Salò o los 120 días de Sodoma: La verdad es que me cuesta decir que la película no me disgustó tanto, teniendo en cuenta los antecedentes que tenía... Y digo que me cuesta porque es realmente desagradable. Es muy dura, mucho, pero soporto mucho menos una película en la que el director te da su punto de vista mascadito y con intenciones claramente
didácticas (eso no lo soporto, no me gusta el proselitismo barato), que una donde el director muestra sus inquietudes al fin y al cabo, pero dentro de una historia concreta. No me gusta que se banalice al espectador. Así que si él escoge su manera de criticar a la burguesía, al fascismo, y a esta mierda de mundo en definitiva de esa forma, pues bienvenido sea. Otra cosa es que la peli sea asquerosa. Lo que quiero decir es que no creo que su intención fuese la de transgredir, sino que no encontraba otra forma de expresar lo que sentía que ésa. Claro que extrapolarme al 75 tampoco me es fácil, dejémoslo en que la vi en horas taciturnas y la música de Morricone me gustó y por eso fui más receptivo
Charada: vuelvo a comprobar que Cary Grant era un gran actor de comedia casi a los 60 tacos, no sé cómo no vi esta peli antes, están los dos magníficos.
Bloody Sunday: igual que en otras pelis me gusta la cámara en mano y la pinta de reportaje televisivo creo que este tema se merecía un tratamiento distinto. Personalmente no me ha gustado cómo Paul Greengrass ha resuelto la peli, existen una serie de cortes (fundidos en negro continuos que van pasando de los manifestantes al ejército británico) que creo cortan mucho el ritmo de la historia. Por lo demás, entretenida, y quizá un tanto maniquea.
Saludos.