Esteeee... pues muuucho más soft de
lo que me esperaba.
Por ahora no sé cómo de memorable resultará, aunque el caso es que contiene imágenes que, al menos aisladamente, perduran en la retina ancladas a su metáfora. Pero el alcance del film se me antoja un poco corto. O tal vez yo no he desentrañado todo su significado.
Me ha parecido admirable lo muy bien parado que sale de su osada apuesta el director. Y me ha sorprendido lo muy fácilmente que consigue meternos en la piel, identificarnos, con
todos (así, subrayado) los personajes. Había momentos en los que se desataban algunas risas, entre nerviosas y buscadoras de alivio, en la sala. Pero cuando más se soltaron, desahogadas, fue al finalizar la película, supongo que porque la inesperada aparición de esos carteles con signos helénicos parecían insistir en el afán desubicador de Lanthimos

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