El planteamiento parece prometedor, un narrador irónicamente machista suelta el tópico discurso complaciente y condescendiente hacia el género femenino, que se podría resumir en que una mujer sin un hombre no es nada, ni nadie.
El desarrollo, en apariencia, trata de demostrar todo lo contrario, la valía del género femenino y la constatación de que un hombre sin una mujer no es nadie, pero lejos de demostrarlo consigue el efecto contrario, constatar que el género femenino no vale nada, que no sólo es la sombra del hombre, sino que además es sombra voluntariamente, es decir, que no sólo es cornuda, sino que además de cornuda apaleada.
¿En qué consiste la valía de la mujer según el director?, átense los machos, pues en una serie de “cualidades” que básicamente consisten en hacer más cómoda la vida del hombre, en satisfacer sus necesidades materiales, sexuales, para que pueda desarrollarse como persona, a costa del no desarrollo propio, resumiendo:
abnegación, sacrificio, paciencia, humildad, conformismo, sumisión y docilidad,
los siete pecados capitales del machismo, que Mur Oti se encarga de ilustrar con pleno convencimiento y brillantez, y sin el menor atisbo de ironía, como un machote.
Para resaltar estas supuestas virtudes exclusivamente femeninas Mur Oti las rodea de un conjunto de protagonistas masculinos de lo más granado y maniqueo que puedan existir,
un puñado de fracasados, vagos, chulos, mantenidos, inmaduros, irresponsables, infantiles, cobardes, megalómanos y egoístas, lo que viene siendo el macho ibérico prototipo, pero presentados de tal manera por Mur Oti que lejos de parecer unos indeseables o unos malnacidos resultan hasta entrañables, en el fondo no son más que unos pobres niños, unos locos románticos, unos artistas de la vida, y que gracias a la acción benéfica y arrastrada de las mujeres, que los contemplan arreboladas mientras cosen friegan y planchan como descosidas, eso sí, con la sonrisa de oreja a oreja e impasible el ademán, consiguen convertirse en unos buenos trabajadores y en unos honrados padres de familia, lo que lejos de demostrar la valía de la mujer las convierte en culpables de su situación anterior, porque resulta evidente que si antes eran unos pobres hombres era porque ellos querían y porque sus mujeres se lo permitían con su sobreprotección, lo dicho de nuevo, tras de cornudas, apaleadas.
La película está preñada de pequeños detalles, de pequeños diálogos, que pueden provocar la irritación más profunda de cualquier mujer, y la indignación de cualquier hombre que se precie de serlo, como muestra un botón: uno de nuestros héroes rompe un vaso, y su mujer solícita y rauda acude a recoger los cristales con la mayor naturalidad del mundo, con la alegría del esclavo, detalles como éste a cientos, no expongo más que se me calienta la boca.
Dicho lo cual, recomiendo fervientemente ver esta película porque es el más fiel reflejo que se ha hecho nunca del papel que tenía reservado la dictadura de Franco a la mujer, ninguno, y que la doctrina católica apostólica y romana se ha encargado de perpetuar incólume hasta el día de hoy, spanish is different.
Posteada por 24H en el foro elitefreak
![]()
Género: Drama
Nacionalidad: España
Duración: 99 minutos
Año: 1957
ACTORES: Antonio Vico, Toni Soler y Rolf Wanka
DIRECTOR: Manuel Mur Oti
Version: Español
Argumento: En una casa de vecinos, hombres y mujeres cualesquiera combaten en la misma trinchera de una batalla gris. Sus sueños, sus pasiones, sus problemas y esperanzas son los mismos de cientos de millones de seres que pugnan por abrirse camino hacia la felicidad. El actor sin trabajo Braulio (Antonio Vico), el compositor Enrique (Albert Lieven), el humilde pintor Carlos (Vicente Parra), el inventor que siempre inventa lo inventado Pepe (José Suárez) y el cerrajero artista Damián (Albert Hehm) subsisten gracias al apoyo de sus mujeres (Alicia Palacios, Lida Baarova, Amparo Rivelles). Maribel (Emma Penella) es una chica de alterne, pero al convivir con sus vecinos decide tirar por el buen camino, comenzando a fregar la escalera como si fuese una diversión y decidiéndose a salir con Luis (Fernando Nogueras), el repartidor de la confitería donde le compraban los bombones sus admiradores. Mientras, el pintor no tiene dinero para comer, se pone enfermo y muere de tuberculosis. Cuando la mujer del inventor enferma, su marido le compra comida para que sane, y una comadrona (Amelia de la Torre) impedirá que la mujer del cerrajero aborte, consiguiendo además una alimentación extra para los niños.
Comentario: A partir de la famosa frase detrás de todo gran hombre hay siempre una gran mujer, Manuel Tamayo y Manuel Mur Oti escriben las historias entrecruzadas de los individuos de un humilde edificio del madrileño barrio de la Arganzuela con un evidente trasfondo moralizante. Es una película de cierto virtuosismo formalista, lleno de encuadres compuestos en profundidad donde se amontonan una multiplicidad de personajes.
Enlace:El.batallon.de.las.sonbras..(Tvsatrip)(Divx.6.5.1).24H..avi
P.D: Los datos técnicos y las capturas cuando la complete