”El siniestro Ro-Man XJ2 ha sido enviado a la Tierra para erradicar cualquier rastro de vida. Pero ocho personas han conseguido sobrevivir a su Rayo Mortifero gracias al suero desarrollado por un cientifico (John Mylong). Éste último y su familia pretender resistir al invasor, que empieza a sentirse atraido por la bella Alice…”


IMDB... un 3,4
A pesar de que el guión apocalíptico de “Robot Monster” promete, en poco más de una hora, mucha más acción que “La Guerra de los Mundos” o “La Guerra de las Galaxias”, esta película tiene, en realidad, la madera de “Plan 9 From Outer Space” o “The Giant Claw”. Considerada, justificadamente, como la birria de las birrias y la peor película de ciencia ficción de los años 50, podría hacer pasar a Ed Wood por Orson Welles. Con un guión enclenque y absurdo, decorados y efectos especiales casi inexistentes y un montaje catastrófico plagado de errores, no se nos priva de nada. Y sin embargo, iqué película tan inolvidable!, ¡qué monstruo antológico nos dieron a conocer en ese fértil año 1953!
“Robot Monster” es exactamente eso: un monstruo con una película a su alrededor. Con un nimio presupuesto de 50.000$ (16.000$ según el director), un pobre guión de Wyott Ordung, futuro autor de “Planet Earth” (1954) y director de “Monster Of The Ocean Floor” (1954), cuatro días de rodaje con un equipo que volveremos a encontrar en parte en “Cat-Women Of The Moon” y el director de fotografía Jack Greenhalgh, un veterano del western; fiel colaborador del prolífico Sam Newfield, que se sacrificó aquí haciendo su última película, Phil Tucker hubiese difícilmente podido construir una obra a la altura de sus ambiciones. Como reconocería más tarde: "No creo que exista nadie en el mundo capaz de hacer mejor lo que yo he hecho con tan poco dinero". Palabras que hubiese podido pronunciar también el productor del proyecto, Al Zimbalist, un habitual de las producciones baratas que había aprendido su oficio de asistente de producción en “The Sword Of Monte Cristo” (1951) y “Rose Of Cimarron” (1952) y a quien le estaremos eternamente agradecidos por habernos ofrecido memorables titulos futuristas como “Cat-Women Of The Moon” (1953), “King Dinosaur” (1955) y “Monster From Green Hell” (1958).
En “Robot Monster”, a pesar de la lujosa presentación en 3-D (en Tru-Stereo Three Dimension Process, según los créditos), todo es barato. Empezando por los decorados y los accesorios. La película fue rodada en el desértico cañón Bronson, al igual que centenares de westerns, algunos episodios de Star Trek y las memorables “Teenagers From Outer Space”, “Teenage Caveman” y “War Of The Colossal Beast”; la cueva fue también utilizada en “The Brain From Planet Arous” y “Eegah!”; las construcciones supuestamente destruidas son en realidad construcciones inacabadas; las escenas de dinosaurios y reptiles son recuperadas de las películas “One Billion B.C.” (1940) y “Lost Continent” (1951); las de las ciudades bombardeadas, de archivos de la segunda guerra mundial; las del cohete, de “FlightTo Mars” (1951); la base espacial está simplemente representada por la maqueta de una nave que se bambolea (incluso se llega a ver el brazo del técnico que la manipula) entre las chispas de una bengala; los relámpagos son rayadas sobre la película que, en negativo se convierten en un terrible rayo de la muerte; y los instrumentos de los invasores se limitan a una pantalla plana vanguardista y a algunos equipos de radio provenientes, sin duda, de un excedente militar. Es de admirar, también, la máquina de burbujas de uso misterioso y que aparece en los créditos como la "Automatic Billion Bubble Machine" de la sociedad N. A. Fischer Chemical Products.
Pero, sin duda, lo peor es el monstruo. Seguramente, Phil Tucker hubiese preferido un robot con alguna característica humana, de ahí su nombre: Ro-man, contracción de Robot-Human. Pero un presupuesto tan paupérrimo hacía la tarea imposible y el director tuvo que echar mano de la inventiva. ''Al principio veía al monstruo como una especie de robot. Hablé con varias personas que tenían disfraces de robot pero eran demasiado caros. Entonces me acordé de que conocía a George Barrocas. George era junto con Bob Burns uno de los pocos actores especializados en papeles de simio en las películas de "jungla", tan populares en esa época. Entre ellos, rodaron prácticamente todos los papeles de gorila que se hicieron en Hollywood durante veinte años. Phil Tucker añade: "Cuando necesitábamos un gorila en un rodaje, le llamábamos a él, por que tenía su propio traje y cobraba solo 40$ por día. Así que pensé que George nos saldría baratísimo. Encontré un casco de buceo, lo coloqué sobre el traje y ¡funcionó!` Añádanle las antenas de un viejo televisor, una media de nylon como máscara y algunos chismes futuristas, y obtendrán uno de los monstruos híbridos más destacables de la historia del cine. O más bien dos, ya que George Barrocas, que volveríamos a ver con su traje al com¬pleto en “Gorilla At Large” (1954) con Anne Bancroft, Lee J. Cobb, Raymond Burr y Lee Marvin, y en “Black Zoo” (1963) y “Hillbillys In A Haunted House” (1967) con John Carradine, Basil Rathbone, y Lon Chaney Jr., interpreta también a The Great One, el jefe de Ro-man. Dado que los dos monstruos carecían de boca, el actor estuvo obligado a gesticular enfáticamente, como se hacía en las peores películas mudas. El traje de gorila, y sin duda el fuerte calor californiano, le impedirían también cualquier precisión de gesto. No se pierdan, en referencia a esto, la hilarante escena en la que intenta atara Alice, y donde, incapaz de hacerlo, la tumba de un mamporrazo. En la siguiente secuencia, la actriz aparece milagrosamente atada. Pero aunque Ro-man no tiene boca, sí que tiene voz. Es la voz carismática del actor John Brown, que le hace soltar algunas perlas metafísicas con un tono shakesperiano de lo más digno. Su apasionante "I cannot, but I must" es su “to be or not to be" proclamado en nombre de todos los monstruos detestados, temidos, perseguidos y víctimas de la injusticia de la industria hollywoodiense.
Los Actores
Aparte de la grandilocuencia de nuestro monstruo incomprendido, “Robot Manster” se apoya sobre un puñado de actores (6 en realidad). Los niños parecen, a veces, no implicarse en un juego que les aburre profundamente, pero sus padres cinematográficos se muestran bastante convencidos.
El padre, John Mylong, un actor nacido en el imperio austro-húngaro es un verdadero homenaje, inconsciente sin duda, a los científicos del mejor cine fantástico y de terror desde los años 10 hasta los 30. Con su abundante pelo blanco repeinado y su fuerte acento alemán, es un Rudolf Klein-Rogge (¡el científico visionario de Metrópolis, el espectro del Dr. Mabuse!) que para su desgracia descubre un suero universal, pero no a su Fritz Lang, y debe luchar por impedir el fin del mundo de la mano (o la pata) de un robot-gorila y de un modesto Phil Tucker. Curioso destino para un actor que había conocido la edad de oro del cine alemán. Antes de llegar al continente americano en 1941, había rodado más de 80 películas en Alemania. En los Estados Unidos rodaría igual cantidad, apareciendo sobre todo vestido de uniforme (nazi o no) en algunas buenas películas de guerra como “Por quién doblan las campanas” (1943) de Sam Wood, “The Strange Death Of Ado/f Hitler” (1943) de James R Hogan, “Chetniks” (1943) de Louis King, “They Came To Blow Up America” (1943) de Edgar Ludwig, “The Story of Dr. Wassell” (1944) de Cecil B. DeMille, “Hotel Berlin” (1945) de Peter Godfrey, o “Battleground” (1949) de William A. Wellman. En los años 50 las cosas se le complicaron. Entre la crisis que atravesaban las películas de guerra y la reputación de “Robot-Monster”, John Mylong tuvo que buscar un nuevo camino en la televisión, en series como “I Love Lucy”, “The Millionaire” y “Black Sadle”.
La madre, la actriz Selena Royle, había tenido también una bonita trayectoria antes de “Robot-Monster”. Hija de un dramaturgo de éxito, escogió vivir de su pasión, el teatro, desde los años 20. A principios de los años 40, creó la Stage Door Canteen, una asociación de Broadway que distraía y servía comidas gratuitas a los militares que estaban de paso por Nueva York. La experiencia le permitió debutar en el cine, interpretándose a sí misma en el film homónimo de la asociación, “Stage Door Canteen” (1943) de Frank Borzage. Bajo contrato con la MGM, interpretaría a menudo a madres de familia dispuestas a sacrificarse por sus hijos. Fue la madre de los cinco chicos muertos en combate en “The Sullivans” (1944), la de Elizabeth Taylor en “Courage of Lassie” (1946), y la de Ingrid Bergman em “Juana de Arco” (1948). En 1951 aparecio en “Come Fill the Cup” junto a James Cagney, y en “He ran all the way” con John Garfield. Sin embargo, ese mismo año la histeria Macarthista tuvo su apogeo. Fue acusada de simpatizar con los comunistas, y su negativa a testificar, al igual que Dalton Trumbo, ante el Comité de Actividades Antiamericanas, marco el fin de su carrera. Aparte de “Robot-Monster”, ya no participaria en ninguna otra pelicula. Opto por trasladarse a Mexico, donde escribió sabrosos libros de cocina.
Pero el casting vale, sobretodo, la pena por George Nader y Claudia Barrett. Su interpretacion, si es que podemos llamarla así, esta en perfecta sintonia con la calidad del film. ¿Fue el director el que le indicó a George Nader que tuviera un aire tan jovial a pesar de la amenaza del fin del mundo? La Tierra ya podía estar derrumbándose, que él no tiene más que un deseo: que Alice sucumba a su libido. Nader, que debutó aquí con su primer papel, tendría más adelante la oportunidad de demostrar que, en realidad, era un buen actor, ya que gracias a este primer papel de héroe viril (no hay duda de que su camiseta rota influyó en la decisión), fue contratado por los estudios Universal e realizo varios papeles secundarios a la sombra de Tony Curtis, Jeff Chandlero Rock Hudson. Su trabajo en “Four Guns To The Border” (1954), “Carnival Story” (1954) y “Six Bridges To Cross” (1955) le valió el Golden Globe al mejor actor promesa en 1955. Protagonizó buenas películas como “Man Afraid” (1957) y “Nowhere To Go” (1958) antes de ser reconocido al otro lado del Atlántico por encarnar a D'Artagnan en Italia, en “Il colpo secreto di d'Artagnan” (1962), y al agente del FBI Jerry Cotton, en toda una serie de películas alemanas. En Europa, participó en otras dos películas de ciencia ficción casi tan malas como “Robot-Monster”: “The Human Duplicators” (1965) y “The Million Eyes Of Sumuru” (1967). Se le conoce también por su homosexualidad y su relación con Rock Hudson, que le hizo su principal beneficiario tras su muerte.
Claudia Barrett, debutó, bajo contrato con la Warner Bros. en “White Heat” (1949) antes de rodar para los estudios Republic algunos westerns con Allan "Rocky" Laine y Monte Hale (por ejemplo “Rustlers On Horseback”, ya con George Nader). Con la llegada de la televisión, siguió fiel al género en las series Cisco Kid, Hopalong Cassidy, Lone Ranger, Wild Bill Hickok, Roy Rogers, Buffalo Bil/ Jr., Death valley Days, Tales of Wells Fargo, Trackdown, Shotgun Slade y otras.
Pero volvamos a “Robot-Moster”. En su empatía con los miramientos de un George Barrocas incapacitado por su traje, ella, o mejor dicho Alice, parece ser la víctima consentidora del monstruo a quien la joven inocente despojará de sus valores. Sin embargo, Ro-Man, desprovisto de sentimientos pero no de inteligencia, la comprende bien. Y las razones de su atracción por esta chica, que no se explican en el guión, se vuelven tan transparentes como su corpiño blanco, que nos permite adivinar sus …. No pudiendo resistirlo, el monstruo pronto se lo arrancará. Ese no es el único desafío a la moral de Hollywood: La boda entre la chica y Roy es una escena antológica, digna de un puesto en los anales de las anomalías cinematográficas. El inevitable discurso cristiano y moralizador del padre no consigue disimular que la boda no tiene más fin que el de su consumación. En su prisa por repoblar la Tierra, los dos jóvenes esposos se contentarán con unos tristes matorrales calcinados como fondo para su luna de miel. ¡Menos mal!, ya que inmediatamente después, nuestro joven héroe, que sangra misteriosamente de la oreja, será eliminado por el monstruo. Lo mismo le ocurrirá a la hermanita de Alice, Clara, que será estrangulada. Su muerte recuerda a la de la niña de Frankenstein de James Whale en 1931.
Y todo ello sobre un fondo musical maravilloso de Elmer Bernstein, uno de los elementos mas interesantes del film. Con un presupuesto tan restringido, tuvo que dar muestra de un espíritu particularmente innovador. Su presencia en los créditos de tal bodrio y en “Cat-Women Of The Moon”, durante el mismo año (¡que año!), no tiene nada de sorprendente durante esos locos años de Macarthismo. No sería hasta mitad de los años 50 y con “The Man With The Golden Arm” (1955) que dejaría el limbo de la serie B. A lo largo de una carrera de 55 años, compuso la música de más de 300 películas, como “Los siete magníficos” (1960), “Matar a un ruiseñor” (1962), “La gran evasión” (1963), “Ghost Busters” (1984), y “Mi pie izquierdo” (1989) por citar algunas.
El 3-D, un monstruo medio-gorila medio-robot, dinosaurios, una heroína tan frívola, un héroe muerto antes del final, una niña estrangulada y una publicidad que anuncia la película como una de las producciones más sensacionales de la década, no bastaron para suscitar el interés del público y de la prensa. Los sucesivos cambios de título, “Monster From Mars” y “Monsters From The Moon”, no cambiaron nada. Las relaciones entre Phil Tucker y sus productores ya se habían enfriado desde hacía tiempo. El director, a quien se le había prohibido el montaje final y que tuvo que pagar su entrada al cine para ver su propia película, creía firmemente en la calidad de su obra y escribió una carta para defenderla en un periódico local antes de intentar suicidarse, sin éxito.
Antiguo marine, como su colega Ed Wood, fue curado en un hospital para veteranos de guerra y volvió a Hollywood para reintentarlo con oscuras películas de minúsculo presupuesto como “Dance Hall Racket” (1953) y “Dream Follies” (1954), ambas escritas y con la participación de Lenny Bruce; “Broadway Jungle” (1955) cuyo protagonista es un director que intenta hacer una película con pocos recursos y actores malísimos, y que recuerda extrañamente a Ed Wood o al mismo Phil Tucker; “Pachuco” (1956), proyectada en un drive-in tejano cuyos espectadores furiosos destrozaron la pantalla en el primer pase; “Tia Juana After Midnight” (1954) y “Baghdad After Midnight” (1954), frivolidades musicales repletas de strip-tease; y finalmente “The Cape Canaveral Monsters” (1960), en la que un par de zombis extraterrestres se apropian de cadáveres para oponerse al programa espacial americano.
Phil Tucker, que no tuvo la suerte de Ed Wood (con quien se le compara a menudo) en verse retratado por Tim Burton, compartió al menos con su contemporáneo la convicción de hacer buen cine. Fue esa profunda convicción, inmune al fracaso, y su obstinación en dejar constancia de su mensaje, a pesar de los ínfimos medios y sin importar lo simplista u abstruso que resultase, lo que hace su obra tan atractiva y asegura su perennidad. En el fondo, que Ro-Man nos haga gritar de miedo o de risa poco importa. Se ha convertido en una figura incuestionable del cine de género y ha sobrevivido a Tucker, que falleció en 1985, a la edad de 58 años, aniquilado por alguna criatura desconocida.
Las Capturas
Los Datos Tecnicos
DVDRip XviD (Bitrate: 1427 kb/s)
Resolucion: 544x400
Audio: MP3, 129 kb/s
Tamaño: 699 MB
Los Enlaces
**Un nuevo episodio de Tales of Tomorrow, Verdict From Space (1951)....

Estan a punto de ser testigos de dos hechos asombrosos; un hombre esta a punto de ser juzgado por asesinato y su unica esperanza de salvacion consiste en convencer al jurado de la existencia de una misteriosa maquinaria, oculta desde hace mas de un millon de años bajo tierra, y que ha comenzado a enviar un mensaje hacia las estrellas... el tiempo de deliberacion ha concluido, ya esta aqui ... ¡El Veredicto del Espacio!
El segundo hecho que veremos esta noche, y no por ello menos asombroso, no es otro que nuestro generoso patrocinador, Jacques Kreisler y su increible publicidad.... Kreisler, pulseras de reloj para señoritas y caballeros.... Esto es "Tales of Tomorrow".




Datos Tecnicos
DVDRip XviD (Bitrate: 1185 kb/s)
Resolucion: 480x352
Audio: MP3, 126 kb/s
Tamaño: 259 MB
Enlaces
Actualizado primer post.
Saludos.
