Hace tiempo que prometí ripear este documental para complementar los cortos que están en
este hilo, pero por varias razones no he podido hacerlo hasta ahora... pido discurpas.
Sinopsis: Retrato del legendario cineasta vasco Iván Zulueta en el que reflexiona sobre la dificultad de vivir, la imposibilidad de abandonar una infancia poblada de álbumes de cromos y de juegos caseros, la imposibilidad de hacer cine, la imposibilidad de no hacerlo. También nos habla de una vida intensa, la del propio director, que vió el cine como un espejo que debía atravesar.
Este documental pretende dar a conocer la vida de un cineasta extraño y marginal, más interesado en reafirmar su individualismo que en atender a las corrientes de moda del cine de su generación. El documental reflexiona sobre la dificultad de vivir, la imposibilidad de abandonar una infancia poblada de álbumes de cromos y de juegos caseros, la imposibilidad de hacer cine, la imposibilidad de no hacerlo. También nos habla de una vida intensa, la del propio director. A pesar de haberse mantenido alejado del circuito comercial, Zulueta ha dejado una huella indeleble en la cinematografía española. Resulta muy difícil encontrar sus películas, pero su obra sigue estando viva y eso es lo que importa.
Andrés Duque
Asiduo como productor y reportero de la cadena HBO en el Festival de Cine de San Sebastián, el venezolano Duque ha realizado varios documentales (República independiente, Coolhunters) y vídeos experimentales (Salón rojo, El lado oscuro de mi compadre). Ahora da el salto al mediometraje con este reportaje documental acerca de la vida cotidiana del cineasta donostiarra Iván Zulueta, que tardó varios años en rodar debido al carácter hermético de Zulueta sobre su propia persona.
Festival Internacional de Cine de San Sebastián, 2004
Enlace:
Iván Z - 2004 (Documental sobre Iván Zulueta) por JAMON_LLo.avi
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Saludos.
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Información aportada por
Ozu:
Iván Z (Andrés Duque, 2004)
(...) por esta razón la casa que construyó Duque en su documental Iván Z, tiene fuertes amarres a tierra, está cimentada sobre bases estables que presentan imágenes que, más que bellas, son justas y necesarias, parafraseando a Guerín cuando habla sobre la ética de Rossellini. En Iván Z, Andrés Duque construye, con medios sencillos y una absoluta honestidad, la casa de Zulueta y a la vez la casa del cine. Ángela Bonadies
DIRECCIÓN: Andrés Duque
GUIÓN: Andrés Duque
POSTPRODUCCIÓN: Martín Sappia
Con IVÁN ZULUETA
DURACIÓN: 52 mn.
Este documental pretende dar a conocer la vida de un cineasta extraño y marginal, más interesado en reafirmar su individualismo que en atender a las corrientes de moda del cine de su generación. El documental reflexiona sobre la dificultad de vivir, la imposibilidad de abandonar una infancia poblada de álbumes de cromos y de juegos caseros, la imposibilidad de hacer cine, la imposibilidad de no hacerlo. También nos habla de una vida intensa, la del propio director. A pesar de haberse mantenido alejado del circuito comercial, Zulueta ha dejado una huella indeleble en la cinematografía española. Resulta muy difícil encontrar sus películas, pero su obra sigue estando viva y eso es lo que importa.
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- Spoiler: mostrar
- Iván Z.: la casa del cine
“…cuando ahora veo cortometrajes de alumnos que salen de la escuela, y que están fascinados por la técnica, por la factura, las grúas y los travellings, me gustaría reivindicar la belleza tosca de La boulangère de Monceau que tiene también que ver con la tosquedad de Jean Vigo en L’atalante, ¡viva la tosquedad!”
José Luis Guerín en conversación con Álvaro Arroba en Letras de Cine. Número extra monográficos, Valladolid, 2004
Andrés Duque ha estado siguiendo la pista de Iván Zulueta desde que vio en la Cinemateca Nacional de Caracas la película Arrebato(1979) y se convirtió en uno de sus asiduos cultores. Al mudarse a España, Duque buscó todo lo relacionado con Zulueta y encontró más la leyenda de un personaje mítico, huraño, encerrado en una especie de palacio atemporal, que el relato de una persona real, de un artista. Desde ese instante se plantó en la idea de llenar un vacío y hacer un documental sobre el cineasta. Contactó con él a través de un amigo común y se puso en marcha: primero consolidó una profunda relación de amistad y después emprendió el trabajo. Por esta razón la casa que construyó Duque en su documental Iván Z. tiene fuertes amarres a tierra, está cimentada sobre bases estables que presentan imágenes que, más que bellas, son justas y necesarias, parafraseando a Guerín cuando habla sobre la ética de Rossellini.
En Iván Z. Andrés Duque construye, con medios sencillos y una absoluta honestidad, la casa de Zulueta y a la vez la casa del cine. La estructura arquitectónica de la película comienza afuera, con la hermosa enredadera que cubre la casa, y llega al ático o planta superior donde Iván Z. despliega sus recuerdos y joyas de cromos y comics, que Duque evoca como el encuentro con los objetos de la infancia y sus vampirizantes y eróticos placeres. La enredadera, que es apertura y cierre de la obra, también funciona como metáfora del encierro, de una dulce decadencia, de una vida apartada. Como en Bugambilia (1944) del Indio Fernández, la casa es para Zulueta la ventana desde la cual se mira, de la que se aleja y a la que vuelve para convertirla en un mundo dentro del cual se habita.
Junto a las imágenes que filmó durante tres días de trabajo continuo -entre las cuales resalta la de la aparición sorpresiva de la madre de Iván- Duque intercaló en el montaje trozos de cintas de Zulueta, lo que recrea al cine dentro del cine y ayuda a construir el documental también como ficción que fluye Athenea Digital - num. 6 otoño 2004- 4
Construir la casa
Ángela Bonadies
y se entrelaza con lo real. Incluso logra reproducir una imagen casi idéntica de Zulueta -que nos permite viajar en el túnel del tiempo- en la que éste está de pie frente al ventanal de su casa, en una cinta en blanco y negro de los setenta. Luego lo vemos en la actualidad, desde el mismo ángulo, a color, captado por la cámara de Andrés Duque, único técnico de este documental en el que sólo hubo colaboraciones importantes durante la post producción.
Frente a los planos que intercala de Arrebato, la cámara en mano de Duque, sus encuadres rápidos, el movimiento y su uso tosco del zoom hablan de su postura en y ante el cine, dando una pequeña lección de la diferencia entre plano y contraplano, como bien explicó Godard en una escena impresionante de Notre Musique. Por su parte Zulueta sólo se animó a tomar la cámara una vez e hizo un hermoso travelling ascendente de la enredadera, como una referencia poética de este contemporáneo Thomas De Quincey del caballo que en la película sentencia: “ocuparse es un coñazo”.
Detrás de la enredadera Iván Zulueta reconstruye su cine y su casa en Iván Z. Pero cabe la pregunta ¿volverá a habitar la casa del cine?
http://antalya.uab.es/athenea/num6/bonadies.pdf
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Editado por
marlowe62, 20/11/2007.