Pues no la veo peligrosa. Entre otras cosas, porque no creo que la cultura pueda ser opio para nadie. Otorga capacidad de discernimiento y crítica y, de todos modos, el concepto de "cultura" de Debord y el mío son algo disimilares. Vamos, que yo iba por lo ligero: literatura, cine, etc. Dirigido a quienes piensan que los clásicos, por ejemplo, son aburridos.
A quienes les interese, el libro de Debord para descargar está aquí:
http://www.sindominio.net/ash/espect0.htm
Y no depende de lo que cada uno entienda por cultura, ni de lo que entienda sobre la bondad o maldad de las diferentes manifestaciones artísticas o "artísticas" que vemos a diario. Por ejemplo: ¿Bisbal es cultura? Pues no. ¿Bach es cultura? Pues sí. ¿Que Bisbal forma parte de la cultura popular más que Bach? Pues también: creo que Debord andaba más o menos por ahí cuando hablaba del espectáculo y decía que éste "se muestra a la vez como la sociedad misma, como una parte de la sociedad y como instrumento de unificación. En tanto que parte de la sociedad, es expresamente el sector que concentra todas las miradas y toda la conciencia. Precisamente porque este sector está separado es el lugar de la mirada engañada y de la falsa conciencia; y la unificación que lleva a cabo no es sino un lenguaje oficial de la separación generalizada (...) El espectáculo, comprendido en su totalidad, es a la vez el resultado y el proyecto del modo de producción existente. No es un suplemento al mundo real, su decoración añadida. Es el corazón del irrealismo de la sociedad real. Bajo todas sus formas particulares, información o propaganda, publicidad o consumo directo de diversiones, el espectáculo constituye el modelo presente de la vida socialmente dominante. Es la afirmación omnipresente de la elección ya hecha en la producción y su consumo corolario. Forma y contenido del espectáculo son de modo idéntico la justificación total de las condiciones y de los fines del sistema existente. El espectáculo es también la presencia permanente de esta justificación, como ocupación de la parte principal del tiempo vivido fuera de la producción moderna. .
De todos modos, el debate es viejo: Adorno, Habbermas, las escuelas políticas, las teorías de la comunicación... destruyamos la cultura, construyámosla a nuestra imagen y semejanza...
Amos, que yo soy mu simple y lo que quería decir es que a mí me divierte más (pero mucho más, dónde va a parar) un Dickens que un Paulo Coelho, que me parece de un aburrimiento inclasificable. O, ya que estamos con cine, "Una historia verdadera" es infinitamente más divertida que "Una proposición indecente"...
(Ése era mi concepto de diversión: y los moderadores, que no me riñan por salirme del hilo, que ha sido por ánimo aclaratorio).
Sarmale, sin ánimo de ser peligrosa, al menos culturalmente.
(Joder, desde los tiempos de la Facultad, que nadie me nombraba a Debord: como encuentre a Baudrillard por aquí ya sí que lo flipo...)