
CINE-LIBROS 08-05-2005
Kurosawa y Mifune retratados en 'El emperador y el lobo'
La colaboración cinematográfica del director Akiro Kurosawa y el actor Toshiro Mifune dieron a la historia del cine 16 de los mejores clásicos del siglo pasado, ahora el libro 'La vida y películas de Kurosawa y Mifune. El emperador y el lobo' da una visión conjunta de estos dos grandes artistas.
Además de realizar un improvisada historia del cine japonés, la biografía desvela detalles inéditos hasta ahora, como fueron las tormentosas relaciones con los estudios cinematográficos y entre ellos, la crisis nerviosa del director en 'Tora! Tora! Tora!' y su intento de suicidio en 1971.
Según el autor del libro, Stuart Galbraith, el impacto del trabajo de los dos cineastas 'es innegable'; Akiro Kurosawa, el emperador, abrió, de la mano del magnético Toshiro Mifune, el lobo, la puertas del cine japonés a occidente.
Kurosawa está considerado uno de los grandes tesoros de la historia del cine, coescribió y dirigió una docena de obras maestras, como 'Los siete samuráis', 'Vivir', 'Trono de sangre', 'La fortaleza escondida', 'Tsubaki Sanjuro' o 'Rashomon', pero incluso sus películas más flojas tienen momentos soberbios de habilidad e inventiva, según el autor.
Mifune, con su magnetismo innato, inventó el personaje de 'pícaro guerrero errante', muy presente en la filmografía del mítico director japonés, que más tarde influiría en los trabajos de John Wayne o Clint EastWood.
Kurosawa y Mifune, iniciaron su colaboración con 'El Angel Borracho' en 1948, a la que siguieron 15 películas más. Su trabajo, comparado con el Western norteamericano, se basa en historias profundamente humanistas que trascendieron sin esfuerzo, culturas y siglos.
Esta asociación, mutuamente beneficiosa, llegó a su fin tras la película 'Barbarroja', cuyo rodaje se extendió un año, según el autor del libro 'los beneficios artísticos de trabajar con Kurosawa fueron superados por las preocupaciones financieras', el director japonés, a su vez, 'se sintió traicionado'.
Kurosawa falleció en 1998, nueve meses después que Mifune, y sus últimas películas nunca igualaron a 'Barbarroja'. Tras la ruptura, ambos experimentaron considerables dificultades, tanto financieras como personales.
El impacto personal de la obra de Kurosawa y Mifune trasciende el arte cinematográfico, faceta poco estudiada en el resto de las biografías y que finalmente se analiza en esta obra.
Terra Actualidad - EFE