músicos. Su compañero Dizzy Gillespie, trata de popularizar el nuevo sonido, sin embargo, las jóvenes audiencias están ahora rendidas a la voz de Frank Sinatra. El documental sigue también la trayectoria de Louis Armstrong, que ahora forma una pequeña banda con el nombre de "All Stars", a la que le prohíben tocar en Nueva Orleans. El promotor Norman Granz, por su parte, trata de romper las barreras raciales con una gira por todo el país exigiendo un trato igual para todos sus músicos.
Este episodio se centra en la primera mitad de la década de los años cincuenta, cuando una generación de músicos comandados por el arrollador genio de Charlie Parker se unen a favor de la innovación. El visionario pianista Thelonius Monk imprime su excéntrica personalidad para crear una música propia, mientras John Lewis y su refinado Modern Jazz Quartet crean un equilibrio perfecto entre la improvisación y la composición. Sin embargo, poca gente escucha ya el bebop. Los músicos californianos crean un nuevo sonido, dulce y sereno, llamado "cool jazz" y Dave Brubeck mezcla jazz con música clásica en un álbum que vendería un millón de copias: "Time Out". En 1955, devastado por la heroína, Charlie Parker muere con sólo 34 años. Mientras tanto, su antiguo colega, Miles Davis reconduce al jazz hacia una nueva dirección.
El documental se centra en los últimos años de la década de los años cincuenta, cuando América todavía estaba bajo los efectos de prosperidad del periodo de posguerra y los cambios seguían siendo evidentes. Las familias de clase media comienzan a trasladarse a los suburbios y la televisión se convierte en el pasatiempo nacional. Para el jazz, es también un periodo de transición, las viejas estrellas como Billie Holiday y Lester Young serán desplazadas por el talento de nuevos jóvenes, además, la música toma nueva dirección. En 1956, Elvis llega por primera vez a lo más alto de las listas, Duke Ellington supera su record de ventas. Nuevos artista emergen: el gran saxofonista Sonny Rollins, la diva del jazz Sarah Vaughan y el gran Miles Davis. Sus grabaciones con arreglos de Gil Evans expanden el jazz convirtiéndose en un auténtico icono cultural y el perfecto ejemplo de lo cool. Cuando los turbulentos Sesenta llegan, dos saxofonistas Jhon Coltrane y Ornette Coleman llevan al jazz a un nuevo terreno. Por primera vez, muchos comienzan a preguntarse, si esa música sigue siendo jazz.
Durante los años 60, el jazz comienza a estar en apuros. Los críticos dividen la música por "escuelas": Dixieland, swing, bebop, Cool bop, hard bop
y Free jazz. Sin embargo, la mayoría de la gente joven se siente atraída por el rock and roll, y aunque Louis Armstrong sigue vendiendo más que
los Beatles con su "Hello Dolly", la mayoría de los músicos de jazz no consiguen sobrevivir sólo de la música, por lo que muchos deciden dirigirse
hacia Europa, como el conocido saxofonista de bebop Dexter Gordon. A finales de los años sesenta proliferaron diversos estilos y géneros y el
aficionado al jazz disponía de un amplísimo abanico de ofertas, desde el tradicionalismo de Armstrong a la vanguardia de Cecil Taylor. El jazz
seguía siendo minoritario con público consolidado. Comenzaba a despuntar una nueva generación de músicos que seguía caminos diferentes,
unos tras la vanguardia y otros de regreso a los orígenes. Los años noventa confirmaron esas numerosas corrientes dispersas. El jazz no tan sólo
no ha muerto sino que, quizá, está más presente que nunca en la actualidad musical. El auge del rap, la recuperación del bebop, el revival del
soul, los éxitos comerciales del funk y sus derivados, la aparición de nuevas bandas al más puro estilo Nueva Orleans, la actualidad del blues o,
incluso, el éxito en las discotecas del acid jazz son síntomas de la buena salud de esta música, cuando ya ronda el siglo de existencia bajo el
nombre de jazz.
recopilatorios editados a raíz del éxito de la serie:
bon appetit