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por Piripiflautico » Dom 01 Feb, 2009 04:43
Revolutionary Road está bien, pero interesan bastante más las ideas que la ejecución en sí. Es la peli más seria y rigurosa de Mendes, la más amarga de calle, pero todo se desarrolla a partir de las típicas discusiones a gritos con los típicos diálogos de reproches oídos mil veces y con las típicas interpretaciones que es tan difícil creerse. Y si ya entras en cosas como el personaje del loco, ése que va explicándonos a los espectadores lo que debemos pensar acerca de la pareja protagonista, pues empeora más todavía. Pero bueno, al lado de Slumdog Millionaire, Frost/Nixon y similares yo creo que es incluso buena.
Ahora acabo de ver W, la peli de Oliver Stone sobre Bush, y me ha parecido bastante extraña...esperaba una especie de sátira o de comedia con un humor muy subterráneo, en plan Fargo por ejemplo, y es más un biopic en toda regla. La parte dedicada a la Guerra de Iraq, prácticamente el único gran tema político abordado la película, queda muy coja, sobre todo por el patético didacticismo de la escena de la reunión en la que deciden invadir Iraq (prácticamente Cheney les tiene que explicar la situación geopolítica a todos los presentes en la habitación, y de paso a los espectadores). Y luego evidentemente tiene esas cosas típicas de Oliver Stone (y supongo que en parte forzadas por la necesidad de resumir), ese montaje ventajista en el que a la escena en que Bush proclama que la Guerra de Iraq ha acabado y los EEUU han vencido, le suceden diversos insertos de la TV en los que se muestran imágenes del caos, se habla de la insurgencia, de los suicidas, del considerable número de norteamericanos muertos hasta la fecha en Iraq, etc.
El resto no está tan mal, y me pareció interesante la narración de todos esos años en los que Bush no consigue vivir de acuerdo a los estándares marcados por su padre. También hay un par de momentos cómicos interesantes, como por ejemplo los discursos de Bush, los comentarios de algunos periodistas que aparecen de vez en cuando, o el contrapicado que muestra al presidente con una especie de halo divino en la cabeza (formado por las lámparas de la habitación) mientras dice lo de "God bless America".
Pero bueno, que en general me ha interesado más la parte que trata sobre su vida previa a la presidencia, sobre su lado "humano". E incluso deja a Bush como un personaje entrañable y del que compadecerse, un eterno monigote en manos de los demás, aunque no sé si en esta impresión habrá influido Josh Brolin, porque ya en Milk su personaje era el que me resultaba más cercano. Muy bueno el momento en el que reflexiona sobre esas arrugas que le han salido en la frente casi sin que se diera cuenta, sobre lo rápido que ha pasado todo, por así decirlo. Y mola el final, alejado de la política y con Bush simplemente viendo un partido de béisbol, aquello que en realidad le gusta (y no "ser presidente") a una persona simple como él, casi un niño grande todavía. Eso sí, no entiendo que significa eso de que en el último momento de su ensoñación desparezca el ruido de fondo y se quede como estupefacto, quieto mientras la cámara hace un zoom a sus ojos. ¿De qué iba eso?