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--- Información de archivo ---
File Name: Cry of Jazz (Edward Bland, 1959) English.avi
File Size (in bytes): 365,785,088
--- Información del Contenedor ---
Base Type (e.g "AVI"): AVI(.AVI)
Subtype (e.g "OpenDML"): OpenDML (AVI v2.0),
Number of Audio Streams: 1
--- Información de Video ---
Video Codec Type(e.g. "DIV3"): XVID
Video Codec Name(e.g. "DivX 3, Low-Motion"): XviD 1.0.2
Duration (hh:mm:ss): 34:14.745
Frame Width (pixels): 640
Frame Height (pixels): 464
Display Aspect Ratio ("DAR"): 1.379
Frames Per Second: 23.976
Video Bitrate (kbps): 1030
Quality Factor (bits/pixel)/frame: 0.145"
--- Información de Audio ---
MPEG Stream ID (e.g. "0xbd"):
Audio Codec (e.g. "AC3"): 0x2000 (Dolby AC3) AC3
Audio Sample Rate (Hz): 48000
Audio Bitrate(kbps): 384
Audio Bitrate Type ("CBR" or "VBR"): CBR
Audio Channel Count (e.g. "2" for stereo): 6
Retrocedamos en el tiempo. Estamos en 1959, en una minúscula habitación de Chicago, en la que se desarrolla una discusión entre unos afroamericanos concienciados y unos chicos blancos. Estos últimos no están de acuerdo con la siguiente afirmación: “Para que la América negra viva, el jazz debe morir”, ya que es la manifestación del sufrimiento y la rebeldía del pueblo negro en los Estados Unidos. Los chicos blancos consideran que el jazz sólo es un estilo musical, y que los músicos blancos pueden tocarlo igual de bien que los negros.
En esencia, ésta es la base argumental de la película de Edward O. Bland, un mediometraje poco conocido puesto que permaneció prácticamente inédito hasta su edición en DVD en el año 2004. La película propone la existencia de un vínculo indisoluble entre el pueblo afroamericano y el jazz. Durante escasos 35 minutos, el film incorpora imágenes de la Sun Ra & His Arkestra (en su periodo de Chicago, con John Gilmore), quienes a su vez sirven de resonante banda sonora a ritmo de swing interplanetario, junto a disertaciones sobre el jazz y la historia de los afroamericanos en los EE.UU. Resulta, en fin, una visión sociológica de la música jazz más interesante que la serie documental de Ken Burns entera.
El ripeo ronda por la mula con suficiente soltura. Yo lo estoy compartiendo.
¿Subtítulos? Creo que ni en broma.
Saludos