El explorador perdido (Stanley and Livingstone 1939)
Director: Henry King
Reparto: Spencer Tracy, Nancy Kelly, Richard Greene, Walter Brenan, Cedric Hardwicke,
Charles Coburn, Henry Hull, Henry Travers, Miles Mander, David Torrence
Fotografía: George Barnes
EL EXPLORADOR PERDIDO (Stanley and Livingstone) VOSE Disco 1.avi 
EL EXPLORADOR PERDIDO (Stanley and Livingstone) VOSE Disco 2.avi
El 10 de Noviembre de 1871 se encuentran en Ujiji (actual Tanzania) dos hombres muy diferentes, dos concepciones muy distintas de la vida y de entender las cosas. El aventurero, periodista, militar y explorador norteamericano (de origen galés) Henry Morton Stanley y el médico, explorador y misionero escocés David Livingstone. Un apretón de manos y una frase ya para la historia: “¿El doctor Livingstone , supongo?”
Henry Morton Stanley (de pasado oscuro, se sabe que se crió en un orfanato y que pronto emigró a los EEUU) es una de esas figuras controvertidas en cierto modo: buscador de oro, combatiente en la guerra de secesión americana (donde tomo partido por ambos bandos –primero confederado, luego de parte de la Unión), periodista y reportero, en 1869 empieza su periplo africano, que le llevará a ser mundialmente conocido y una de las grandes figuras de exploradores de la historia, no sólo por los avatares en la búsqueda de Livingstone (donde hay mas mito que realidad), sino también porque echó por tierra la vieja teoría de que el Nilo nacía en el lago Tanganika, y luego, años después por su contribución al descubrimiento de las fuentes del Nilo (verificando la teoría del también explorador John Hanning Speke) y sus incursiones por el Africa central, donde se dice que masacró a poblaciones o zonas enteras.
David Livingstone desarrolló una importante labor de explorador en Africa, descubriendo el lago Zambebe, las cataratas Victoria y una amplia zona entre el lago Nyassa y el Zambeze, el rio Lualaba y sobre todo es reconocido por su labor humanitaria como misionero, hasta su muerte, el 4 de Mayo de 1873 (otras fuentes afirman que fue el 1 de mayo realmente), en Zambia a causa de la malaria y la disentería.
Ante la cada vez mayor toma de conciencia acerca de la importancia de la figura de Henry King dentro de la historia del séptimo arte expresada en algunos eventos culturales dentro de nuestras fronteras, en forma de retrospectiva de la Filmoteca, libro incluido, publicación de un prometedor y amplio estudio en la Revista Dirigido Por y la salida a la luz de algunos de sus principales títulos en DVD (quedan otros muchos, aparte de que, también es verdad, muchas de sus más importantes películas han sido ya emitidas en diferentes medios televisivos y/o plataformas), y ante una sugerencia que me formuló mi amigo Mr Magoo, me decido a poner este tan poco conocido y estimulante título dentro de su filmografía. Ahí va pues este pequeño regalo de Reyes:
Para presentar la película, una verdadera maravilla que vi por vez primera hace ya bastante tiempo y no he podido aún revisionar de nuevo (espero poder hacerlo pronto) hago introducción de varios textos, una vez mas, del escritor y crítico de cine José Maria Latorre, entresacada del libro Henry King, VVAA, publicado por la Filmoteca Española, año 2007.
Dar las gracias a mi amigo y compañero de foro Mr Magoo de nuevo, por facilitarme dicho texto, por lo demás un verdadero enfoque personal y brillante de la película:
LA MÍSTICA DE LA AVENTURA (por José Mª. Latorre)
-Introducción.-
Estamos en Stanley and Livingstone (El explorador perdido, 1939). El periodista Henry Morton Stanley (Spencer Tracy) ha contraído unas fiebres durante su búsqueda por África del explorador y evangelista David Livingstone (Sir Cedric Hardwicke), y reposa en un camastro, atendido por su amigo y guía Jeff Slocum (Walter Brennan). El encuadre lo muestra sudoroso y delirante en un primer plano tomado desde la derecha, hasta que aparecen en él las manos de Slocum. Ese primer plano tiene mayor duración de lo que era habitual en el cine norteamericano de aquella época, y viendo el film se hace evidente que no tiene nada que ver con los mandamientos del star system; si el plano es más largo se debe a que Henry King quería expresar la enfermedad de Stanley como un eslabón significativo en el proceso de ascesis del personaje (tema sobre el cual volveré luego). Poco después, cuando Stanley ya ha a encontrado a Livingstone en un poblado indígena, al despertar en la cabaña donde ha estado durmiendo por la noche, King le dedica un primer plano semejante al citado, con el fondo sonoro de un cántico de los nativos; la diferencia estriba en que esta vez la cámara encuadra al personaje desde la izquierda; el nuevo plano también dura menos que el otro, porque la enfermedad ya ha servido antes a la idea de sugerir la transformación moral de Stanley y ahora se trata de una suerte de epifanía. A partir de ese despertar, Stanley se preocupa de mirar con más cariño su entorno y de intentar comprender lo que Livingstone significa o representa para los indígenas y, de paso, para el paisaje, para África, de lo cual ha hecho casi una misión en la vida. Esto es, ambos primeros planos son complementarios. Y en el despertar habrá algo de transfert moral.
No es un caso único en el cine de Henry King, y menos todavía en sus films de aventuras. Por recurrir a otro ejemplo, Prince of Foxes (El príncipe de los zorros, 1949), ambientada en la Italia de los Borgia, narra como el ambicioso Andrea Orsini (Tyrone Power), un astuto servidor de Cesare Borgia (Orson Welles), encuentra otro sentido a su existencia durante su estadía en Città del Monte, con la mediación de elementos místicos y filosóficos, así como por la contemplación y el entendimiento del paisaje y las dedicaciones humanas (sustituyendo las tareas evangelizadoras de Livingstone, lógicamente si se tiene en cuenta el contexto histórico del film, por el arte, del mismo modo que las preocupaciones expresadas por uno de los personajes, el conde Varano/Felix Aylmer, se refieren a la presunta serenidad de la vejez y a la proximidad de la muerte). Y, pasando de la tierra a los mares, resulta relevante que la fuerza dramática de The Black Swan (El cisne negro, 1942) se apoye, a diferencia de tantos otros films con piratas y filibusteros, sobre el cambio histórico, político y social impulsado por el Rey Carlos de Inglaterra con su oferta de amnistía y el regalo de cien acres de tierra para todos los que abandonen el ejercicio de la piratería, a partir de la idea, expresada por el Capitán Morgan (Laird Cregar), de que “los piratas se han acabado, ya son historia y deben ceder paso al progreso”.
-Una odisea africana.- (crítica de Stanley and Livingstone)
Stanley and Livingstone se limita a narrar lo acontecido desde que, tras una breve presentación de Stanley entre soldados de caballería e indios sioux, recibe de Bennett el encargo de buscar a Livingstone en África (la última vez que se le vio fue por Tanganika), hasta su asunción personal de la misión que se había autoencomendado el desaparecido ... Hay una subtrama relacionada con la rivalidad de prensa ... Pero ésta es una aventura de Henry King, y la subtrama desaparece enseguida de escena (para reaparecer al final) en beneficio de la transformación que va experimentando Stanley a medida que conoce las tierras africanas, en especial a partir de su encuentro con Livingstone, que tiene algo de transfert moral. El primer asomo de esa transformación acaece ya durante la breve estadía de Stanley en una casa donde vivió Livingstone, ocupada ahora por Eve Kingsley (Nancy Kelly) y su padre, cónsul británico, y en la que Gareth [Tyce (Richard Greene)] convalece de una enfermedad contraída durante su expedición; episodio que, por lo demás, introduce en la aventura la exigida cuota de romance, si bien no pasa de ser una ráfaga que sólo reaparece en el final londinense, junto con el tema de la rivalidad de prensa, bajo la forma de una mirada de decepción de Stanley al darse cuenta de que Eve Kingsley se ha casado con Gareth Tyce (no obstante, no deja de ser significativo que la misión que Livingstone ha encomendado a Stanley, en la que el periodista había pensado con anterioridad, aparezca precisamente después de esa frustración amorosa, como un lenitivo, lo cual contribuye a la sublimación del nuevo viaje africano de Stanley, expresado en over narrativo por medio de su mirada soñadora). El recuerdo del ausente Livingstone tiene en la citada secuencia en la casa un aire místico, no faltan en los diálogos referencias coloquiales del tipo “el espíritu de Livingstone está aquí”, y King lo sirve con una puesta en escena que valora el aire lánguido de la noche, la fantasmal presencia de los mosquiteros y el hecho de que el padre de Eve se niegue a abandonar África porque asegura llevarla en la sangre, igual que Livingstone: se sugiere que el país es como una enfermedad contagiosa que ya nunca desaparece del organismo. No es extraño, pues, que Mr. Kingsley llegue a describir África con un fervor místico en el que se advierten ecos de un cierto panteísmo.
Y ya para finalizar, simplemente acompañar una Bibliografía personal (supongo que hay otros libros, otras revistas… que muy bien pueden ser añadidos o incorporados a este trabajo por otros compañeros de foro) tanto de libros (no monográficos, salvo uno de ellos, pero si de directores que en su momento trataron el género en alguna de sus películas, de manera destacada) como de artículos de revistas.
BIBLIOGRAFIA CINE DE AVENTURAS
LIBROS
Las capturas de rigor:
Datos técnicos:
Director: Henry King
Reparto: Spencer Tracy, Nancy Kelly, Richard Greene, Walter Brenan, Cedric Hardwicke,
Charles Coburn, Henry Hull, Henry Travers, Miles Mander, David Torrence
Fotografía: George Barnes
EL EXPLORADOR PERDIDO (Stanley and Livingstone) VOSE Disco 1.avi EL EXPLORADOR PERDIDO (Stanley and Livingstone) VOSE Disco 2.avi El 10 de Noviembre de 1871 se encuentran en Ujiji (actual Tanzania) dos hombres muy diferentes, dos concepciones muy distintas de la vida y de entender las cosas. El aventurero, periodista, militar y explorador norteamericano (de origen galés) Henry Morton Stanley y el médico, explorador y misionero escocés David Livingstone. Un apretón de manos y una frase ya para la historia: “¿El doctor Livingstone , supongo?”
Henry Morton Stanley (de pasado oscuro, se sabe que se crió en un orfanato y que pronto emigró a los EEUU) es una de esas figuras controvertidas en cierto modo: buscador de oro, combatiente en la guerra de secesión americana (donde tomo partido por ambos bandos –primero confederado, luego de parte de la Unión), periodista y reportero, en 1869 empieza su periplo africano, que le llevará a ser mundialmente conocido y una de las grandes figuras de exploradores de la historia, no sólo por los avatares en la búsqueda de Livingstone (donde hay mas mito que realidad), sino también porque echó por tierra la vieja teoría de que el Nilo nacía en el lago Tanganika, y luego, años después por su contribución al descubrimiento de las fuentes del Nilo (verificando la teoría del también explorador John Hanning Speke) y sus incursiones por el Africa central, donde se dice que masacró a poblaciones o zonas enteras.
David Livingstone desarrolló una importante labor de explorador en Africa, descubriendo el lago Zambebe, las cataratas Victoria y una amplia zona entre el lago Nyassa y el Zambeze, el rio Lualaba y sobre todo es reconocido por su labor humanitaria como misionero, hasta su muerte, el 4 de Mayo de 1873 (otras fuentes afirman que fue el 1 de mayo realmente), en Zambia a causa de la malaria y la disentería.
Ante la cada vez mayor toma de conciencia acerca de la importancia de la figura de Henry King dentro de la historia del séptimo arte expresada en algunos eventos culturales dentro de nuestras fronteras, en forma de retrospectiva de la Filmoteca, libro incluido, publicación de un prometedor y amplio estudio en la Revista Dirigido Por y la salida a la luz de algunos de sus principales títulos en DVD (quedan otros muchos, aparte de que, también es verdad, muchas de sus más importantes películas han sido ya emitidas en diferentes medios televisivos y/o plataformas), y ante una sugerencia que me formuló mi amigo Mr Magoo, me decido a poner este tan poco conocido y estimulante título dentro de su filmografía. Ahí va pues este pequeño regalo de Reyes:
Para presentar la película, una verdadera maravilla que vi por vez primera hace ya bastante tiempo y no he podido aún revisionar de nuevo (espero poder hacerlo pronto) hago introducción de varios textos, una vez mas, del escritor y crítico de cine José Maria Latorre, entresacada del libro Henry King, VVAA, publicado por la Filmoteca Española, año 2007.
Dar las gracias a mi amigo y compañero de foro Mr Magoo de nuevo, por facilitarme dicho texto, por lo demás un verdadero enfoque personal y brillante de la película:
LA MÍSTICA DE LA AVENTURA (por José Mª. Latorre)
-Introducción.-
Estamos en Stanley and Livingstone (El explorador perdido, 1939). El periodista Henry Morton Stanley (Spencer Tracy) ha contraído unas fiebres durante su búsqueda por África del explorador y evangelista David Livingstone (Sir Cedric Hardwicke), y reposa en un camastro, atendido por su amigo y guía Jeff Slocum (Walter Brennan). El encuadre lo muestra sudoroso y delirante en un primer plano tomado desde la derecha, hasta que aparecen en él las manos de Slocum. Ese primer plano tiene mayor duración de lo que era habitual en el cine norteamericano de aquella época, y viendo el film se hace evidente que no tiene nada que ver con los mandamientos del star system; si el plano es más largo se debe a que Henry King quería expresar la enfermedad de Stanley como un eslabón significativo en el proceso de ascesis del personaje (tema sobre el cual volveré luego). Poco después, cuando Stanley ya ha a encontrado a Livingstone en un poblado indígena, al despertar en la cabaña donde ha estado durmiendo por la noche, King le dedica un primer plano semejante al citado, con el fondo sonoro de un cántico de los nativos; la diferencia estriba en que esta vez la cámara encuadra al personaje desde la izquierda; el nuevo plano también dura menos que el otro, porque la enfermedad ya ha servido antes a la idea de sugerir la transformación moral de Stanley y ahora se trata de una suerte de epifanía. A partir de ese despertar, Stanley se preocupa de mirar con más cariño su entorno y de intentar comprender lo que Livingstone significa o representa para los indígenas y, de paso, para el paisaje, para África, de lo cual ha hecho casi una misión en la vida. Esto es, ambos primeros planos son complementarios. Y en el despertar habrá algo de transfert moral.
No es un caso único en el cine de Henry King, y menos todavía en sus films de aventuras. Por recurrir a otro ejemplo, Prince of Foxes (El príncipe de los zorros, 1949), ambientada en la Italia de los Borgia, narra como el ambicioso Andrea Orsini (Tyrone Power), un astuto servidor de Cesare Borgia (Orson Welles), encuentra otro sentido a su existencia durante su estadía en Città del Monte, con la mediación de elementos místicos y filosóficos, así como por la contemplación y el entendimiento del paisaje y las dedicaciones humanas (sustituyendo las tareas evangelizadoras de Livingstone, lógicamente si se tiene en cuenta el contexto histórico del film, por el arte, del mismo modo que las preocupaciones expresadas por uno de los personajes, el conde Varano/Felix Aylmer, se refieren a la presunta serenidad de la vejez y a la proximidad de la muerte). Y, pasando de la tierra a los mares, resulta relevante que la fuerza dramática de The Black Swan (El cisne negro, 1942) se apoye, a diferencia de tantos otros films con piratas y filibusteros, sobre el cambio histórico, político y social impulsado por el Rey Carlos de Inglaterra con su oferta de amnistía y el regalo de cien acres de tierra para todos los que abandonen el ejercicio de la piratería, a partir de la idea, expresada por el Capitán Morgan (Laird Cregar), de que “los piratas se han acabado, ya son historia y deben ceder paso al progreso”.
-Una odisea africana.- (crítica de Stanley and Livingstone)
Stanley and Livingstone se limita a narrar lo acontecido desde que, tras una breve presentación de Stanley entre soldados de caballería e indios sioux, recibe de Bennett el encargo de buscar a Livingstone en África (la última vez que se le vio fue por Tanganika), hasta su asunción personal de la misión que se había autoencomendado el desaparecido ... Hay una subtrama relacionada con la rivalidad de prensa ... Pero ésta es una aventura de Henry King, y la subtrama desaparece enseguida de escena (para reaparecer al final) en beneficio de la transformación que va experimentando Stanley a medida que conoce las tierras africanas, en especial a partir de su encuentro con Livingstone, que tiene algo de transfert moral. El primer asomo de esa transformación acaece ya durante la breve estadía de Stanley en una casa donde vivió Livingstone, ocupada ahora por Eve Kingsley (Nancy Kelly) y su padre, cónsul británico, y en la que Gareth [Tyce (Richard Greene)] convalece de una enfermedad contraída durante su expedición; episodio que, por lo demás, introduce en la aventura la exigida cuota de romance, si bien no pasa de ser una ráfaga que sólo reaparece en el final londinense, junto con el tema de la rivalidad de prensa, bajo la forma de una mirada de decepción de Stanley al darse cuenta de que Eve Kingsley se ha casado con Gareth Tyce (no obstante, no deja de ser significativo que la misión que Livingstone ha encomendado a Stanley, en la que el periodista había pensado con anterioridad, aparezca precisamente después de esa frustración amorosa, como un lenitivo, lo cual contribuye a la sublimación del nuevo viaje africano de Stanley, expresado en over narrativo por medio de su mirada soñadora). El recuerdo del ausente Livingstone tiene en la citada secuencia en la casa un aire místico, no faltan en los diálogos referencias coloquiales del tipo “el espíritu de Livingstone está aquí”, y King lo sirve con una puesta en escena que valora el aire lánguido de la noche, la fantasmal presencia de los mosquiteros y el hecho de que el padre de Eve se niegue a abandonar África porque asegura llevarla en la sangre, igual que Livingstone: se sugiere que el país es como una enfermedad contagiosa que ya nunca desaparece del organismo. No es extraño, pues, que Mr. Kingsley llegue a describir África con un fervor místico en el que se advierten ecos de un cierto panteísmo.
Y ya para finalizar, simplemente acompañar una Bibliografía personal (supongo que hay otros libros, otras revistas… que muy bien pueden ser añadidos o incorporados a este trabajo por otros compañeros de foro) tanto de libros (no monográficos, salvo uno de ellos, pero si de directores que en su momento trataron el género en alguna de sus películas, de manera destacada) como de artículos de revistas.
BIBLIOGRAFIA CINE DE AVENTURAS
LIBROS
- Spoiler: mostrar
Las capturas de rigor:
Datos técnicos:
Código: Seleccionar todo
Disco 1
--- File Information ---
File Name: EL EXPLORADOR PERDIDO (Stanley and Livingstone) VOSE Disco 1.avi
File Name (with full path): C:\EMULE 2\eMule\Incoming\EL EXPLORADOR PERDIDO (Stanley and Livingstone) VOSE Disco 1.avi
File Size (in bytes): 890,896,384
--- Container Information ---
Base Type (e.g "AVI"): AVI(.AVI)
Subtype (e.g "OpenDML"): OpenDML (AVI v2.0),
Interleave (in ms): 40
Preload (in ms): 480
Audio alignment("split across interleaves"): Aligned
Total System Bitrate (kbps): 0
Bytes Missing (if any): 0
Number of Audio Streams: 1
--- Video Information ---
Video Codec Type(e.g. "DIV3"): xvid
Video Codec Name(e.g. "DivX 3, Low-Motion"): XviD 1.0.3
Video Codec Status(e.g. "Codec Is Installed"): Codec(s) are Installed
Duration (hh:mm:ss): 53:57.560
Frame Count: 11993976
Frame Width (pixels): 512
Frame Height (pixels): 384
Storage Aspect Ratio("SAR")" 1.333
Pixel Aspect Ratio ("PAR"): 1.000
Display Aspect Ratio ("DAR"): 1.333
Fields Per Second:
Frames Per Second: 25.000
Pics Per Second: 25.000
Video Bitrate (kbps): 2098
Quality Factor (bits/pixel)/frame: 0.427"
--- Audio Information ---
MPEG Stream ID (e.g. "0xbd"):
MPEG VOB file Substream(e.g. "0x80"):
Audio Codec (e.g. "AC3"): 0x0055 MPEG-1 Layer 3
Audio Codec Status (e.g. "Codec Is Installed"): Codec(s) are Installed
Audio Sample Rate (Hz): 48000
Audio Bitrate(kbps): 96
Audio Bitrate Type ("CBR" or "VBR"): CBR
Audio Channel Count (e.g. "2" for stereo): 1
Disco 2
--- File Information ---
File Name: EL EXPLORADOR PERDIDO (Stanley and Livingstone) VOSE Disco 2.avi
File Name (with full path): C:\EMULE 2\eMule\Incoming\EL EXPLORADOR PERDIDO (Stanley and Livingstone) VOSE Disco 2.avi
File Size (in bytes): 1,333,196,800
--- Container Information ---
Base Type (e.g "AVI"): AVI(.AVI)
Subtype (e.g "OpenDML"): OpenDML (AVI v2.0),
Interleave (in ms): 40
Preload (in ms): 480
Audio alignment("split across interleaves"): Aligned
Total System Bitrate (kbps): 0
Bytes Missing (if any): 0
Number of Audio Streams: 1
--- Video Information ---
Video Codec Type(e.g. "DIV3"): xvid
Video Codec Name(e.g. "DivX 3, Low-Motion"): XviD 1.0.3
Video Codec Status(e.g. "Codec Is Installed"): Codec(s) are Installed
Duration (hh:mm:ss): 45:58.360
Frame Count: 12128816
Frame Width (pixels): 512
Frame Height (pixels): 384
Storage Aspect Ratio("SAR")" 1.333
Pixel Aspect Ratio ("PAR"): 1.000
Display Aspect Ratio ("DAR"): 1.333
Fields Per Second:
Frames Per Second: 25.000
Pics Per Second: 25.000
Video Bitrate (kbps): 3764
Quality Factor (bits/pixel)/frame: 0.766"
--- Audio Information ---
MPEG Stream ID (e.g. "0xbd"):
MPEG VOB file Substream(e.g. "0x80"):
Audio Codec (e.g. "AC3"): 0x0055 MPEG-1 Layer 3
Audio Codec Status (e.g. "Codec Is Installed"): Codec(s) are Installed
Audio Sample Rate (Hz): 48000
Audio Bitrate(kbps): 96
Audio Bitrate Type ("CBR" or "VBR"): CBR
Audio Channel Count (e.g. "2" for stereo): 1--------------------------------------------------------------------
James Mason, Paul Kersey, chateaubriand, suyash, Theycame2001 nos traen:
Stanley and Livingstone (Henry King 1939) SATRip VOSE
James Mason, Paul Kersey, chateaubriand, suyash, Theycame2001 nos traen:
Stanley and Livingstone (Henry King 1939) SATRip VOSE
