Mensaje
por penty » Lun 05 Jun, 2006 03:09
Para contribuir a la secreción de jugos gástricos.
Esta salsa es ideal para almejas (con perdón) o para un rodaballo (dos rodajas por persona)
Háganse láminas de dos dientes hermosos de ajo.
Tómese una cebolla gorda y hermosota (chulona mía) y píquese la pobrecilla con saña incontenida, hasta dejarla hecha cachitos minúsculos.
Tómese un pimiento verde y, aunque se resista, pártase por la mitad y píquese julianescamente una de las mitades, la otra se guarda para días de hambre y penuria.
De un ramillete verde y fresco de perejil, se toman unas ramitas y se picotean ab libitum.
Media guindilla o menos (optativa)
Téngase a mano una cucharada sopera (rasa) de harina.
Dispóngase cercano, procurando no bebérselo un vaso de vino blanco (albariño o buen ribeiro)
--------------------------------------------------------------------------------
En una cazuela amplia, con un chorro generoso de aceite de oliva (mejor virgen), se dejan dorar las láminas de ajo; cuando estén listas, se sofríen a fuego no demasiado vivo cebolla y pimientos. Cuando ambos estén pochados, se agrega la cucharada de harina, se revuelve locamente, evitando que se queme. Se añade el vasito de vino blanco. Más revolver, ahora lentamente, procurando que se evapore el alcohol. Conseguido esto, se añade un vasito de agua. Añadir sal al gusto, teniendo en cuenta que las almejas tienen un poco de sal (agua de mar retenida). Añadir el Kg. de almejas, que previamente habremos tenido una hora en agua con un poco de sal y DOS gotas de limón (no más de dos gotas), antes de echarlas a la cazuela, un agua bajo el grifo. Esperar que la salsa vuelva a ebullición. Añadir perejil y guindilla. Cuando los bichejos se vayan abriendo (todos), el problema estará resuelto y Vd. quedará como una reinona o reinón.
--------------------------------------------------------------------------------
De tratarse de un rodaballo, habremos pedido que nos lo limpien, descabecen y hagan rodajas.
Antes de empezar con la salsa, se sala y enharina el bichejo. Se fríe en aceite virgen hasta que esté medio crudo, medio frito, medio dorado. Se reserva en un plato. En el aceite usado para freír el bicho, se continúa con la preparación de la salsa, sólo un puñadito de almejas, como ya quedó explicado más arriba. Cuando esté la salsa, se añade el rodaballo y se deja cocer 10 ó 15 minutos, pinchar con un tenedor para comprobar. En todos los pasos, el fuego no demasiado vivo. No dejar que el bicho se pegue al fondo de la sartén o cazuela. Se garantiza el éxito. Naturalmente, añadir más agua, si fuese necesario.
___________________________________________________________
En fin, ya me imagino a Luroja, sonriendo por debajo del bigote, meneando la cabeza y, quizás susurrando, "jodíos aficionados". En todo, caso esta receta, hasta hoy, sólo ha pasado de boca de Penty a oreja de Penty, así durante miles de años, más o menos.