Vivimos en un mundo en el que un simple ataque de los Estados Unidos lleva, en menos de dos años, al colapso de dos naciones. Si todo está tan interrelacionado, ¿cómo pueden los temas de mis películas relacionarse únicamente con el lugar en el que se supone que nací? Hoy en día, la patria de cada uno es la que le dicta el corazón. En los dos últimos años, los medios de comunicación de todo el mundo han hablado sin parar de mis países vecinos. Así que como iraní entre las dos tragedias de Afganistán e Irak, ¿cómo puedo simplemente observar y no decir nada al respecto?
Cuando su padre hizo "Kandahar", el ataque del 11 de septiembre todavía no había ocurrido y nadie hablaba entonces de Afganistán. Sin embargo en los dos últimos años, este país en muy pocas ocasiones ha dejado de aparecer en los medios de comunicación. ¿No le preocupa que la audiencia mundial pueda estar cansada de este tema?
Cuando mi padre hizo "Kandahar", antes del 11 de septiembre, la gente se preguntaba porqué le prestaba atención a un país tan insignificante. El 11 de septiembre demostró que el cine puede adelantarse a la televisión transmitiendo información.
Por supuesto, hay una diferencia entre "Kandahar" y "A las cinco de la tarde". "Kandahar" fue un intento de hablar al mundo entero de este país tan olvidado. Mi película lo que intenta es corregir la información errónea que los políticos y los medios crearon. La radio y la televisión constituyen la voz oficial del poder, mientras que el cine es tan solo un medio en el que su autor puede poner voz al verdadero espíritu de la nación.
Entendemos el espíritu de la India como aquel que se muestra en las películas de Satyajit Ray, no el que aparece en los video clips y la televisión via satélite. Ken Loach muestra la voz de los británicos mientras que la BBC o Tony Blair tan solo son los portavoces de la política oficial de Inglaterra.
¿Qué análisis hace de la cobertura de los medios de comuncación en estos temas?
El rol de los medios de comunicación es principalmente expandir la ignorancia mundial. A veces los acontecimientos de un determinado lugar se enfatizan para desviar la atención de las verdadera noticias que provienen de cualquier otro lugar.
La cobertura a menudo va de todo a nada. Al principio el 100% de las noticias eran sobre Afganistán e Irak, por ejemplo. Después descienden hasta un 0% y por tanto se supone que tenemos que aceptar que todos los problemas de esa zona se han solucionado.
Y la información es totalmente superficial. Hace unos años los americanos hicieron una película titulada "Rambo en Afganistán". Rambo llegaba y salvaba el país. Las imágenes que los medios y especialmente los medios americanos muestran sobre Afganistán e Irak no son nada nuevo. Es la misma historia de siempre.
Cuando un cineasta iraquí presenta un trabajo de lo que pasó en Irak en las últimas tres décadas es cuando puedo entender el tipo de lugar que Irak es y ha sido y lo que significa ser un iraquí. Esa persona representa el espíritu de los iraquíes que actualmente no tienen ningún portavoz.
Los medios nos bombardean con una única imagen, con clichés, y como noticias que son, se convierten en una especie de análisis, poco a poco la gente empieza a pensar como Bush. La única diferencia en los análisis surgen de los conflictos de intereses entre ciertos países del oeste con respecto a la idea del Tercer Mundo. Recuerdo de mi infancia cómo los aviones franceses que vendieron a Sadam destrozaron la casa de los vecinos de mi abuela y mataron a mis compañeros de juegos.
La cantidad de noticias transmitidas a la audiencia global por los medios de comunicación, se equipara a los límites de la propaganda de una campaña de reelección de un político. Por lo tanto, tras todo ese tumulto de los medios, me fui a Afganistán para poder entender completamente la situación de su gente a través del cine.
¿Conoce muy bien Afganistán?
Mi primera experiencia en Afganistán se remonta a mi infancia, cuando tenía ocho años y participé en la película "The Cyclist". Empecé a conocer a los inmigrantes afganos durante el rodaje en Irán. Mientras trabajábamos en la película viajé a Pakistán, hasta su frontera con Afganistán. Tengo muy vagos recuerdos pero simpaticé con los afganos.
Luego, un poco antes del 11 de septiembre, pasé un mes en la frontera entre Irán y Afganistán fotografiando a las mujeres afganas. Allí, me di cuenta de la gran carga de la cultura predominantemente masculina, de la pobreza y de la mendicidad de los afganos. Pero para mí, el hecho de solamente hacer fotos no era suficiente.
Con mi padre (que estaba rodando "Kandahar") escondimos a mujeres y niños que se estaban muriendo de hambre en nuestras caravanas y minibuses y los llevamos al hospital. Algunos de ellos seguramente habrían muerto. Entiendo que mi posición me daba una cierta responsabilidad hacia estas mujeres y niños.
Entonces llegó el 11 de septiembre. Los medios me bombardearon también a mí. No podía soportar quedarme quieta más tiempo así que hice un viaje por Afganistán. El resultado fue un corto titulado "God, Construction and Destruction". He vuelto a Afganistán tres veces más, en una ocasión estuve todo el verano y el otoño de 2002. También tuve problemas, el más importante de ellos fue el intento de secuestro de mi hermana pequeña Hanna. "A las cinco de la tarde" se rodó en el otoño de 2002, en Kabul.
¿Cómo era Afganistán en aquella época?
Lo que sentí en el verano y el otoño de 2002 fue que las mujeres parecían más liberadas gracias a la nueva situación. Había pasado un año desde la caída del régimen talibán. Ellas podían salir de casa a trabajar o para ir a la escuela. Sin embargo, todavía tenían miedo de que los talibanes regresaran.
Este miedo se puede ver claramente en el documental "Joy of Madness" dirigido por mi hermana con tan solo catorce años. Por entonces, igual que hoy en día, había muchos problemas culturales y económicos. Algunos creían que los americanos simplemente habían acabado con el régimen talibán, un régimen que ellos mismos habían puesto en el poder.
Más de un millón de personas sin hogar habían vuelto a Kabul, principalmente de Pakistán y algunos de Irán, con muchas esperanzas y tan solo encontraron una ciudad en ruinas, por lo que se vieron obligados a vivir en la calle. Como no tenían trabajo, sufrieron un hambre extrema y buscaban la primera oportunidad para poder emigrar de nuevo.
¿Qué tipo de reacciones encontró a la película que estaba haciendo?
Las reacciones eran las mismas que las de la gente que participaba en la película. Al principio tenían miedo de la cámara porque no estaban acostumbradas a hacer cine, tan solo algunos de ellos habían participado en musicales indios o pakistaníes. Cuando les preguntaba a las chicas y a las mujeres si querían participar en mi película se ponían coloradas y salían corriendo. Más tarde, me di cuenta que la palabra 'interpretar' en Afganistán significa 'bailar' y eso iba en contra de la cultura tradicional.
¿Y como las convenció?
El hecho de que yo viviera entre ellas por un tiempo hizo que me ganara su confianza. Poco a poco, aparecer todos los días delante de una cámara se convirtió en su trabajo. En nuestro primer día en Kabul nadie quería aparecer en la película pero cuando nos íbamos a marchar, cada una de las campañas para coger a extras acababa con miles de voluntarios, incluyendo mujeres.
Los actores de la película no son profesionales. ¿Cómo los dirigió?
En Afganistán, el cine había llegado a un punto muerto hacía mucho tiempo. Incluso mucho antes de que los talibanes lo hubieran declarado como algo ilegal. El cine afgano había producido menos de 40 películas, incluyendo cortometrajes, durante los primeros cien años de su historia.
Quizás "A las cinco de la tarde" sea beneficioso para las carreras de los actores que empiezan y para lanzar de nuevo el cine afgano. Espero que la chica, el padre, el poeta y el anciano que escucha música en la película se conviertan en actores profesionales. ¿Cómo les dirigí? Intentando que no actuaran, sino que fueran ellos mismos.
Hable del personaje de Noqreh.
Noqreh, la actriz de la película, tiene mi misma edad. Tiene tres hijos y desde que su marido desapareció en los bombardeos americanos ha estado dando clases en una escuela para mantener a sus hijos. Me costó mucho convencerla para el papel pero ahora le encanta el cine y está deseando hacer otra película. Interpretando a Noqreh, ha ayudado a las mujeres afganas a superar su miedo al cine.
¿Diría que "A las cinco de la tarde" es una película realista?
Godard dice que el cine se inventó para mostrar la realidad pero se ha convertido en un entretenimiento. En esta película, he intentado hacer cualquier cosa que no fuera ni entretener ni juzgar. Respecto a esto, esta película es similar a "The Apple".
He intentado entender tanto al padre, que es partidario de los talibanes y su cultura, como a la chica, que está en contra de esta manera de pensar. Elegí a personajes normales y corrientes y cogí detalles de sus vidas. Muchos diálogos surgieron en la búsqueda de actores y localizaciones, de lo que oía a la gente en la calle y los mercados, y decidí incluirlos en la película.
En contraste con los que simplifican los temas realmente complejos, yo no buscaba ni culpar a los talibanes por todos los problemas del país, ni reflejar un país feliz, que disfrutaba de la prosperidad tras la invasión de "Rambo".
La película pretende entender y mostrar el misterio de la recesión de la región y la guerra camuflada que existe entre las dos generaciones, al igual que las diferencias que existen entre hombres y mujeres. Con respecto a la realidad de Afganistán, considero que esta película es realista. Pero el cine también es poesía, y no solo porque uno de mis personajes sea un poeta en la película.
¿Por qué utilizó un poema de Lorca?
Antes de hacer el montaje definitivo aparecía mucho más el poema de Lorca, pero lo manipulé de tal manera que no pareciera Lorca. Pablo Neruda escribió que ningún poema pertenece a su autor sino que cada uno de los lectores es el autor del poema que está leyendo. El poeta de la película es también el personaje que, del texto de un poema de Lorca escrito a la muerte de un torero español, crea una elegía a la muerte de una vaca. El cree que la esencia de la poesía reside en la naturaleza, y como la naturaleza es consciente, una oveja como parte de esa naturaleza puede entender un poema escrito a la muerte de una vaca. Sin embargo, en el montaje final, se utiliza el poema de una forma más alusiva.
Al principio pensé titular la película "Conversación entre un poeta y una chica", sobre todo por la parte en la que el poeta dice, "Cuando alguien tiene miedo de hablar en público pero tiene que hacerlo, como todos los jefes de estado deben hacer, probablemente empiece leyendo poemas dedicados a vacas; de esa manera se puede permitir decir cosas estúpidas sin tener miedo de su audiencia".
A la misma vez, la forma en la que el poema insiste en la parte del día en la que se encuentra, la repetición de “a las cinco de la tarde” es algo muy misterioso para mí. Algo que previene de caer al nivel de la prosa
¿Cómo ve a los personajes de la película, en concreto al padre y a la hija?
El padre de Noqreh representa la vieja generación, la cultura tradicional de Afganistán. Es una persona religiosa y muy fanática. Juzga lo bueno y lo malo desde la perspectiva de la tradición y la cultura, actuando siempre desde un punto de vista histórico y no personal.
Las generaciones anteriores ya habían decidido por él, y ellos a su vez habían sido marcados por generaciones anteriores. Si él cree en la superioridad de los hombres no es porque sea egoísta o porque sea un hombre. Si fuera mujer también lo aceptaría porque eso es lo que la tradición le ha enseñado.
Su hija sin embargo simboliza una nueva generación cuyos sufrimientos surgen de la cultura tradicional. Una generación de mujeres literalmente encarceladas en su propia casa porque la cultura tradicional no acepta que las mujeres salgan de casa. A pesar del respeto que siente por su padre, a Noqreg no le importa la cultura tradicional, de hecho se opone a ella. Se encuentra en una situación en la que superficialmente acepta la cultura tradicional pero en realidad lo que hace es rebelarse e intentar escapar de ella.
¿Por qué el final de la película es tan triste?
Tanto padres como hijos son victimas de una trágica situación familiar. Su país, su propio hogar ha sido destrozado por la ignorancia y la pobreza. Nadie puede sobrevivir a este infierno sin rescatar a otros.
El prisionero y el guardián de la prisión, la generación anterior y la actual, todos están unidos. No es como una invasión militar tras la que los problemas de un país se pueden resolver en unos pocos días. La democracia, al contrario de lo que proclaman los medios de comunicación, no es algo que se pueda crear mediante la acción militar o mediante un cambio de régimen. La democracia es un proceso lento. Como el fascismo. El fascismo es como un cáncer, como una deformación interna. No es una herida externa infectada que se pueda curar con cirugía.
El tratamiento para el fascismo requiere tanto tiempo como dinero. Afganistán es pobre, y no tiene fondos para financiarse el billete del fascismo a la democracia. Y nadie más puede pagarlo. Así que, ¿como puedo ser optimista y, por qué debería la película terminar con la liberación de Afganistán?
Hay muchas escenas en las que los hombres se ponen contra la pared cuando las mujeres pasan. ¿De verdad ocurre esto?
A mi me pasó en Afganistán. Primero en el Hotel Kabul – sí hasta en los hoteles: un hombre me vio en las escaleras e inmediatamente se giró para no verme. Yo me puse delante de él y le pedí que se explicara. En vez de contestarme empezó a agitar las manos con rabia: me dio la impresión que si insistía se sentiría maldecido para toda la eternidad.
Su primera película se rodó en Tehran, la segunda en Kurdistán, en la frontera entre Irán e Irak, y la tercera en Afganistán. ¿Se ha convertido en una cineasta sin fronteras?
Mi padre cree que si hay médicos sin fronteras también puede haber cineastas sin fronteras. El cine no tiene límites. Si los tuviera, los iraníes solo habrían visto películas iraníes y los franceses películas francesas. Si América toma la decisión, utilizando como pretexto el 11 de septiembre, de atacar cualquier parte del mundo, porqué un cineasta no debería tener el derecho de hacer una película dedicada a las víctimas de las políticas expansionistas, de las economías en busca de beneficios y los fanatismos culturales?
Pero como ya dije, esta película no es solo de Afganistán; podría perfectamente haberse hecho en Irán. La situación actual de Afganistán permitía que me expresara de una forma más sencilla. Utilicé palabras que no se podrían ni mencionar hoy en día en Irán. Lo que ocurre en mi película podría pasar en muchos países asiáticos.
Los talibanes no eran el único grupo gobernante en Afganistán. Son la manifestación de nuestro propio retraso. Los talibanes son nuestra historia manifestándose en la política contemporánea. También a veces son nuestra educación y nuestras costumbres. El régimen talibán representa la ley que domina nuestra vida social. Este régimen constituyen las leyes no escritas que obedecemos por miedo a Dios o por el deseo de alcanzar el Reino de los Cielos.
El régimen talibán es un gobierno fanático. Son el séquito que rodean al fascista de Bush en la sociedad democrática americana. Bill Laden es un talibán. Bush es un talibán. Samira Makhmalbaf es talibán. Permíteme que conjugue el verbo talibán:
Eres talibán
Es talibán
Somos talibanes
Sois talibanes
Son talibanes
Aquellos que creen que la democracia se pueden implantar en cualquier lugar del mundo mediante la acción militar no estarán de acuerdo con mi película.