
Breve reseña de RWF:
Rainer Werner Fassbinder. Chaqueta de cuero, gafas de sol, sombrero, bufanda, camisa por fuera de los pantalones vaqueros, botas altas, cigarro en mano. Amable, brutal, cariñoso, cínico, solidario, egocéntrico, depresivo. Crítico, sincero, transgresor, polémico, descarnado, suicida. Creador.
Catorce años de vida profesional. Treinta obras de teatro dirigidas y escritas o adaptadas por él. Cuatro producciones radiofónicas. Dos cortometrajes. Veinticuatro películas para cine. Diecisiete para televisión (cuatro de ellas fueron series que, en conjunto, suman un total de veintitrés episodios). Cuatro rodadas en formato vídeo. Productor/co-productor y guionista de la gran mayoría de sus películas, casi todas basadas en ideas originales. Llevó a su propio terreno las adaptaciones literarias o teatrales de su obra fílmica (Marieluise Fleisser, Theodor Fontane, Nabokov, Genet, Franz Xaver Kroetz, Daniel F. Galouye, Henrik Ibsen, Oscar Maria Graf, Clare Booth). Llegó a encargarse de la fotografía y la escenografía de algunos de sus films. Participó en el montaje de casi todas sus obras bajo el seudónimo de Franz Walsch. Actor protagonista, secundario o figurante en sus propios films y en los de otros autores. Productor de tres películas ajenas, participando en el montaje de las mismas (La ternura de los lobos de Ulli Lommel, Juego de los perdedores de Christian Hohoff) y en el guión (La sombra de los ángeles de Daniel Schmid).
La vida como exceso. Pasión enfermiza por el trabajo. Sexo. Drogas en cantidades desorbitadas. Alcohol. Adicción a los somníferos. Mezclas explosivas: "Cada cual debe decidir si es mejor llevar una vida breve pero intensa o larga y rutinaria", decía. Eligió vivir intensamente y murió joven, pero dejó como legado su arte, a través del cual Rainer vive porque en su caso resulta imposible distinguir al hombre del artista. Sus películas son él. En ellas plasmó hasta el más íntimo de sus pensamientos. Su personalidad se vislumbra en cada plano.
El melodrama salvaje. Cuando llevaba dos años dirigiendo cine y diez películas a sus espaldas, se dio cuenta de que el lenguaje que hasta entonces había utilizado para expresarse se interponía entre él y su público: aunque muy bello y tremendamente original, resultaba difícil y muy privado. Entonces descubrió el cine de Douglas Sirk, sintió necesidad de abrirse al público y sin dejar de ser él mismo abrazó el melodrama, género por entonces en decadencia al que insufló aires renovadores imponiendo una distancia entre la puesta en escena y el espectador. En sus obras, los sentimientos y emociones humanas estallan como consecuencia de la tensión y la violencia que rigen las relaciones entre las personas en una sociedad de la que son productos y que debe cambiar. Imágenes de encarcelamiento, claustrofobia, espejos, metáforas visuales sobre la crucifixión. Utopía negativa de la liberación: mostrar el exceso sin plantear soluciones para que el espectador reflexione sobre aquello que ve y sea él quien las tome. Puede que, en definitiva, el cine de Fassbinder no sea tan pesimista.
Un poco como su admirado Theodor Fontane, el maestro alemán combatía la sociedad en la que vivía pero, a la vez, necesitaba ser aceptado por ella. Quizás sus melodramas podían contribuir a hacer realidad su necesidad, pero lo cierto es que aunque la carrera comercial de muchas de sus producciones fue más que satisfactoria, Fassbinder y su cine resultaban incómodos para la conservadora sociedad alemana. Sus dardos apuntaban hacia todas direcciones (las clases altas, medias y bajas; las relaciones humanas; las facciones políticas de izquierdas y de derechas; la prensa sensacionalista; el pasado inmediato; el terrorismo) y llegó la hostilidad, el rechazo feroz, el odio, las amenazas de muerte e incluso la protección policial de forma permanente en alguna ocasión. Y todo por permitirse el lujo de opinar, de ser sincero, de hablar con las entrañas.
Cuando murió, muchos de los que le rechazaron en vida respiraron tranquilos. No era infrecuente escuchar expresiones del tipo "Por fin ha muerto el cerdo ese". Sin embargo, como ha ocurrido en tantas ocasiones, ha tenido que morir una persona importante para darse cuenta de lo que se ha perdido. Poco tiempo después del suceso y ante la evidencia de la consideración que tenía el autor entre la crítica internacional, Fassbinder se convierte en un valor de la cultura alemana. Llegaron los homenajes, el reconocimiento y subvenciones estatales a la Fundación que lleva su nombre para la conservación, restauración, reedición de nuevas copias y difusión de sus obras.
El cine de Fassbinder vive. No es difícil encontrar en las enciclopedias y estudios críticos la afirmación de que su muerte en 1982 supuso el fin de una época en la historia del cine. Sus películas, su particular lenguaje narrativo, su personalísima puesta en escena continúan siendo estudiados en las escuelas de cine. Personalidades importantes como Andrew Sarris han dictado cursos en diferentes Universidades sobre determinadas películas del autor alemán. Constantemente se organizan ciclos, retrospectivas sobre su obra en los circuitos de Arte y Ensayo de medio mundo. Tal es la fuerza, la vitalidad, la vigencia, la fiereza, la genialidad de su obra que el nombre de Rainer Werner Fassbinder figura con letras de oro junto a los grandes autores del Séptimo Arte que conforman lo que se ha dado en llamar "la modernidad cinematográfica".
Gracias por existir, amado Rainer: sé que estás ahí. Permíteme entonces saldar mi deuda contigo y deja que te dedique esta humilde obra personal, que no es más que una mínima expresión del amor y la admiración que siento hacia ti. [more]
Filmografia en IMDB | Sumario de 30 films de RWF (inglés)
[ Extraído de http://perso.wanadoo.es/rafamorata/contenido.htm ]