BIN-JIP ("Hierro 3", Kim Ki-Duk 2004)
El sábado vi esta curiosa película. No voy a decir mucho porque creo que necesito verla de nuevo para hacerme una idea. Pero sí quería al menos decir un par de cosas y, sobretodo, dejar esta imagen de Escher que he puesto arriba que, de alguna manera, simboliza la confusa manera de ver que tengo ahora de Bin-jip (aunque quizás hubiera sido más acertada una viñeta del humorista Krahn, pero ahora no encuentro la adecuada):
Es una película muy abierta y, por tanto, muy sugerente. Lo que me invitó a pensar fue precisamente esta escheriana manera de concebir lo que es real y lo que no lo es. La manera más atractiva de ver Bin-jip es pensar que la película trata de 2 personas que se imaginan mutuamente. Es decir, el protagonista masculino vive una existencia desgraciada y, fruto de la necesidad, se imagina que existe una compañera que le proporciona la felicidad. La mujer, la compañera, sería lo mismo: una mujer que vive una existencia desgraciada y, fruto de la necesidad, se imagina que existe un compañero que le proporciona la felicidad.
Ninguno de los 2 es real o lo son los 2 o uno lo es y el otro no.
La posible infelicidad en la que vive sumergido el protagonista masculino quizás no sea tan clara de ver, al fin y al cabo se trata de un hombre frío como un témpano. Sin embargo, a bote pronto, se me ocurren un par de escenas que pueden dar pistas:
1) Hay una escena en que el chico se está masturbando en la cama mirando unas fotos de la chica. Es decir, se la está imaginando para alcanzar cierto grado de felicidad.
2) La continua fijación del chico por querer sacarse fotos junto a retratos de la gente que vive en las casas nos muestra claramente un anhelo de algo que no puede tener. Si deseara estar solo no sacaría esas fotos.
Los papelitos que cuelga en las casas son como "peticiones de socorro" que hace. Sin embargo vive en un mundo en que casi todos le han excluido, por eso los papelitos son tan claramente rechazados por muchos.
(Otra posible interpretación más animista de los papelitos sería que el protagonista masculino sería un "duende o deidad de las viviendas" que va comprobando qué casas necesitan su ayuda y qué casas no la necesitan.)
Se ha hablado mucho de "la reconversión budista" que parece estar teniendo la última trayectoria fílmica de Kim Ki-Duk. En esta película veríamos cómo ninguno de los protagonistas (hablando desde mi interpretación de "mutuamente imaginados") hace el menor esfuerzo por cambiar su vida en términos reales y físicos. Ambos son pasivos y echan mano de la evasión, la imaginación o, dicho de otra manera, cambian interiormente: ven el mundo de otra manera, lo interpretan de otra manera, se lo imaginan de otra manera para poder sobrellevar la carga que les ha tocado en suerte y así poder vivir en este mundo que, según el budismo, es un valle de lágrimas.
Posiblemente esta visión de "mutuamente imaginados" no sea la interpretación correcta de la película porque creo que Kim Ki-Duk le da más cartas de realidad a la chica, así que el personaje masculino sería el imaginario, pero de todas formas el director rueda todo de tal manera que deja abierta muchas puertas a la imaginación. Además esa manera en que está rodada, deja sugerir temas tan interesantes como los de los duendes, o deidades, que cuidan de nuestras casas o temas como los de la identidad: cómo son las personas, cómo nos gustaría que fueran, cómo nos vemos a nosotros mismos, cómo nos ven... en fin todo ese protagonismo de las fotografías da mucho juego.
La película es tan abierta que hasta podrías pensar que el malvado marido de la chica y el protagonista masculino son, en realidad, la misma persona. Solo que uno es la real y la otra la manifestación deseada de esa misma persona.
Desde este punto de vista, un posible cartel de la película, si cambiaramos los papeles (la mujer por el hombre y el hombre por la mujer), podría ser esta imagen dibujada por Krahn que me acabo de encontrar...

...en vez del cartel original de la película que es éste:

Por cierto, fijaros en el cartel original de la película, el que está flotando es el protagonista...y parece salir de la mente de la mujer. Esto eliminaría mi interpretación de "imaginarse mutuamente". Aunque siempre podemos pensar que el cartelista ha restringido otras interpretaciones de la película.
Claro que si miramos el cartel así:

...entonces ella parece salir de la imaginación de él.
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Otra manera de ver Bin-jip, una interpretación psicologista y alegórica...
Podría ser que cada casa que sale en la película en realidad fuera una mente humana. La chica y su marido representarían el conflicto, la lucha interior de una mente. El protagonista masculino podría representar el sentimiento del amor (es típico el uso de la frase: "el amor llama a tu puerta"). A veces rechazamos ese sentimiento (tiramos el papelito) otras veces dejamos que entre sin que nos demos cuenta.
Las fotos de la chica que se van viendo en la película serían imágenes que nos muestran el estado de ánimo de esa mente en ese instante.
El final de la película, las 3 personas conviviendo, sería una alegoría de una mente que ha alcanzado la paz interior. Una mente que ha conseguido convivir con sus demonios interiores (el marido).
Estas alegorías explicarían el porqué los protagonistas de la película se comportan de forma tan extraña (sin hablar y moviéndose como almas en pena).
No sé de donde era esta frase, creo que se dijo en relación con esta película... "hay hombres que son como casas vacías"
De todas formas este tipo de interpretaciones ya se han utilizado muchas veces para otras películas ("Carretera perdida" de Lynch, por ejemplo).
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Hay cosas que me han chirriado un poco, por ejemplo lo poco creíble del dolor que puede ocasionar un golfazo (tanto por el escaso dolor real que pueda ocasionar como por lo poco creíble de las actuaciones, interpretaciones sobre este tema). La película tiene un tempo muy adecuadamente lento y la verdad es que me choca la introducción del tema del golf de la manera que lo hace. Eso de dañar a golfazos tiene resonancias de películas gores orientales en donde hay asesinos en serie que matan repetidamente de las maneras más delirantes. No sé, ni siquiera como contraste me acaba de encajar.
Veo muy metido con calzador ese repentino interés del protagonista, cuando se encuentra en la cárcel, por esos ejercicios espirituales. No hay nada previo en la película que nos pueda sugerir ese repentino interés, no veo de donde sale.
...pero bueno, suspendo el juicio hasta un posterior visionado.
saludos