
Gillo Pontecorvo, considerado uno de los más importantes directores y autores del cine italiano de la posguerra, ha fallecido esta noche en el Policlínico Gemelli de Roma tras una larga enfermedad.
Nacido en Pisa hace 87 años y combatiente clandestino en la resistencia italiana durante la Segunda Guerra Mundial, Pontecorvo fue autor de películas como Kapo, La Batalla de Argel o Queimada y dirigió la Mostra de Venecia en los años de mayor relanzamiento de este prestigioso festival del cine italiano.
En 1966 obtuvo el León de Oro de la Mostra de Venecia gracias a La Batalla de Argel y fue nominado en dos ocasiones a los Oscar de la Academia del Cine estadounidense.
EFE
En realidad, Gillo había muerto cinematográficamente en 1980, tras filmar su último largometraje en España. ¡Qué tiempos aquellos en que la Academia de Hollywood nominaba hasta dos veces a un autor declaradamente comunista como él!
La mejor manera de rendirle un homenaje es revisar su obra. Aquí tienen los links:
LA GRANDE STRADA AZZURRA. 1957
viewtopic.php?t=48757
Con un Ives Montand en plena forma, que no necesito doble para las escenas acuáticas y un jovencísimo Terence Hill junto a Paco Rabal, tal como nos muestra la foto puesta por Karlugrath
KAPO. 1959
viewtopic.php?t=46292
Una interesante película de tema bélico que se adelanta a su época.
LA BATALLA DE ARGEL. 1966
viewtopic.php?t=26039
Su obra maestra. Imprescindible para cinéfilos, incluso para aquellos que no gustan del cine bélico.
QUEIMADA. 1969
viewtopic.php?t=44103
Tuvo suerte Pontecorvo de sobrevivir a esta película. Entre dos caudillos como Franco (que amenazó a United Artist para que cambiara el caribe hispano por el luso) y Brando (que se peleó hasta con la diseñadora de sus tupés) aún supo hacer una película que se deja ver por lo que ha quedado de ella.
OPERACION OGRO. 1980
viewtopic.php?t=13233
Película injustamente menospreciada que aconsejo sea revisada. Recrear el asesinato de Carrero Blanco en esas fechas pretejerinas requería una gran valentía, porque la Yijad Islámica con boina seguía matando como si su enemigo no fuera el Dictador sino la adolescente democracia. Gian Maria Volonte, Pepe Sacristán y Ennio Morricone por sí solos merecen la descarga.