Otar Iosseliani [11/01/2006] (Director)
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Estoy traduciendo los subtítulos de tres films de este gran director. La caída de las hojas (¡Ya está lista!). érase una vez un mirlo cantor (llevo 20 minutos de película) y Pastoral (aún no hje empezado). Os los paso en cuantos los tengan. Saludos y feliz año.
¿Para qué hacerlo sencillo cuando es tan fácil complicarlo?
(Jean-Luc Godard)
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Creía que todo el mundo había muerto

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Ganas hay, pero silenciosas. Como el silencio es traidor, pues traiciona. Si fuera otra cosa, haría otra cosa. Ej.: Si el silencio fuera nadador, nadaría...
Ejem... muchas gracias por encender la luz, misinasa.
Extraído de:
http://www.cinematismo.com/cine-sovieti ... mgalobeli/
Ejem... muchas gracias por encender la luz, misinasa.
Iko shashvi mgalobeli (Érase una vez un mirlo cantor)


Fuente: Películas clave de la Historia del Cine, Claude Beylie, Editorial Ma Non TroppoEsta película no cuenta nada, aunque dice mucho sobre la vida cotidiana de una gran ciudad de la Unión Soviética, Tbilissi. Muestra sus exiguos apartamentos comunitarios, sus edificios oficiales demasiado grandes, sus cafés atiborrados, sus negocios pintorescos. Este film de encanto difuso, que describe puntillosamente un pueblo generoso, es completamente atípico: evoca la obra de un Pagnol poco locuaz o de un Fellini modesto; reenvía al Milos Forman que desconoce la amargura en Los amores de una rubia (1965); es una versión menos graciosa, pero más espontánea, de Jacques Tati. La película es tan atípica como su autor, Otar Iosseliani (nacido en 1934), que vacilo entre la dirección orquestal, las matemáticas y la mecánica antes de entregarse al cine. Leámoslo: “… cuando termino una película, sigo viviendo, me ocupo de mi familia, de mis asuntos, bebo, canto. Y cuando advierto que ya no queda comida en casa, entonces vuelvo al cine”.
Fácilmente adivina uno los puntos en común con Guia, que solo trabaja cuando ya no queda nada por hacer. Tras varias películas en la tierra natal (Giorgobistve, Tudzhi, 1966, Iko shashvi Mgalobei, Pastorali, 1976) el director (que declara sin miedo que no le interesan las temáticas sociales pues no es ni Dios ni demiurgo y no cree en consecuencia poder hallar soluciones) es forzado a partir. Deja entonces la Unión Soviética y se exilia en Francia. Su único objetivo, dice, es “fijar su felicidad o su ternura sobre la pantalla y transmitírsela a los demás”. En Europa dirige media docena de películas en casi veinte años: Los favoritos de la luna (1984), Et la lumière fut (1989), La chasse aux papillons (1992), Brigands, chapitre VII (1996), ¡Adiós, tierra firme! (1999), Lundi matin (2002). Todas ellas han obtenido recompensas sin que su autor haya cambiado en lo más mínimo su método: el de un poeta hedonista que celebra las cosas pequeñas y la gente sencilla.
Extraído de:
http://www.cinematismo.com/cine-sovieti ... mgalobeli/
Pastoral


La historia de un grupo de músicos que se traslada al campo para poder tocar fuera de la ruidosa vida de la ciudad es lo que cuenta Pastoral (1975), su última película georgiana.
Un saludo.Por su parte, Pastoral trabaja a partir de la simplicidad y se constituye en una comedia despojada de toda crítica social, pese a lo cual también fue censurada en la Unión Soviética como sus dos filmes anteriores.
Formalmente tanto La caída de las hojas como Pastoral transitan un sendero de continuidad estilística; la música está presente de manera constante en ambas, los diálogos se ubican en un segundo plano, para que el sonido ambiente genere en el espectador una sensación de cercanía considerable. Los planos son pausados, pero el movimiento de cámara no lo es, no obstante eso no descoloca a nadie; pasa de un personaje a otro, y el filme sigue transcurriendo, en un devenir constante hacia otra historia, que no será contada del todo.
Vale la pena mencionar que Otar Iosseliani deja en la boca un sabor dulce, de plenitud y de alegría; sin importar que digan sus personajes, se mueven siempre hacia adelante y todos dan con la nota exacta.
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