Reparto:
Marcos Hernández (Marcos), Anapola Mushkadiz (Ana), Berta Ruiz (Mujer de Marcos), David Bornstein (David), Rosalinda Ramírez (Viky), Juan Soria "El Abuelo" (Inspector de policía).
Sinopsis / comentarios:
Marcos (Marcos Hernández), un chófer mestizo que trabaja para un general, secuestra con la ayuda de su mujer a un bebé que, desgraciadamente, muere de forma accidental. Marcos demuestra ser mucho más frágil de lo que se esperaba y empieza a derrumbarse. Confiesa lo que ha hecho a Ana (Anapola Mushkadiz), la hija de su jefe, una chica que se prostituye por placer. Ana y la mujer de Marcos intentan, cada una por su lado, ayudar a Marcos, pero es inútil, ya es demasiado tarde. Marcos se hunde en el abismo y arrastra con él a Ana durante un extraño peregrinaje a la basílica de Guadalupe.
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鄄膊槽 Release Date ---03.29.2006 Video Codec ---XviD 1.1.0 鄄膊槽
鄄膊槽 Theatre Date ---05.15.2005 Video Bitrate ---902kbps 鄄膊槽
鄄膊槽 DVD Release ---03.27.2006 Resolution ---576x320 鄄膊槽
鄄膊槽 RunTime ---94min Aspect Ratio ---1.80:1 鄄膊槽
鄄膊槽 Movie Genre ---Drama/Adult Audio Codec ---VBR MP3 鄄膊槽
鄄膊槽 Language ---Spanish Audio Bitrate ---127kbps 鄄膊槽
鄄膊槽 Subtitles ---English Framerate ---25.000 鄄膊槽
鄄膊槽 Disks ---49x15MB 鄄膊槽
鄄膊槽 IMDB Rating ---6.0/10 (375 votes) 鄄膊槽
鄄膊槽 IMDB URL ---http://www.imdb.com/title/tt0387055/#comment 鄄膊槽
鄄膊槽 DVD LiNK ---http://www.amazon.co.uk/exec/obidos/ASIN/B000C 鄄膊槽
鄄膊槽 05YJK/203-0005901-4076719 鄄膊槽
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La segunda película del mexicano Carlos Reygadas es una propuesta totalmente radical y difícilmente clasificable. No es radical únicamente por mostrar explícitamente una felación (o dos) pues aunque no es lo más habitual en obras no calificadas X, ya hemos visto cosas parecidas los últimos tiempos en The Brown Bunny (aunque en realidad esta no se ha visto en nuestras salas, y dudo que algún día se vea tras ser altamente vilipendiada en el extranjero), Romance X, Fóllame o Nine Songs, por citar algunas muestras, y en breve veremos aún más en la excelente El sabor de la sandía. Por supuesto, el hecho sigue llamando a la polémica, pero no es esto lo único que tiene que ver con la radicalidad de la propuesta, pues en efecto esto suele llamar al espectador hacia la sala, y lo que yo voy a referir a continuación es lo que en ocasiones lo aleja de ella -tres de unos veinte se fueron (en diversos momentos y habiendo pagado seis euros) en la proyección a la que yo asistí-.
Batalla en el cielo es radical principalmente en su puesta en escena. Radical como las películas de Ozu, Monteiro o las últimas de Van Sant, a base de largos planos secuencia y enormes travellings circulares, o de planos fijos de unos personajes tan hieráticos como los de Kitano, o de una cámara nerviosa que se mueve con la confusión de su confuso personaje. E incluso más radical que los directores mencionados, pues mientras que ellos conjugan sus particulares formas de narrar con un especial cuidado formal y un esteticismo casi pictórico, Reygadas no parece especialmente preocupado en ese aspecto, más ocupado en mostrar imágenes impactantes por su crudeza y/o su fealdad, ejemplificándose principalmente en las escenas de sexo entre los protagonistas, donde contrasta la belleza del cuerpo de Ana (Amapola Mushkadiz) con la realidad física de Marcos (Marcos Hernández), que dista bastante de los cánones de belleza a que nos tienen acostumbrados los anuncios de yogures dietéticos. Así pues, el espectador que quiera una película porno se habrá equivocado de medio a medio.
Los personajes son interpretados por actores no profesionales, y tal vez por eso, por su ausencia de actuación, a veces exagerada, resultan tal vez menos verosímiles, más cercanos a un relato fantástico. Ana, la joven hija del patrón se prostituye por pura diversión, pues el dinero no supone un problema para ella. Marcos es un tipo de clase media que se siente atraído por la chica y le confiesa su delito, del que se siente profundamente arrepentido: El y su mujer han secuestrado un bebé, y el niño ha muerto esa mañana. Su mujer (tras golpearle y llamarle pinche pendejo) le insta a hacer "algo" con ella, ahora que lo sabe todo, mientras que Ana le dice que se entregue a la autoridad. Entretanto, Marcos se abstrae, y deja que el espectador también lo haga. Es un personaje extremo, por ello interesante, y su sentimiento de culpa, su arrepentimiento y su fe se convierten en el principal tema de la película, un tema que siempre es jugoso a priori, pero.
Tan prometedor argumento tiene sin embargo, a mi jucio, un gran problema, y es que al espectador puede resultarle bastante complicado empatizar con el personaje, pues desconoce las motivaciones que le han llevado a cometer el secuestro sobre el que se sostiene toda la película, como tampoco conoce el motivo de la muerte del niño. Es evidente que Reygadas no muestra esto porque no es lo que quiere contar, pero eso radicaliza todavía más la propuesta y todo espectador tiene su límite. A algunos se les colmará el vaso, a otros no. Añadiendo dificultades, a los españoles puede costarles comprender incluso lo que está ocurriendo desde un principio pues es tarea penosa entender el cerrado acento de Marcos que apenas menciona de pasada lo que está ocurriendo. En definitiva, hay que hacer un gran esfuerzo para poder comprender los actos del protagonista, sus pausas meditativas, su peregrinación, y sus idas y venidas por un México plagado de desfiles militares y religiosos, con banderas tan grandes como la que nosotros tenemos en la madrileña plaza de Colón.
Es también discutible el empleo simbólico de las citadas felaciones que abren y cierran la película, al principio mostrada en una dimensión realista, con una enervante música que hace pensar en que se nos va a mostrar algo realmente importante (y no digo que una felación no lo sea, mayormente como sujeto pasivo, pero.), y sin duda es la intención de Reygadas: «Tenía ganas de empezar la película con la toma de un rostro, el reflejo de nuestro ser interior, la representación más directa del individuo. A partir de ahí, empezar a ampliar el plano y desvelar a un hombre y a una mujer como si representaran a toda la humanidad», pero a mí sigue pareciéndome sólo una felación. En contraposición a la secuencia inicial, el cierre de la película es una felación onírica, idealizada, que simboliza la redención final de Marcos, donde al contrario que antes, las intenciones del autor sí se muestran eficazmente al espectador.
A pesar de sus defectos, prefiero ver películas condenadas al ostracismo desde un principio, como esta, que me dejan un recuerdo imborrable (para mal o para bien), sin saber si me ha gustado o la detesto, que me puedan provocar, lo que cada vez es más difícil, y cuyo visionado se convierte en un reto para mí, antes que determinados productos prefabricados y rápidamente olvidables que saturan las carteleras. [/quote]
Publicada por alchemila en FH