Gracias hari, hacía falta un sitio así...
pondré aquí mis comentarios desperdigados:
- El otro día vi
Maborosi (1995) ; qué película más tristona...y tampoco es tan buena. Eso sí visualmente
more geometrico. En fin.
- Pues finalmente el otro día que no tenía nada que hacer, me ví de una tacada
Academia Rushmore (1998),
Los Tenenbaums (2001) -ambas de Wes Anderson- y de postre
Sydney (1996) (Hard Eight) de PTA. Todas me gustaron bastante. Recomiendo mucho las 3.
- Hace un tiempo dieron -en VOSE- por BTV (canal local de Barcelona)
También los enanos empezaron pequeños (1970) (Even Dwarfs Started Small / Auch Zwerge haben klein angefangen), segundo largometraje de Werner Herzog, de 1970. Si tuviera que definir esta película con algunos adjetivos diría que es áspera, dura, sórdida, machacona, traumática, ...una auténtica pesadilla. La verdad es que la película en sí no me gustó mucho pero hay que reconocer que parece haber ejercido una gran influencia. Sin el desparpajo que puede encontrarse en este film alemán estoy seguro de que no existiría "Los idiotas" de Lars von Trier tal y como la conocemos. Con mayor claridad se puede notar la huella de la película de Herzog en los aspectos más incómodos y enigmáticos de algunas películas de Béla Tarr.
- Bueno el otro día vi
El color de la granada (1968) (Sayat Nova) y francamente la encontré muy interesante. Tiene un aire muy mágico y una banda sonora muy atractiva llena de tambores, campanas y de instrumentos típicos de la cultura armenia. La única referencia que tenía de esta cultura era de una de las primeras películas de Atom Egoyan, Calendar, y también de una de sus últimas películas, Ararat.
Al escuchar algunas de las canciones de "El color de la granada" me acordé de algunas de las composiciones musicales más exóticas de las películas de Egoyan.
Quien -tras ver alguna película de Egoyan- se haya quedado con ganas de saber más sobre la cultura ancestral de Armenia sin duda "El color de la granada" es una inmersión en sus rasgos más característicos. Posiblemente no entienda nada de la película pero entrará todo por los ojos y por los oídos. Un misticismo que te impregna y que se filtra directamente por las venas. Es una lástima no entender la inmensa cantidad de liturgia, gestos y simbolismos que transcurren por la película, eso la harían aún más interesante pero, de todas formas, sólo el hecho de verla ya vale mucho la pena.
La recomiendo a quien quiera experimentar nuevas sensaciones con el cine sin importarle que haya o no un argumento inteligible a su alcance.
Al terminar de verla me entraron unas ganas tremendas de dejar el mundo moderno e irme a fundar una secta en algún lugar desconocido de Oriente, como cuando leí Siddharta de Herman Hesse. En fin, lo dejaremos para otra vida.
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Carretera perdida (1997), creo que me voy a tener que leer el "diccionario de símbolos" de Juan Eduardo Cirlot antes de opinar sobre esta película.
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Blind Beast (1969). Una de mis películas favoritas. Trata principalmente de un tema poco habitual en el cine: la obsesión sexual, los límites extremos del placer y del arte, en donde ambos se unen. Una película que habla de los sentidos, de las relaciones ambiguas entre las madres y los hijos, etc etc etc. Hay que verla.
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Giants and Toys (1958). Trata principalmente de la competencia entre empresas y de cómo esta pugna afecta a la vida de los trabajadores y a la relación entre ellos. Otro tema presente es el de la pérdida de la inocencia.
En algunos momentos el planteamiento que hace sobre el mundo empresarial me recordó al que se hace en "El Infierno del odio" de Kurosawa, 1963. A pesar de ser algo moralista, no es previsible.
Por cierto que en esta película tiene un papel aquel peculiar actor que hacía de poeta bohemio en Ikiru de Kurosawa.
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Tokyo Drifter (1966). A mí me parece cine altamente comercial de los 60. Si hasta la música está realizada según la moda de la época, por eso ha envejecido tan mal. El aburrimiento que me produce la música de Tokyo Drifter sólo es comparable a la del festival de la OTI.
- Hace unos días ví
The Face of Another (1966)(Tanin no kao) de Teshigahara, una película de 1966. A mí me gustó bastante; antes de verla pensé que iba a ser de terror psicológico pero en realidad más bien va de angustia existencial. Formalmente me recordó a alguna película de Ingmar Bergman de aquella misma época; algo teatral: mínimos decorados y largos diálogos. Si te gustan ese tipo de películas pues encontrarás reflexiones interesantes. Es visualmente menos agradecida que "Suna no onna" (del mismo director). Ambas parten de novelas de Kobo Abe.
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Tres colores: Rojo (1994). Rojo es siempre la que más me ha gustado de la trilogía de Kieslowski. Toda esas paradojas jurídicas que exponen en la película están muy bien. Te hace entroncar el derecho con la vida.
Según he leído por ahí el co-guionista de Kieslowski es una eminencia en su pais en temas jurídicos, así que estaba en su salsa.
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