Entre las figuras de la Era de Acuario de la época, Gelsen Gas (Ángel Sánchez Gas), entretejió sus intereses interdisciplinarios de director de teatro, pintor, poeta, escultor, inventor y camarada de Jodorowsky en la producción de su obra magna Anticlímax (1969). Como una serie de haikus visuales, los segmentos que conforman el trabajo de Gelsen Gas reflejan el periodo sexualmente cargado y políticamente ardiente de la época. La película en sí queda insertada entre dos escenas que hacen referencia, de manera reflexiva, a la misma película que el público está viendo. Al principio de la cinta, una figura solitaria en medio del desierto desentierra unas latas de película. Éstas surgen como reliquias cubiertas con años de arena y escombros. El título se revela despacio y se lee "Anticlímax", luego la imagen se disuelve al negro. En la última escena, el protagonista sale de un cine cuya marquesina anuncia Anticlímax. Tanto psicodélico como sarcástico, Gelsen Gas involucra al público en el desentierro y la proyección de su propio viaje cinematográfico.

Una escena particularmente terrenal recuerda el viaje en el autobús atiborrado de Subida al cielo (1951), de Buñuel, ya que Gas revela lo erótico latente en el transporte público. La mirada de un muchacho se desplaza hacia los muslos de una mujer mientras su falda sube lentamente. La pareja de amantes de pelo largo en el autobús despiertan temor y placer en un viejo solitario. Los pasajeros se estrujan por los pasillos y se restriegan frentes y traseros entre sí. Corren perlas de sudor por la frente de un pasajero, mientras otro chupa con intención una naranja. En esta escena muy controlada comienzan las diversas representaciones del deseo, tanto el realizado como el frustrado, de la película.

El personaje principal, si se trata de distinguir un agente narrativo en esta película poco cohesiva, trabaja como arquitecto y diseñador. En una escena que recuerda Tiempos modernos de Chaplin, las nexos del joven diseñador con la industrialización de la ciudad se documentan de manera exagerada. La fábrica que produce sus diseños contiene dispositivos de metal elaborados con dientes, poleas y canalejas que, tras echar vapor y agitarse, expulsan flores artificiales. Otras referencias a la vida cotidiana incluyen comida y música enlatadas, fotocopias que se hacen pasar como originales y un encuentro erótico entre un hombre, una mujer y un abrelatas gigantesco.
La inconformidad abierta se acopla con las referencias de pop deformadas en los trabajos experimentales de los años sesenta y setenta. Un elemento del trabajo de Gas que aparece en aquél de Jodorowsky, así como en La fórmula secreta de Gámez, es una apropiación cínica de la sintaxis del consumismo. Gámez transforma la botella de coca en un gotero. Los superhéroes astronómicos de Jodorowsky en La montaña sagrada comercializan la belleza y agresión mediante la promoción de auxiliares cosméticos, juguetes y armas.
Como que hay que pincharla, ¿no?

Thanks Fitzcarraldo and waiting for Kurutta Ippeji too.
