AVISO: es un VHS antiguo y el ripeo final no tiene la calidad acostumbrada en este foro. La calidad es desigual (hay secuencias mejores y secuencias peores) No obstante cuelgo los elinks por varias razones:
- por el interés histórico de la película, de valor casi "arqueológico"
- por la originalidad de la película
- por su mensaje, desgraciadamente todavía válido hoy en día en que los "señores de la guerra" se lo están pasando bomba (nunca mejor dicho) y sufrimos tantos casos de intolerancia
- y... porque lo había prometido!
Si creeis que no reúne el interés suficiente, decídmelo y retiraré los elinks.
INTOLERANCE (1916)

Director: David Wark Griffith
Productor: David Wark Griffith
Guión: David Wark Griffith
Títulos: Anita Loos
Fotografía: G. W. Bitzer, Karl Brown
Nacionalidad: Estados Unidos
Intérpretes: Lillian Gish, Constance Talmadge, Elmer Clifton, Howard Gaye, Lillian Langdon, Margery Wilson, Eugene Pallete, Mae Marsh, Fred Turner y... ¡miles de extras!
La versión que presento respeta los colores tintados originales y lleva el acompañamiento sonoro de un piano que, desconozco las causas, desaparece hacia el final.
Lleva también subtítulos en castellano incrustados, en los rótulos en inglés.
La he ripeado con el codec Xvid, a 640x480, con sonido mono.
Duración aproximada: 2 horas 3 minutos, dividida en dos Cds de 1h 13m 18s y 49m 46s aproximadamente
Los elinks:
David Wark Griffith (1875 - 1948) es uno de los creadores del lenguaje cinematográfico. Sin su extensa y coherente aportación a la cinematografía, que comienza en 1908 con su primer cortometraje, la historia del séptimo arte sería sin duda distinta y menos interesante. Griffith no sólo fue actor, escritor y director en los orígenes del cine, sino que teorizó públicamente y por escrito sobre los cambios y las innovaciones que había supuesto su aportación personal. Autor de dos obras maestras monumentales: "El nacimiento de una nación" (1915) e "Intolerancia" (1916), vino a dar lo mejor de sí mismo en el melodrama "Lirios rotos".
La carrera de David Wark Griffith, el mas importante de los pioneros del cine, el hombre que inventó el montaje narrativo, quien más influyera en Serguei Eisenstein, en Erich von Stroheim, en Raoul Walsh y en John Ford, tuvo uno de los finales más indignos de la historia de Hollywood. No dirigió ninguna película desde 1931 hasta su muerte en 1948 por haber perdido la confianza de los productores, y aquéllos que aprendieron el arte y la técnica del cine con él, muchos de ellos en importantes puestos directivos, le consideraron una presencia molesta durante casi veinte años.
En 1916, D.W. Griffith realizó esta película que, en su momento, fue la más cara de la historia del cine. Incomprendida en su época, posteriormente fue reconocida como uno de los mayores esfuerzos para definir un lenguaje más vanguardista y con más personalidad que el hasta entonces utilizado, simple filmación de una representación teatral. Destaca también por sus colosales decorados, siendo el más espectacular el que representa el Palacio de Babilonia. En definitiva, un hito en la historia del cine.
Cuatro fragmentos componen uno de los más rotundos fracasos de la filmografía de David Wark Griffith, "Intolerancia", principalmente porque los espectadores de la época no estaban preparados para una película adelantada a su tiempo y tocada por el afán de experimentación del realizador. Además este recorrido por distintos acontecimientos claves en la historia del hombre estaba afectado desde un principio por el aire de épica grandiosa que Griffith se empeñó en otorgarle. Así, por ejemplo, se construyó un palacio de Babilonia de 70 metros de altura y 1.600 metros de profundidad. Las dimensiones de tal decorado, sin duda el más grande utilizado hasta ese momento en una producción cinematográfica, obligaron a rodar varias escenas desde un globo cautivo, ya que sólo a esa distancia podía captarse todo el enorme despliegue de construcción empeñado en la película. El desastre económico de la producción mantuvo en pie las ruinas de los grandiosos decorados durante diez años ante la falta de dinero suficiente para desmontarlos. Fueron una advertencia a la industria del cine sobre los peligros de jugar a lo grande. Las escenas que mejor se recuerdan de esta producción son las que se desarrollan en esa Babilonia californiana. Tal es su impacto en el público que resulta difícil para el espectador sacar de su memoria cualquier momento de los otros tres fragmentos que integran el filme.
Y una sugerencia final: la intolerancia continúa... ¿Qué motivos hubiera elegido hoy en día Griffith para motivarnos contra ella? ¿O qué temas elegirías tú para hacer una segunda parte de esta película, actualizada para principios del siglo XXi?
¡Que la disfrutéis!