
Otar Iosseliani, reúne la doble cualidad de ser un clásico y al mismo tiempo una incógnita para la mayoría del público que no ha tenido ocasión de acercarse o conocer su trabajo.
Iosseliani nació en 1934 en Georgia, entonces una república soviética, encrucijada de caminos, de religiones y de etnias. En 1954 se licenció en la escuela de Moscú y en 1961 realizó su primer mediometraje, "Aprili"("Abril") donde ya quedaba claro su pensamiento cinematográfico: Cada toma, cada fragmento de película, significa la elección de un punto de vista. Ningún director puede librarse de la tendencia de su propia naturaleza, de su propia cultura, de su propia vida. Sus primeros trabajos tuvieron serios problemas con la rígida censura política de la época. Sin embargo en 1971 su nombre saltó las fronteras con el precioso film "Iko shashvi mgalobeli"("Había una vez un mirlo cantarín"), del que el propio Iosseliani decía: Creo haber hecho un film simple y serio, un film sobre la moral social más que un film moralista. "Pastorali"("Pastoral"), rodado en 1975, permaneció congelado por las autoridades hasta que en 1981 se presentó en el Festival de Berlín donde obtuvo el Premio de la Crítica. Cansado de luchar contra la censura de su país, Iosseliani se trasladó a vivir a Francia en 1982 donde ha desarrollado toda su carrera desde entonces, con títulos como "Les favoris de la lune" (Los favoritos de la luna, 1984) y "Et la lumière fut"(1989).
Su trabajo, heterodóxo, difícil de clasificar, anclado en el realismo y la naturaleza, pero con una mirada poética y lúcida, merece la oportunidad de ser descubierto por un público al que le ha estado vedado por razones comerciales, culturales o de otro tipo.

Uno de los primeros trabajos de Iosseliani para el cine. Mediometraje de 45 minutos en clave de humor en el que se nos muestra el choque entre el idílico mundo de una joven pareja enamorada y el gris mundo de los adultos.
Encontrada en la mula, tiene bastantes fuentes. En cuanto al idioma no os preocupeis ya que prácticamente no hay diálogos.
Extracto de unas declaraciones de Iosseliani durante la presentación de una retrospectiva de su obra.
DirectorEl ciclo de Otar Iosseliani dio ayer comienzo con la presencia de este realizador georgiano, que acudió a los cines Príncipe para dar a conocer la retrospectiva que el certamen le dedica en esta edición. El veterano director que vive en Francia desde 1982, destiló una ironía soterrada haciendo reír a los espectadores que acudieron por la tarde a ver los cortometrajes Aprili y Tudji. El director inició su discurso subrayando que en la retrospectiva que se pre-enta durante este año, «hay cosas buenas y otras malas» pero se excusó alegando que en aquella época en los años 1962 y 1964 «yo era muy joven y espero no avergonzarme al verlas ahora. Tenía 25 años pero dicen que los primeros trabajos suelen ser definitivos y nos empujan a seguir un camino determinado». Iosseliani explicó que esos primeros trabajos cinematográficos los llevó a cabo durante una etapa especial, porque como él mismo señaló, «tenía un destino formidable porque vivía en la URSS, y vivir en la Unión Soviética siginifica mucho; mucho más que vivir en Francia por ejemplo».Fue en ese período de su vida cuando sufrió la censura en sus películas, en esos cortometrajes, algunos de los cuales eran trabajos de fin de estudios. Pero Iosseliani no parece guardar especial rencor por ese veto que procedía del gobierno, sino que rememora esa etapacon ironía cuando explica que «todas mis películas eran cuidadosamente prohibidas porque era acusado de abstraccionismo y formalismo. Con Aprili me reprocharon ser pesimista, y en Tudji (La fundición), porque no reflejaba el himno de los trabajadores, sino que era la descripción de un trabajo pesado». De cualquier modo, «aunque la censura fue muy perversa conmigo» no se lamentó por ello, «porque prohibía las películas pero intentaba salvarlas, a pesar de que a veces utilizaba un sentimentalismo bolchevique que no me gustaba». Gran parte de las películas de Otar Iosseliani se caracterizan por no contar con apenas diálogos: en ese sentido, tranquilizó a los espectadores –ya que hay dos filmes que no llevan traducción–al señalar que eso no importaba, ya que se comprenden sin necesidad de texto. Y eso que en Aprili sólo aparece una frase al final de la película.
Otar Iosseliani
Guión
Erlom Akhvlediani
Otar Iosseliani
Música
Sulkhan Nassidze
Fotografía
Youri Fednev
Reparto
Guia Tchirakadze
T. Chanturia
A. Chikvaidze
Gia Chiraqadze
A. Jorbenadze
V. Maisuradze

Otros films de Iosseliani:
Et la lumiere fut
Les Favoris de la lune