The last safari (Henri Hathaway, 1967)

[gatatitania]

Stewart Granger es un guía de safaris, maduro y cansado, casi a las puertas de la vejez. Podría ser el Quaterman de Las minas del rey Salomón treinta años después. El África que ha conocido está en vías de extinción. Los porteadores negros se rebelan y gritan que ya no son esclavos; los turistas son gamberros millonarios que persiguen a los rinocerontes en landrovers por el mero placer de acosarles; los animales comienzan a escasear; hay que sacrificar grandes rebaños porque las carreteras, los pantanos y las vías del tren los separan de sus fuentes tradicionales de agua; algunas de las viejas colonias se han independizado y comienzan a aflorar las guerrillas armadas... África ya no es lo que era y este trasunto mayor de Quaterman decide abandonar todo y encontrarse a sí mismo cruzando medio continente, solo, para encontrar al elefante que mató a un amigo... Un joven millonario impulsivo (y descerebrado) se empeñará en acompañarle a todo trance. Todo ello contado con la gran, grandísima, sabiduría de un Henry Hathaway mayor, que podría ser el protagonista de la película... Al igual que hay un western crepuscular, El último safari bastaría por si sola para hablar del safari crepuscular.