¡Nunca has visto una película así!

TRAILER



Directed by
Rowland Brown
Writing credits
(in alphabetical order)
Rowland Brown (screenplay)
Rowland Brown (story)
Ben Hecht (uncredited)
Charles MacArthur (uncredited)
Courtney Perrett (screenplay)
Courtney Perrett (story)
Courtney Terrett (writer)
John Wray (additional dialogue)
Cast (in credits order) verified as complete
Spencer Tracy ... Daniel J. 'Bugs' Raymond
Marguerite Churchill ... Dorothy Stone
Sally Eilers ... Daisy De Lisle
Bob Burns ... 'Arkansas' Smith (as Robert Burns)
John Wray ... Kenneth Stone
Warner Richmond ... 'Nails' Markey
George Raft ... Jimmy Kirk
John Swor ... Contractor
Leon Ames ... Hood (as Leon Waycoff)
Produced by
William Fox
Cinematography by
Joseph H. August

ADVERTENCIA
La visión de esta película puede resultar demasiado impactante.
"Sólo soy un tipo con algo de inteligencia.
Demasiado nervioso para robar, demasiado vago para trabajar.
Pienso en lugar de los demás y hago que les guste.
Me doy cuenta de que los seres humanos tienen sus debilidades.
Y que todas las leyes del país se hicieron para proteger a la gente honesta.
Pero, ¿cuántas personas pueden decir que son honestas?
El crimen organizado es sólo... apropiarse de lo que otros tienen.
De un modo simpático."
Daniel "Bugs" Raymond

TRAILER



Directed by
Rowland Brown
Writing credits
(in alphabetical order)
Rowland Brown (screenplay)
Rowland Brown (story)
Ben Hecht (uncredited)
Charles MacArthur (uncredited)
Courtney Perrett (screenplay)
Courtney Perrett (story)
Courtney Terrett (writer)
John Wray (additional dialogue)
Cast (in credits order) verified as complete
Spencer Tracy ... Daniel J. 'Bugs' Raymond
Marguerite Churchill ... Dorothy Stone
Sally Eilers ... Daisy De Lisle
Bob Burns ... 'Arkansas' Smith (as Robert Burns)
John Wray ... Kenneth Stone
Warner Richmond ... 'Nails' Markey
George Raft ... Jimmy Kirk
John Swor ... Contractor
Leon Ames ... Hood (as Leon Waycoff)
Produced by
William Fox
Cinematography by
Joseph H. August

ADVERTENCIA
La visión de esta película puede resultar demasiado impactante.
"Sólo soy un tipo con algo de inteligencia.
Demasiado nervioso para robar, demasiado vago para trabajar.
Pienso en lugar de los demás y hago que les guste.
Me doy cuenta de que los seres humanos tienen sus debilidades.
Y que todas las leyes del país se hicieron para proteger a la gente honesta.
Pero, ¿cuántas personas pueden decir que son honestas?
El crimen organizado es sólo... apropiarse de lo que otros tienen.
De un modo simpático."
Daniel "Bugs" Raymond

Así de crudo y descarnado es el retrato que Rowland Brown realiza de Daniel "Bugs" Raymond, el mafioso interpretado por Spencer Tracy en Quick Millions, una película que rechaza de plano cualquier moralismo manipulador, cualquier tentación de tratar a sus personajes como héroes, aunque sólo sea parcialmente. Se han hecho muchas películas sobre gángsteres en la historia del cine, pero nunca nadie nos los ha mostrado así. Aquí los mafiosos son pequeños comerciantes que quieren hacerse ricos sin trabajar u obreros que controlan el sindicato con populismo. Gángsteres, todos ellos, alejados de la habitual imagen que se ofrece de ellos: hombres sumidos en la pobreza, a menudo con infancias miserables y familias rotas, que no tienen otro camino que el quebrantar la ley. En Quick Millions no vale nada de eso, Rowland Brown es implacable, y en esta película sin concesiones, que no deja títere con cabeza, se atreve a denunciar que el crimen tiene sus raíces en el capitalismo, en los hombres de negocios que amparan y financian a los mafiosos en beneficio propio, para controlar a sus empleados y aumentar la productividad de sus empresas mediante la extorsión. Una concepción completamente intelectual de la idea del poder y la forma de conquistarlo. En apenas una hora, Rowland Brown retrata, a través de la típica historia de ascenso y caída de un mafioso, la degradación de los valores de toda una sociedad que se desangra por la corrupción en todos sus estamentos, desde los sindicatos de obreros hasta las élites más respetables del país, encarnadas por los jueces.

"Los gángsteres fueron una creación de los capitalistas"
Rowland Brown
Es probable que Quick Millions fuera una tentativa demasiado intelectual, extremadamente adulta e irónica para la época. Por eso, el impacto visual de las imágenes de películas coetáneas como The Public Enemy (1931), Little Caesar (1931) o Scarface (1932) ha perdurado en el tiempo y gángsteres de sangre caliente como los interpretados por James Cagney o Edward G. Robinson se han convertido en inmortales, mientras que Quick Millions permanece completamente olvidada. Lo cierto es que una frase de Spencer Tracy en esta película, tan frío, calculador y analítico que asusta, impacta más que cualquier imagen violenta que podáis imaginar. Es precisamente esa dureza del mensaje la que contrasta con la enorme sutilidad de la puesta en escena. En The Public Enemy se nos mostraba a James Cagney restregando un pómelo en la cara de Mae Clarke, en una escena de violencia doméstica explícita. Aquí Rowland Brown es mucho más sutil. Primero compone la secuencia en la que Spencer Tracy y Sally Eilers se enfrentan y en el momento en el que la intensidad de la discusión sube, Brown corta a otra escena en la habitación de al lado. Cuando Brown vuelve a mostrarnos a Spencer Tracy, Sally Eilers ya está en el suelo, se supone que golpeada violentamente por él.
Es una cuestión de estilo: Rowland Brown sabe que aterra e impacta mucho más lo que no se muestra, lo que se sugiere sin enseñarse explícitamente, y en eso basa toda su puesta en escena. Un buen ejemplo de ello es la secuencia en la que George Raft asesina a un locutor de radio por encargo. En una fiesta que da Spencer Tracy en su casa, George Raft se marca un baile delante de todos los invitados, en una escena aparentemente insustancial. Rowland Brown encuadra los pies de George Raft bailando (no en vano, Raft había sido bailarín de salón antes que actor, entre otras cosas), en una brillante composición. La próxima vez que vemos esos mismos pies es en la secuencia del asesinato, que Brown evita mostrar encuadrándola desde el suelo. Esta pequeña obra maestra ¡de 1931! es puro cine. Asusta pensar en la regresión que ha sufrido el cine actual, si lo comparamos con la inventiva visual, la enorme modernidad que desprende esta Quick Millions. Todo ideado desde un estilo esencialmente clásico. Basta pensar, sin ir más lejos, en el final de esta película. La secuencia magistral del asesinato de Spencer Tracy, con la cortinilla que separa los asientos delanteros y traseros del coche bajando como si de un telón se tratara. Un fundido en negro, el sombrero de Tracy rodando por el suelo y dos afiladas frases le bastan a Brown para componer uno de los finales más memorables de los años 30, tan conciso como el resto de la película, tan implacable como el mensaje que Brown nos quiere transmitir.
Es una cuestión de estilo: Rowland Brown sabe que aterra e impacta mucho más lo que no se muestra, lo que se sugiere sin enseñarse explícitamente, y en eso basa toda su puesta en escena. Un buen ejemplo de ello es la secuencia en la que George Raft asesina a un locutor de radio por encargo. En una fiesta que da Spencer Tracy en su casa, George Raft se marca un baile delante de todos los invitados, en una escena aparentemente insustancial. Rowland Brown encuadra los pies de George Raft bailando (no en vano, Raft había sido bailarín de salón antes que actor, entre otras cosas), en una brillante composición. La próxima vez que vemos esos mismos pies es en la secuencia del asesinato, que Brown evita mostrar encuadrándola desde el suelo. Esta pequeña obra maestra ¡de 1931! es puro cine. Asusta pensar en la regresión que ha sufrido el cine actual, si lo comparamos con la inventiva visual, la enorme modernidad que desprende esta Quick Millions. Todo ideado desde un estilo esencialmente clásico. Basta pensar, sin ir más lejos, en el final de esta película. La secuencia magistral del asesinato de Spencer Tracy, con la cortinilla que separa los asientos delanteros y traseros del coche bajando como si de un telón se tratara. Un fundido en negro, el sombrero de Tracy rodando por el suelo y dos afiladas frases le bastan a Brown para componer uno de los finales más memorables de los años 30, tan conciso como el resto de la película, tan implacable como el mensaje que Brown nos quiere transmitir.

"Mi primer trabajo fue romper una huelga en embrión
por 20 dólares diarios"
Rowland Brown
Rowland Brown lleva el juego de no mostrar y sugerir hasta el extremo. Muchas de las escenas de Quick Millions terminan antes de alcanzar su climax, dejando incluso a los personajes con la palabra en la boca o en medio de una acción todavía no completada. De la misma manera, Brown empieza a fimar las secuencias una vez que estas ya han comenzado. Así, no es extraño que nos incorporemos a la acción en medio de un diálogo, por ejemplo, entre la ex-novia de Spencer Tracy y su socio traidor, sin saber a ciencia cierta lo que están tramando, o lo que el socio de Tracy ha propuesto a la ex de este. Brown, mediante unas escenas y diálogos tremendamente elípticos, deja en manos del espectador la interpretación de cada escena, lo que da lugar a múltiples lecturas que enriquecen el sentido de la obra. Son precisamente estos diálogos elípticos los que, al mismo tiempo, imprimen a las interpretaciones de esta película un aire de modernidad y naturalidad difícil de igualar en los años 30, contrastando, por ejemplo, con la teatralidad del gran Paul Muni en películas como Scarface. Esta manera de filmar dota a la película de un ritmo extraño, en el que no sabemos cuando empieza y termina una escena. Así, esas viñetas incompletas y en apariencia inconexas, van tejiendo, poco a poco, un retrato sólido y contundente de la mafia y sus relaciones sociales. Yo creo que Sam Fuller, que siempre buscó la libertad de tono y la ruptura de la planificación tradicional, nunca consiguió hacer una película como esta. Y cito a Fuller porque creo que Quick Millions anticipa, ya en el año 1931, a todo su cine.
Es una suerte que podamos recuperar Quick Millions, junto a Blood Money (1933), la única película en la que Rowland Brown contó con libertad absoluta a la hora de dirigir. En su segunda obra, Hell's Highway (1932), fue expulsado del rodaje por uno de sus habituales enfrentamientos con el productor. Como resultado, algunas escenas rodadas por él se suprimieron o se cortaron, y el ridículo final se rodó después de su marcha, traicionando el espíritu crítico de Brown y rebajando la dureza de su mensaje. De su cuarta película, The Devil is a Sissy, ni siquiera se conserva una sola escena. La leyenda dice que le pegó un puñetazo a uno de los peces gordos de la MGM, unos dicen que a Winfield Sheehan, otros que al mismísimo Irving Thalberg, y eso le cerró las puertas de todas las productoras, grandes o pequeñas. Verdad o mentira, el hecho es que desde ese momento jamás volvió a dirigir una película. Intentó por todos los medios rodar Thieves Like Us, adaptación cinematográfica hecha por él mismo de la novela de Edward Anderson. Los que leyeron el guión dijeron que era magnífico, un lúcido retrato de la Depresión, pero ni siquiera con el apoyo de Joel McCrea, una estrella de la época, pudo cumplir su sueño de filmarla (más tarde, lo harían Nicholas Ray y Robert Altman). No tuvo más remedio que refugiarse en su labor como guionista, aunque sus trabajos se rodaban esporádicamente: Johnny Apollo (1940), Nocturne (1946), Kansas City Confidential (1952)... Film noirs con diálogos muy inventivos, llenos de réplicas contundentes y frases lapidarias, sellos característicos de Rowland Brown. Es una pena que Lauren Bacall, uno de sus grandes descubrimientos teatrales junto a George Raft, no interpretara ningún guión suyo. Los diálogos afilados y mordaces de Brown hubieran sido aún más explosivos en las manos de Lauren Bacall, quizás la única actriz con una capacidad irónica y de réplica a la altura de sus guiones.
Es una suerte que podamos recuperar Quick Millions, junto a Blood Money (1933), la única película en la que Rowland Brown contó con libertad absoluta a la hora de dirigir. En su segunda obra, Hell's Highway (1932), fue expulsado del rodaje por uno de sus habituales enfrentamientos con el productor. Como resultado, algunas escenas rodadas por él se suprimieron o se cortaron, y el ridículo final se rodó después de su marcha, traicionando el espíritu crítico de Brown y rebajando la dureza de su mensaje. De su cuarta película, The Devil is a Sissy, ni siquiera se conserva una sola escena. La leyenda dice que le pegó un puñetazo a uno de los peces gordos de la MGM, unos dicen que a Winfield Sheehan, otros que al mismísimo Irving Thalberg, y eso le cerró las puertas de todas las productoras, grandes o pequeñas. Verdad o mentira, el hecho es que desde ese momento jamás volvió a dirigir una película. Intentó por todos los medios rodar Thieves Like Us, adaptación cinematográfica hecha por él mismo de la novela de Edward Anderson. Los que leyeron el guión dijeron que era magnífico, un lúcido retrato de la Depresión, pero ni siquiera con el apoyo de Joel McCrea, una estrella de la época, pudo cumplir su sueño de filmarla (más tarde, lo harían Nicholas Ray y Robert Altman). No tuvo más remedio que refugiarse en su labor como guionista, aunque sus trabajos se rodaban esporádicamente: Johnny Apollo (1940), Nocturne (1946), Kansas City Confidential (1952)... Film noirs con diálogos muy inventivos, llenos de réplicas contundentes y frases lapidarias, sellos característicos de Rowland Brown. Es una pena que Lauren Bacall, uno de sus grandes descubrimientos teatrales junto a George Raft, no interpretara ningún guión suyo. Los diálogos afilados y mordaces de Brown hubieran sido aún más explosivos en las manos de Lauren Bacall, quizás la única actriz con una capacidad irónica y de réplica a la altura de sus guiones.

La verdad es que viendo Quick Millions, una de las mejores y más contundentes óperas primas que se hayan realizado nunca, asusta pensar en lo que podría haber hecho Rowland Brown si su carrera no se hubiera truncado de esa forma. Quién sabe, tal vez fuera mejor así: no había sitio para un director como él bajo las reglas del Code. Brown tenía demasiada personalidad y talento, era demasiado insolente como para adaptarse al Code e intentar combatirlo desde dentro, como hicieron todos los grandes directores de la época. Por eso, no es descartable que, leyendas aparte, se echara a un lado en cuanto comprendió que no tenía sitio en la industria. Su carrera es muy coherente en ese sentido. Empezó como guionista, pero vio cómo sus guiones eran suavizados sin contemplaciones. Por ejemplo, en The Doorway to Hell (Archie Mayo, 1930), basado en la vida de Al Capone, vio cómo todos sus discursos y diálogos sobre las relaciones entre los gangsteres y los esquiroles eran eliminados (lo que podría considerarse un primer borrador de Quick Millions). Probablemente, esta manipulación de sus guiones le impulsó a pasarse a la realización, convirtiéndose así en el único director-guionista de la época, con permiso de Chaplin, que siempre fue una excepción en todo. En Hell's Highway comprendió que tampoco como director podría transmitir, sin tapujos, su mensaje, y a partir de ese momento su destino estaba escrito. Más tarde, sus aportaciones como guionista fueron cada vez más espaciadas, al darse cuenta de que sus guiones volvían a ser suavizados otra vez (no me quiero ni imaginar lo que debió pensar al ver su guión transformado completamente en Angels With Dirty Faces).
CAPTURAS




Una copia con subtítulos franceses incrustados subida a KG por t0529p
y posteada en Cine-Clásico por droid y click ford.





Una copia con subtítulos franceses incrustados subida a KG por t0529p
y posteada en Cine-Clásico por droid y click ford.
Código: Seleccionar todo
General
Nombre completo: C:\Archivos de programa\eMule\Incoming\Quick Millions (VOSF) Rowland Brown , 1931.avi
Formato: AVI
Formato/Info: Audio Video Interleave
Tamaño del archivo : 699MB
Duración : 1h 5min.
Tasa de bits total : 1 486Kbps
Aplicación de codificación : FairUse Wizard - http://fairusewizard.com
Librería de codificación : The best and REALLY easy backup tool
Video
ID : 0
Formato : MPEG-4 Visual
Formato del perfil : Advanced Simple@L5
Ajustes del formato, BVOP: Si
Ajustes del formato, Qpel: No
Ajustes del formato, GMC: No warppoints
Ajustes del formato, Matrix: Default (MPEG)
Modo Muxing: Flujo de bits empaquetado
ID Códec: XVID
ID Códec/Pista : XviD
Duración : 1h 5min.
Tasa de bits : 1 348Kbps
Ancho : 608pixeles
Alto: 432pixeles
Relación de aspecto: 1,407
Velocidad de cuadro: 25,000fps
Resolución: 8bits
Espacio de color: 4:2:0
Tipo de exploración : Progresivo
Bits/(Pixel*cuadro): 0.205
Tamaño de pista: 634MB (91%)
Librería de codificación: XviD 1.2.0.dev47 (UTC 2006-11-01)
Audio
ID: 1
Formato: MPEG Audio
Formato de la versión: Version 1
Formato del perfil : Layer 3
Format_Settings_Mode: Joint stereo
Format_Settings_ModeExtension : MS Stereo
ID Códec: 55
ID Códec/Pista: MP3
Duración: 1h 5min.
Tipo de tasa de bits: Constante
Tasa de bits : 128Kbps
Canal(es): 2canales
Velocidad de muestreo : 48,0KHz
Tamaño de pista : 60,2MB (9%)
Alineación : Alineación entrelazado
Entrelazado, duración : 40 ms (1,00fotograma de video)
Entrelazado, duración de precarg : 504 ms
Librería de codificación : LAME3.97b
Opciones de codificación : -m j -V 4 -q 2 -lowpass 17 -b 128

Cuando Piakito Bishop me pasó los subtítulos franceses extraídos de la copia que droid y click ford pusieron generosamente a nuestra disposición, me escribió un mensaje donde me contaba lo mucho que le había impresionado la película. Yo pensé que, si le había impactado tanto a un cinéfilo de la talla de Piakito, habiéndola entendido sólo parcialmente, esta película tenía que ser muy buena. Así que le asigné el trabajo a mi mejor traductor, mi fiel e inseparable colaborador graveland, con el fin de obtener la mejor calidad posible. El resultado, una vez revisados los subtítulos por un servidor, es este, y es un orgullo para nosotros poder ofrecerle al gran Piakito Bishop la oportunidad de volver a ver esta película entendiendo hasta la última palabra de la misma. ¡Seguro que le vuelve a impactar tanto como la primera vez!
¡Va por ti, Piakito Bishop, por tu desinteresada labor en esta comunidad!

Película en descarga directa (subida por <<trashomi>> y descubierta por rg)
- Spoiler: mostrar
Subtítulos en español
Opensubtitles
Titles

Información de cómo tapar los subtítulos franceses incrustados
con el programa XSUBMuxer en estos hilos:
http://www.cine-clasico.com/foros/viewt ... 40#p146465
http://www.cine-clasico.com/foros/viewt ... =18467)
_____________________
Enlaces relacionados en DXC:
Hell's Highway (Rowland Brown, 1932) VHSRip VE
Hollywood al desnudo (George Cukor, 1932) DVDRip VOSE
Ángeles con caras sucias (Michael Curtiz, 1938) DVDRip Dual SE
Johnny Apollo (Henry Hathaway, 1940) DVDRip VOSE + Aud.Esp
Nocturno (Edwin L. Martin,1947) SATRip. Esp.