"Dreamgirls", de Bill Condon.
a) Bueno... nunca pagaría por ver una biografía de las
Ronettes, o de las
Supremes, o de quienes quiera que sean. Su vida, lisa y llanamente, me la pela. Los biopic de Hollywood siempre son casi hagiografías y las de los músicos además parecen calcadas con el mismo esquema ("
Ray", "
En la cuerda floja").
b) No hay tiempo de ir a los Renoir ni Alphaville. Así que toca ir al UGC del Nassica a la sesión de las 16h. "
Babel" ya ha empezado... sólo queda "
Dreamgirls"... ¡Anda! ¡Si es de Bill Condon!. Bueno, después de "
Dioses y Monstruos" se merece cualquier sacrificio.
c) Vista la peli (doblada

). Y disfrutada

. Mucho más disfrutada, claro, con sonido "
de cine", aunque la imagen del UGC era una
p*** mierda !!. Me recordaba a esa ediciones de alquiler que nos están colando (caso "Superman").
Muy, pero que muy emocionante la interpretación
vocal de Jennifer Hudson. ¡Por Dios Santo Bendito que aún se me ponen los pelos como escarpias cuando me acuerdo de su númerito en solitario!! (hacia la mitad de la peli).
Se nota la mano de Condon. Personajes con volumen (¡muy bueno también Eddie Murphy!) y unas
contextualizaciones -sociales y temporales- ajustadísimas.
Como dije al principio, me la pela todo parecido con la historia real -ignoro si lo pretende, aunque lo dudo, puesto que está basada en un musical-, y me quedo con la intensidad que desprende. Es... epidérmica. Viva, entusiasta y apasionada.
Para bebersela de un trago. La olvidaré pronto, seguramente, porque no es una historia con alcance, pero sin duda que se quedarán grabados en mi retina algunas imágenes de -creo- Detroit y, sin duda,
ese número de la Hudson. Igual que esos últimos fotogramas de
Dioses y Monstruos con Brendan Fraser imitando al monstruo de Frankenstein bajo la lluvia... cuando sale a tirar la basura.
Una lástima, eso sí, que la música... flojee. Uno no puede evitar compararla con la original (las canciones de las Supremes, de James Brown, de Wilson Pickett) y se queda en imitaciones. Logradas, pero imitaciones.