Mirando el dedo: ¿Qué ocurrió entre tu guión y mi vida?

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alegre
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Mirando el dedo: ¿Qué ocurrió entre tu guión y mi vida?

Mensaje por alegre » Mar 02 May, 2006 13:53

O dicho de otra forma: Apunte para comprender mejor Peppermint Candy de Lee Chang-dong

Repasando la filmografia de este director que Pequod nos regaló, me acojo a su comentario de presentacion:
Lee desarrolla sus películas dentro del díptico historia / Historia, la evolución de la vida
personal del protagonista dentro de la transformación de la sociedad coreana.
Tal vez donde mejor se aprecie este recurso es en Peppermint Candy, una aproximación sobre las
consecuencias del ingreso a una economía capitalista por parte de Corea
(dentro de ese fenómeno económico que englobó a los "tigres asiáticos").


He tenido ocasión de leer este articulo sobre Corea y aunque advierto que es prolijo resulta muy interesante y aleccionador.

De repente recordé la película de Peppermint Candy ya que refleja parte de o que el articulo comenta.Bien es cierto que en la película será mucho más claro para un coreano de cepa que para nosotros.

En su viaje retroactivo el personaje recuerda su epoca militar y ahora comprendo que aunque completamente descafeinado, esta hablando de estos hechos( en negrilla):
De la dictadura de Park Chung Hee a la de Chun Doo Hwan

A lo largo de toda la dictadura de Park, a pesar de la represión, estallaron grandes movimientos de protesta en los que los estudiantes desempeñaron un papel de primer plano. Es el caso, en particular, de las grandes manifestaciones de 1965 contra la firma del tratado de paz con Japón, y en 1972 contra la promulgación de la ley marcial y la nueva constitución que permitía al dictador seguir en el poder hasta su muerte.

Las manifestaciones de estudiantes de octubre de 1979 desencadenaron una crisis del régimen que se saldó con el asesinato de Park Chung Hee. Una gran manifestación de estudiantes en la ciudad industrial de Pusan, el día 16 de octubre, derivó en un enfrentamiento con la policía al día siguiente. El gobierno proclamó de inmediato el estado de excepción en la ciudad y envió una división de infantería. A pesar de esta medida, las manifestaciones se propagaron a otras ciudades, como Masan, también industrial y sede de muchas empresas exportadoras. Numerosos obreros se sumaron a las acciones en la calle y Park declaró el estado de sitio también en Masan. Durante los cuatro días de enfrentamiento fueron detenidas 4.207 personas. Las manifestaciones se extendieron a la capital, Seúl [25]. El 26 de octubre, el dictador fue abatido por los disparos de su colaborador más próximo, Kim Jae Kyu, director de la KCIA, la Agencia Central de Informaciones de Corea, que había juzgado que desembarazándose de Park sería posible controlar la situación.

Al día siguiente de la muerte de Park, el ejército estaba dividido: un sector insinuaba la perspectiva de cierta «liberalización» del régimen, pero la movilización proseguía. A principios de diciembre de 1979, la mayor parte de los presos políticos (algunos purgaban largas penas de prisión) fueron liberados. El 12 de diciembre, golpe de teatro: el mayor-general Chun Doo Hwan intentó con éxito un putsch en el seno del ejército, hizo arrestar a su principal rival, el general Ching, y tomó el control total del ejército. La movilización proseguía. El 14 de abril de 1980, Chun Doo Hwan, que conservaba sus funciones de jefe del ejército, fue nombrado director de la KCIA por el jefe del Estado. Y la movilización proseguía. El retorno a la dictadura militar abierta tuvo lugar el 18 de mayo de 1980. Se desencadenó una brutal represión: todos los jefes de la oposición fueron arrestados, lo que provocó grandes estallidos sociales cuyo punto culminante fue la insurrección urbana de Kwangju.

Inmediatamente después de la promulgación de una nueva ley marcial, el 18 de mayo de 1980, varios miles de estudiantes de la universidad de Chonam en Kwangju salieron a la calle. El gobierno envió regimientos de paracaidistas, que asesinaron a manifestantes, entre ellos a chicas jóvenes, con las bayonetas. Al día siguiente, más de 50.000 personas se enfrentaron con el ejército, muriendo 260 de ellas en el curso de los combates. Después de cuatro días de lucha encarnizada, el número de insurgentes llegó a los 200.000, en una ciudad de alrededor de 750.000 habitantes, y, finalmente, tomaron el control de la ciudad. Los amotinados, enfurecidos porque las emisoras de radio no informaban sobre su lucha, debido a la censura impuesta por la ley marcial, las incendiaron. Se apoderaron de las armas abandonadas por el ejército en su repliegue y organizaron comités de control y de administración de la ciudad. El 23 de mayo, toda la provincia de Cholla, en el sur del país, estaba en manos de los estudiantes y de la población sublevada.

Los estudiantes de Kwangju se apoderaron de autobuses y camiones y, armas en mano, se dirigieron a las otras ciudades, una tras otra, propagando el movimiento. Mientras nuevas tropas gubernamentales se aproximaban a Kwangju, los insurrectos constituyeron un comité de crisis a fin de negociar con las autoridades encargadas de imponer la ley marcial. Exigían que presentaran excusas al pueblo de Kwangju por las atrocidades cometidas, que pagaran indemnizaciones por los heridos y muertos, que no tomaran represalias, que los jefes militares no hicieran avanzar las tropas hasta que se llegara a un acuerdo. A pesar de estas negociaciones, unos 170.000 hombres tomaron por asalto la ciudad al alba del día 27 de mayo y la ocuparon. Varios centenares de estudiantes y vecinos de la ciudad murieron en el combate [26].
La represión, que se efectuó con la bendición del ejército estadounidense y de Washington [27], alcanzó, en los meses siguientes, a todo el país. Según un informe oficial con fecha del 9 de febrero de 1981, más de 57.000 personas fueron apresadas con ocasión de la «Campaña de purificación social» puesta en marcha en el verano de 1980. Cerca de 39.000 de ellas fueron enviadas a campos militares para una «purificación física y psicológica» [28]. En febrero de 1981, el dictador Chun Doo Hwan fue recibido en la Casa Blanca por el nuevo presidente de los Estados Unidos, Ronald Reagan [29].

Decimotercera conclusión: Un potente movimiento social antidictatorial encabezado por los estudiantes se enfrentó a la dictadura. Después del asesinato de Park (octubre de 1979) y un breve intervalo democrático, se implantó una nueva dictadura feroz, que desencadenó una sangrienta represión en mayo de 1980, con el apoyo de Washington y de Tokio.
Supongo que el director dará por supuesta la memoria historica del pueblo coreano y la pincelada historica en su película se convierte de esa manera en la estela mortuoria de homenaje a aquella gente.

Si es así, le saludo como persona lo que ya le habia saludado como director en sus dos excelentes películas Peppermint Candy y Oasis.

filmo de pequod
hilo de peppermint por koki
hilo de Oasis por figure8



Un saludo

PD Bibliografia

Corea del Sur: el milagro desenmascarado



Entrevista a Myeung Kye-nam
El Kitano de Corea

Enormemente popular en Corea por su trabajo en el cine y la televisión, Myeung Kye-nam dedica sus mejores esfuerzos a producir y sostener el mejor cine de su país y a los jóvenes directores. La comparación con Kitano salta a la vista, aunque también las diferencias. Personaje inquieto y movedizo, la gracia y el carisma de Kye-nam devienen de una comicidad parcialmente involuntaria y, simultáneamente, de la sensación de que la máscara del clown oculta una personalidad poderosa. En KV, fue el centro de gravedad de la delegación coreana, el referente silencioso cuya autoridad era tan extraoficial como indiscutible. Pero, a diferencia de Kitano, Kye-nam parece un carácter más triste que trágico y la mezcla de inocencia y determinación que lo caracteriza no remite a un trasfondo de violencia análogo al del japonés.

¿Cómo se siente aquí, donde la gente no lo para por la calle como en Corea?

Bien, en Corea todos me reconocen y me falta privacidad. Acá puedo hacer lo que quiera, como tirar basura en la calle… Pero la verdad es que comencé a ser famoso solo hace siete u ocho años. Antes era un actor de teatro y nadie me conocía. Cuando era chico nunca soñé con la fama y no me importa demasiado. Es lindo que me pidan un autógrafo, porque significa que les gusto. Solo en ese nivel me interesa, es algo estrictamente humano. Pero de todos modos no tengo un manager, uso el transporte público y ando por ahí.

¿Es verdad que quiso ser sacerdote?

No exactamente, pero hay algo de eso. Desde chico me preocupó que la gente se peleara cuando puede entenderse, y lo mismo con las naciones. Quise aprender a reflexionar sobre ello desde un punto de vista filosófico. Así que en la universidad estudié filosofía de la religión y después teología. Luego conocí un grupo de teatro y descubrí que unir a la gente desde un punto de vista emocional no era demasiado diferente de estudiar religión, convertirme en un cura o hacer lo que hago ahora.

¿Cómo llegó al cine?

Es una larga historia. Para hacerla corta, un día unos amigos me invitaron a visitar un rodaje en el que trabajaban. Uno de ellos era Lee Chang-dong, que por entonces era novelista pero había conseguido un trabajo de guionista y asistente de dirección. El director me terminó ofreciendo un papel en la película y acepté. Como filmábamos en una isla, aislados de todo el mundo, tuve varios meses para hablar con mis amigos, que me convencieron de que el cine permite llegar a más gente. De que si uno quiere hablar de los problemas de la sociedad o del mundo, es mejor hacerlo para una audiencia potencialmente universal.

Pero ¿cómo terminó siendo productor?

Bueno, es curioso, porque yo no entendía cómo se hacían las películas ni conocía el mundo del cine. Pero resultó que Lee Chang-dong quería hacer una película y yo estaba seguro de que si la hacía él iba a ser buena. Así que le pregunté a un conocido que trabajaba en la industria del cine cuál era la persona que más podía ayudar a un director y me contestó que era alguien llamado productor. Por lo tanto, decidí ser productor. Yo tenía unos ahorros y fui a ver a mi agente teatral y le dije: desde este momento tenemos una compañía que se llama East Films y esta es la oficina. Así hicimos Green Fish, la primera película de Lee.

Su entrada en el cine coincidió con el reciente auge del cine coreano. ¿Cuál fue su papel en este boom y cuáles fueron sus causas?

Mi papel en el boom es irrelevante. En cuanto a las causas, yo diría que hubo tres. Una fue la creación del festival de Pusan, que fue una puerta abierta para que el cine coreano se empezara a conocer en el exterior y para que el público coreano conociera el mejor cine del mundo. El festival elevó el nivel de la audiencia y permitió a los directores tomar confianza en sí mismos. La segunda razón fue la batalla que se libró en Corea para mantener las cuotas de pantalla contra la presión norteamericana por suprimirlas. Esta fue una causa popular en mi país y promovió el deseo de la gente de ver películas coreanas, que alcanzaron niveles muy altos en la taquilla. La tercera razón es que en ese momento muchos jóvenes talentosos se volcaron al cine y robustecieron muchísimo la industria que hoy es un lugar donde vale la pena trabajar e incluso se consigue financiación. Hay una sinergia entre estas razones que explica el boom. Pero este es solo el comienzo, podemos esperar un crecimiento mucho mayor.

Por último, ¿se parece a Kitano o no?

Je, je. El es actor, yo soy actor. El trabaja en la televisión, yo trabajo en la televisión. El es director, yo no soy director. Yo soy productor, él no. No sé, no sé…

Publicado el 11/10/2001
http://elamante.com.ar/nota/1/1255.shtml
PEPPERMINT CANDY (1999)
D: Lee Chang-dong
R: Sol Kyung-gu,
Un tren marcha atrás sirve para unir siete segmentos en la vida de un hombre desde 1999 a 1979. No te dejes engañar por el título, este "caramelo de menta" es de los que dejan un sabor amargo en la boca. Su lucido repaso a la más reciente historia del país coreano, reflejada en la traumática experiencia de su protagonista magistralmente interpretado por Sol Kyung-gu, te atrapa desde el primer momento y lo convierte en uno de los film más apasionantes de la nueva hornada. PEPPERMINT CANDY fue el primer film autóctono elegido para inaugurar el Festival Internacional de Pusan antes de iniciar un largo recorrido por festivales internacionales y obtuvo cinco premios ( incluido los de director y película ) en los Grand Bell Awards del pasado año considerados como "los oscars coreanos".

http://usuarios.lycos.es/hellnation/korea3.html
Estreno
Los coreanos están de moda
Las producciones del país asiatico obtienen gran éxito entre su público y reconocimiento en festivales internacionales



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La cinematografía coreana tiene más de un siglo de historia, pero apenas se conservan obras anteriores a 1945. Después de la guerra, en 1953, Corea se dividió en dos partes: los comunistas se quedaron con el norte, y los capitalistas, con el sur. Las sucesivas dictaduras militares que gobernaron en Corea del Sur durante las décadas de los 60, 70 y 80 no impidieron la producción de infinidad de filmes inspirados por éxitos norteamericanos o de Hong-Kong. Pura y dura serie B populista.

Las convulsiones sociales de finales de los 80 propiciaron el surgimiento de un cine comprometido, nacionalista y crítico, rodado por los integrantes de la llamada Nueva Ola Coreana: Hong Ki-son, Bae Young-gyun, Chong Chi-yong y el Colectivo Changsan Kotmae, entre otros. A mediados de los 90, el cine coreano inició su definitivo ascenso a los Cielos de la mano de un puñado de jóvenes talentos capaces de compaginar comercialidad y autoría. La película de fantasmas Gingko Bed (1996), de Kang Je-gyu, fue el primer gran éxito de esta nueva etapa. Le siguieron Whispering Corridors (Park Ki-hyung, 1998), Mentiras (Jang Sun Woo, 1999), JSA (Park Chang-wook, 2000), Bichunmoo (Kim Young-jun, 2000) y muchos más.

Estos títulos se beneficiaron de leyes proteccionistas tales como obligar a los exhibidores a estrenar al menos un 40% de producto nacional o premiar a los productores con fuertes reducciones fiscales. Y no parece que esto vaya a cambiar. Ahora mismo, el Ministro de Cultura de Corea del Sur es Lee Chang-dong (1954), director de filmes como Peppermint Candy (2000) y Oasis (2002), ganador de cuatro premios en el Festival de Venecia.

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http://www.elmundo.es/metropoli/2004/05 ... 81407.html


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Las dos mejores películas que tuve oportunidad de ver en todo el festival —a las que habría que añadir a Erice en cuerpo y espíritu— fueron dos películas coreanas, lo cual tiene poco de extraño teniendo en cuenta mi nunca disimulada filiación por esta poderosa cinematografía. A la la mencionada Memories of murder habría que sumar la grandiosa Primavera, verano, otoño, invierno…y primavera, recién estrenada en nuestro país. En la actualidad conviven en Corea dos tipos dispares de cine, casi antagónicos, pero ambos comparten su alta calidad. De las películas comerciales de gran éxito en taquilla —como la propia Memories of murder— a los genuinos representantes del cine-arte como Kim Ki-duk, Hong Sang-soo o Lee Chang-dong.

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http://www.trendesombras.com/num2/fest_donostia2003.asp

Sobre Oasis y en una pagina de cine sobre discapacitados
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La película denuncia la no aceptación familiar y social de los minusválidos y mucho menos del amor entre ellos. El guión es del director, que en 2003 fue nombrado Ministro de Cultura de Corea del Sur y que en la 59 edición del festival de Venecia recibió el premio al mejor director, Moon So-ri recibió el galardón a la mejor actriz revelación, premio Marcello Mastroianni. Es una tierna y excelente película, una bella historia de amor.

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http://www3.usal.es/~revistamedicinacin ... rebral.htm
Que creo que se va ha merecer un hilo propio en DXC
Los directores que me enseñan a pensar me resultan admirables...
Los que trafican con mi pensamiento vendiendolo al mejor postor, sólo consiguen que desprecie toda su obra...
(Anónimo de principios del Siglo XXI)