Malos tiempos para John Ford: el nuevo totalitarismo de la corrección política ha tomado el poder. Me gusta el buen cine, y por tanto me gusta el cine de John Ford y los westerns en general. Me parece que a pesar de haber sido rodadas hace tantos años plantean problemas eternos. Encima suelen estar muy bien escritas e interpretadas. El placer total. Uno de los problemas que plantean es como se desenvuelven los hombres en un mundo sin ley. Un mundo sin ley, desconocido, hostil, lleno de competidores sin escrúpulos y con ganas de sobrevivir... No creo que tales películas sean un canto a tal estado de cosas sino más bien nos cuentan como se las arreglaban para seguir adelante.
John Ford plantea en sus películas situaciones complejas y extremas que atormentan a sus protagonistas. Y sus pasiones no siempre son positivas. Por eso los simples le acusan de fascista. Cosa que por cierto no fue nunca. Y cuando tuvo que dar la cara la dio: en la caza de brujas sin ir más lejos. Y sus héroes son a veces ásperos, irritables, obstinados pero también leales, íntegros en sus ideas, saben perder (algo muy fácil de decir y muy difícil de soportar para cualquiera) y dan un gran valor a la amistad. En el lejano Oeste de John Ford no es el capitalismo el que gana abiertamente sino las familias y las pequeñas comunidades, mas preocupadas por la tierra que por el dinero, más por la seguridad que por el comercio. Y, en tales circunstancias, con toda razón. Por eso Ford no piensa en el capitalismo sino en las condiciones del capitalismo. ¿Ford fascista? Visionar sus últimas películas “El sargento negro” ,“ El hombre que mató a Liberty Valance”, “El gran combate”, “Siete mujeres”.¿Ford fascista? Demasiado complejo para los simples.
“ mi principal inspiración fue ver, cuarenta veces La diligencia (Stagecoach, 1939)
y que para aprender el arte cinematográfico me fijé en los grandes directores,
es decir, en John Ford, John Ford y John Ford”.
Orson Welles.
