
La película más radical, original, extraña, y divertida que ha parido el cine francés en los últimos 30 años, con un humor absurdo y una austeridad formal dignas del mejor Kaurismaki o Roy Andersson.
Aunque no sepáis francés bajárosla porque el humor es puramente visual y contiene los números musicales más marcianos de la historia del cine, deja a los bailecitos de Hal Hartley a la altura del betún.
Imprescindible para todos los Mods y beatlesmaniacos del foro, y no solo por la maravillosa banda sonora, la parodia homenaje a Robert Bresson más deslumbrante que se ha hecho nunca, incluidas ostias bressonianas

Película de culto, y sino al tiempo.