Una película muy esperada y, en cierto modo, decepcionante.
Es detacable, además de las brillantes interpretaciones del normalmente insulso Colin Firth y de la lineal y repetitiva Julianne Moore, que, sin salirse de sus registros acostumbrados, nos regalan unas interpretaciones bastante inspiradas. En el caso de Julianne Moore, la brillantez de sus lineas en el guión le hacen la mitad del trabajo.
La fotografía de Eduard Grau, ya visto en "Honor de Cavallería" (si, con V), de Albert Serrá, es impecable. Juega con los tonos, con la saturación de los colores con una maestría asombrosa. Se le puede reprochar el exceso de planos detalle y la búsqueda constante del encuadre en desequilibrio haciendo de cada uno de los planos un "spot" publicitario de indudable gran belleza pero que ralentiza el discurso de forma excesiva. Y es esto precisamente el principal fallo de "A Single Man", las constantes trabas añ progreso de la historia, la primacía de la forma sobre el contenido, el manierismo extremo de Tom Ford al retratar el dolor interior de un hombre que ha sufrido una pérdida.
La idea en esencia no es mala: segundos de angustia interminables en los que cada detalle, cada latido, cada tic del reloj abarca un universo angustiado... lástima que el concepto le haya venido algo grande.
Sin duda, los fanáticos de Wong Kar Wai se verán atrapados por la historia, al igual que los devotos de Pedro Almodovar, dos directores con los que comparte algo más que el gusto por los cromatismos y por la armonía entre imagén y la música. Para mi gusto, sobra cámara lenta y hecho en falta algo más de sustancia que lleve a la historia a algo más allá de "un pobre gay que se ha quedado viudo". Me da la impresión que el papel de Colin Firth podría haber dado muchísimo mas de sí.
Le doy un aprobado raspado.
