AKERMAN Chantal
WEERASETHAKUL Apichatpong
FERRAZ Vicente
ABRAHAM Ayisha
BING Wang
COSTA Pedro
6 piezas 6 (y al menos un par de ellas verdaderas obras maestras) en las que algunos de los cineastas más radicales del mundo se esfuerzan por entender el mundo (unos), observarle alelados (otros) y aportarle leyendas (Costa).
Y aunque no sea la costumbre por aquí, y como baja mucho más rápido, lo subí al pandohace tiempo y todavía permanece en los servidores, aprovechad la bajada mientras dure. Pinchad en el enlace para tenerla en pocas horas.
Edito porque olvidé añadir que tiene subtítulos quemados al ripeo en inglés.
título original:
O Estado do mundo
País:
Portugal
año:
2007
Género:
docu-ficción
dirección:
Apichatpong Weerasethakul, Pedro Costa, Chantal Akerman
Duración:
105'
sinopsis:
Seis directores, seis miradas sobre el estado del mundo. Su conjunto platea un nuevo prisma de reflexión dinámica y radical, un espacio para interrogarse sobre el futuro...






Código: Seleccionar todo
AVI File Details
========================================
Name.........: O estado do mundo 2007.avi
Filesize.....: 1,000 MB (or 1,024,028 KB or 1,048,604,672 bytes)
Runtime......: 01:41:26 (152,154 fr)
Video Codec..: XviD
Video Bitrate: 1182 kb/s
Audio Codec..: 0x0050(MPEG) ID'd as MPEG-1 Layer 2
Audio Bitrate: 192 kb/s (96/ch, stereo) CBR
Frame Size...: 640x368 (1.74:1) [=40:23]
O Estado do mundo, un largometraje compuesto por seis películas de directores procedentes de todo el mundo. Se trata de un encargo de la Fundación portuguesa Calouste Gulbenkian que, en el marco de sus 50 años, organiza numerosos eventos culturales. Así, Luis Correia, el productor ejecutivo del proyecto para Lx Filmes, propuso a ciertos cineastas realizar una película de 15 minutos sobre el estado del mundo, sin otra limitación que no fuese la del presupuesto. «Tras recibir y visionar todos los cortometrajes», nos comentaba esta mañana tras la proyección, «me quedé impresionado de que todos hubiesen abordado temas tan cercanos entre sí: la memoria, la historia, la identidad. Esto funciona como una especie de caleidoscopio del mundo».
O Estado do mundo impresiona realmente, por su coherencia y su poesía. El tailandés Apichapong Weerasethakul firma el primero, uno de sus cortometrajes más brillantes, narrando un ritual de enterramiento al lado de un río, donde toda una familia se reúne para lanzar al agua las cenizas del difunto. Mientras otros han utilizado la tecnología digital, él se ha mantenido fiel a su cámara Super 8, que le ha permitido dotar a la imagen de su grano vibrante, y captar en el fluir del agua y, en los gestos de la ceremonia y en los rostros de todas las edades y de todos los sexos, la espiritualidad immanente que va más allá de la memoria del muerto. El brasileño Vincente Ferraz se une a la lucha de los pescadores de su pueblo contra la desaparición de su oficio y la transformación de su bahía en un cementerio marino. La cineasta india Ayisha Abraham dirige el retrato de un portero nepalés, exiliado de su país. A partir de éste, profundiza en la historia de este país en crisis, Nepal, presentando la ciudad en la que vive en plena efervescencia. En el caso de Pedro Costa, nos acerca a la historia de los desterrados de Cabo Verde en Lisboa, aterrorizados por una futura expulsión, inspirándose en una historia muy cercana a él y transformándola en una auténtica pesadilla. Wang Bing reconstruye, utilizando cámara al hombro y planos secuencias, un momento terrible de la historia de China, las torturas del régimen totalitario, en las dependencias subterráneas de una fábrica en desuso y en vías de destrucción. De esta forma, hace reaparecer a partir de este lugar condenado a desaparecer, los fantasmas que simbolizan la historia de su país. Finalmente, la belga Chantal Akerman en dos planos fijos, capta, en la bahía de Shangai, la histeria moderna: inmensos edificios recubiertos de pantallas y de imágenes intermitentes, que representan «el estado del mundo, unido a la profusión de sonidos e imágenes, donde todo se muestra y desaparece a la vez», comenta. A lo largo de toda la obra se percibe el deseo de inmortalizar una identidad cultural como si estuviese condenada a desaparecer del mundo y de este modo también de la imagen. Pero paradójicamente, los motivos en torno al agua y a la tierra que circulan de una película otra, coinciden en subrayar lo esencial, sobre lo que, en definitiva, reposa, inmutable, el estado del mundo.
Con un presupuesto de más de 300.000 euros, O Estado do mundo es una producción enteramente portuguesa de Lx Filmes para la Fundación Gulbenkian, que será distribuida en Portugal por Midas, en Francia por Pierre Grise Distribution, así como en Reino Unido y en Escocia. Las negociaciones para la adquisición de los derechos a nivel internacional están actualmente en marcha.