Otra cosa es lo que pienso de las adaptaciones al cine de sus obras: todas y cada una de ellas (a falta de ver la última) son una completa porquería. Quizá salve un poco Cachito, en donde aparece un magistral Sancho Gracia en estado de ídem. El resto podría incinerarse y nadie lo echaría en falta.
Cuando leí que el guión de la película pretendía condensar en dos horas y poco toda la serie completa, me pregunté si alguien se había vuelto loco. Cuando supe que estaban Unax Ugalde, Elena Anaya y Eduardo Noriega en el reparto perdí toda esperanza. Cuando supe que Blanca "7 vidas" Portillo interpretaría al inquisidor Bocanegra, constaté que hay demasiada coca en nuestro cine. Pero cuando leí al propio Pérez-Reverte elogiando el producto final, instando a la gente a pasar en masa por taquilla, el olor a boñiga se hizo insoportable.
Recuerdo bien un artículo suyo en el semanal en los días del estreno de ese mojón llamado Gitano. El tipo hasta llegaba a glosar las virtudes interpretativas de Joaquín Cortés, por no hablar de que ponía al director a la altura de Orson Welles. Luego, ví la película.

Esta vez no me pillan.
Un saludo.