misinasa escribió:Enhorabuena por la idea del post, me he divertido leyendo las respuestas y me satisface ver cómo no hay quorum acerca de lo que a uno le parece extraño. Creo que lo de la lista es un pasatiempo ocioso y que, efectivamente, lo primero que hay que plantear es si existe una definición acertada de lo que es realmente raro, o merece ese calificativo. Sobre esto, aclaremos antes de dar ejemplos, hay mucha confusión. ¿Existe un cine popularmente pseudoraro? Yo creo que sí, que la pregunta es de por sí paradojica y contraproducente.
¿Es "Un chien andalou", "Eraserhead" o "Arrebato" películas raras? No, claramente. Lo fueron en el momento de su estreno, antes de que la historia del cine, numerosos estudiosos e intelectuales, la domesticaran para que fuera asumida, más tarde, por la cultura popular. La mano de Buñuel rasgando un ojo (se supone que de una mujer), ha dejado de ser una imagen pura de vanguardia desde el instante en que se ha convertido en un icono cultural. La experiencia de Lynch, era extrema en 1977, pero ahora sólo nos extraña del cineasta que haya filmado películas como "El hombre elefante", "Dune" o "Una historia verdadera", auténticos paréntesis clásicos dentro de una filmografía algo desconcertante, siempre llena de sorpresas, pero suficientemente popular. Es difícil que una película de Lynch no se estrene en España, tiene demasiados seguidores. "Arrebato" es, quizá, la película española junto con "El espíritu de la colmena", sobre la que más se haya escrito, pues son dos obras inmensas, semánticamente inabordables, pero no son extrañas, son una reflexión sobre el lenguaje del cine, su influencia sobre la infancia y la memoria, su fascinación y su poder vampírico. Pero, más allá de esta reflexión, o de esa milagrosa mezcla de ensayo, sensibilidad y poesía, no dejan de poseer una trama, unos personajes, un enredo y un desenlace. Responden a una estructura clásica, atentando al mismo tiempo contra ella.
¿Cómo definiría cine raro, entonces? Es bastante fácil. Mi definición es simple. Un filme es raro cuando atenta contra lo que el espectador cree que debe ser una película. El cine se ha transformado en un arte muy caro y, según conceptos cada día más rígidos de producción, lo importante es llenar una sala, dar espectáculo, emotion, que diría Fuller en una película de Godard. ¿Qué es el cine hoy en día, según vox populi? ¿o qué se supone que nos tiene que ofrecer el cine?
El cine debe ofrecer un heroe, que atraviesa un conflicto, y le conduce a un desenlace. Las combinaciones frente a ese esquema son inmensas pero, ¿es posible saltárselas? El productor diría que imposible, pero la figura del productor no siempre disfruta de tanta existencia. Hablamos de cine, pero no somos conscientes, de que estamos excluyendo por una falta de información, un cine clandestino, poco visible, pero que no responde a esa idea. Empecemos por alguna película conocida. "Lost highway", "Carretera perdida" de Lynch. Existe un heroe que vive un conflicto absurdo, unas cintas de video que envían secretamente a su domicilio, y que contiene una grabación pirata, perturbadora, de su entorno íntimo, imágenes de su dormitorio, él y su esposa. Hasta aquí asistimos a un extraño, pero clásico conflicto. Responde al esquema, podría ser la trama de una novela. Sin embargo, hay algo en ella específicamente cinematográfico: la pareja protagonista habitan una casa de contornos indefinidos, su figuras se pasean y desaparecen en zonas mal iluminadas. Cada vez que sus cuerpos se pierden en la penumbra entramos en una clara indefinición temporal. No sabemos cuanto tiempo ha pasado desde el instante en que el actor o la actriz ha dejado de ser visible, para luego reaparecer. No hay un hilo en la conversación íntimo-conyugal que oriente al espectador. Desde esa postura estética, donde el significado nunca se clarifica dentro de la trama, no debe resultar extraño que el heroe tenga dos cabezas, ese desdoblamiento especular de la trama. Es algo de lo que ya trataba "Persona" de Ingmar Bergman, ese conflicto que existe entre nuestra piel y nuestra alma. Un espejo no nos define, lo visible es sólo un producto, resultado de algo más complejo. Y el cine, no es/no debería ser, un arte centrado en servir a una cierta tradición narrativa. ¡Qué curioso resulta cuando el heroe no se limita a lucir un físico y vivir un conflicto y sus consecuencias? Lynch dice: "su físico es permutable". Tarkovski, aún puede llegar más lejos: "su fisico puede desaparece". ¿Qué es "Zerkalo" (El espejo)? Una película con un protagonista que no aparece físicamente, sólo existe una visión parcial de su cuerpo tendido y enfermo que tiende la mano y libera una paloma. La primera vez que ves el filme,es difícil reconocer que esa mano tendida, que ese cuerpo enfermo, sea el protagonista de todo. Hemos olvidado el significado de su título. Un espejo puede ser más que un mero reflejo, puede ser un collage de recuerdos, imágenes, memoria, seres queridos, infancia perdida. Se puede hablar íntimamente de alguien sin recurrir al cuerpo, porque éste es sólo producto de la mirada de otros.
Hay otros ejemplos. Y no me voy a ir muy lejos. Hay muy buenos ejemplos celtibéricos, que yo he echado de menos en todas las listas. Tenemos una escuela de Barcelona y una serie de artistas que hicieron un cine "imposible", que existe pero al que es muy difícil acceder. Carles Santos filmó una película de 30 minutos, "L'appat", consistente en un único plano fijo desenfocado. Para un músico de vanguardia como él, hay todo un concepto sonoro que define lo que es un almuerzo. Pero esta idea sostenida durante media hora de reloj, conduce al espectador a un estado de desesperación, que es lo más normal. Pero también, quizá le lleve a uno a reflexionar sobre la importancia o no de que exista una imagen. Eso que tanto obsesiona a Jean-Luc Godard. "Vampir cuade-cuc", es la película que Pere Portabella, rodaba mientras Jesús Franco filmaba su irritante versión del Conde Dracula. Portabella, enfrentado a un tema tan manido como el vampirismo, decidió algo elemental. ¿Vale la pena insistir sobre una historia tan popular como la del Conde Drácula"? La película no tiene diálogos, ¿para qué si conocemos la historia? Sólo imágenes y la música del genial Carlos Santos. Y a partir de ahí, todo un conjunto de imágenes increibles sobre los mecanismos del "fantastique", su cariz farandulero, su maquillaje, sus entretelas, su estúpido vestuario, su Christopher Lee, con un papel tan reconocido, que no hace falta interpretarlo. Se muestra todo esto, que se desmonta y se maneja de un modo perturbador y se extrae de la cámara imágenes insospechadas, rodadas en B/N con pelïcula de sonido; extrayendo unas imágenes bellísimas, dignas del "VAMPYR" de
Dreyer. O Joaquín Jordá que, antes de rodar "Mones com a Becky", utiliza la cámara de forma política, utilizando el método de la entrevista como Jean Rouch. Jordá es de los que piensa que, frente a un conflicto laboral como el que le planteó la industria "Numax", es útil colocar una cámara y reproducir, lo que conlleva a una repetición, publicación y reflexión sobre los hechos. Una película como "Numax Presenta" es rara, porque responde a una utilidad política del cine, que casi nadie conoce.
En el año 2000,Jean-Luc Godard fue invitado por el Festival de Cannes a hacer un corto que resumiera visualmente un siglo. El resultado es, a primera vista extraño. Un montaje de imágenes, que responden a un orden más musical que narrativo. ¿Qué resume visualmente el siglo XX, por otro lado el siglo del cine? Una imagen justa, o sólo justamente una imagen: la de un paisajenatural, verde, bellísimo y frondoso, en el que dos personas se cruzan, un hombre y una mujer. Ella le pregunta a él: ¿Dónde vas? Y él: "a la guerra". Esa es la imagen del siglo XXI, la de la lucha absurda, la misma imagen que percibe un zorro en el corto de animación "Tale of tales" de Yuri Norstein, el incontenible deseo de destrucción, pese a un paisaje de tanta belleza. ¿Cuál es el origen de todo esto? Godard se plantea siempre preguntas imposibles, filma sobre aquello que desconoce y lo que ofrece es una triste y descorazonadora retahila de imágenes de violencia y pornografía. "El origen del s.XXI", es la última película rara fundamental que conozco, porque se atreve a poner el dedo en la llaga. El hombre del siglo XX, que ha inventado el cinematografo ha llevado su desdemido apetito de ver y conservar imágenes hasta la devastación y vejación del ser humano. El hombre es un ser cínico, que filma y conserva en una lata o cualquier otro formato digital un paisaje, un mundo que sabe va a destruir.
Y poco más. Extenderse es muy fácil, por que se trata de un tema inmenso. Recuerdo que después de ver "La pianista" de Michael Haneke, pensé: "¡Siempre nos engañan, siempre nos hacen tragar la misma historia!". Había salido de la sala, herido y emocionado, había seguido a una heroina que, para nada intentaba deleitarme y agradarme, se trataba de un ser opaco, lleno de rabia y confusión, y yo me preguntaba: ¿por qué l cine, arte a menudo obsoleto, no se ocupa más a menudo de otras formas narrativas, que se alejen del más burdo flirteo y seducción? A mí esto, verdaderamente, me parece raro. Y aplaudo cualquier tentativa consecuente, que resulte nueva. Si Chantal Akerman decide que debe filmar la rutinaria vida de una ama de casa, para reflejar su tedio, esclavitud, me parece maravilloso pues me está diciendo sencillamente, que cualquier momento doméstico es susceptible de ser filmado,
porque algo tan trivial y estático, basa su dramaturgia en el detalle, en pequeños gestos, en un pestañeo de la actriz. "Jeanne Dielmann" es una obra rara, porque es única y responde a un "tempo", que cuestiona las brillantes afirmaciones de Sam Fuller.
¿Qué "Eraserhead" es rara? Pegarle un vistazo a "Begotten" de Elias Merhige o a "La cicatriz interior" de Philippe Garrel. Luego me lo contais.
¿Y donde le puedo echar un vistazo a "la cicatriz interior"?