Otra vuelta de tornillo con la muerte del cine. La decadencia del Cine

Habla aquí sobre rodajes, certámenes, necrológicas, festivales, proyectos, etc.
Avatar de Usuario
batallans
Video Killed The Radio Star
Mensajes: 1159
Registrado: Sab 19 May, 2007 12:12

Otra vuelta de tornillo con la muerte del cine. La decadencia del Cine

Mensaje por batallans » Sab 27 Ago, 2011 19:25

Un contacto de un contacto de un contacto del FB ha colgado esto: algunas cosas las pensamos algunos, otras no tanto. :) Pero, bueno, a modo de cómo están algunos patios, es bueno que toda la vecindad esté avisada... 8)

¿La cinefilia consciente ha muerto? (versión punteada)
-La raquítica (y decreciente) tirada de revistas como Cahiers España. Su nula capacidad para germinar debates cinematográficos más allá de sus páginas. Incluso en sus propias páginas. Los medios más generalistas simples microreseñeros.

-El nulo tráfico, y participación, en los foros de cine. Cinexilio podría ser el paradigma. Ha quedado reducido a banner oficial de Lumière y compañía.

-La escasa actualización (en algunos casos desaparición) de blogs emblemáticos. La nula participación de los lectores, si los hubiere. No doy nombres concretos para que nadie se sienta ninguneado, ofendido.

-Proliferación de revistas online con más colaboradores que lectores. Que al igual que Cahiers son incapaces de generar ni el más mínimo debate cinematográfico, ni paracinematográfico. Consecuencias: ensimismamimento, egocentrismo, atomización, dispersión. Sensación de guerra de guerrillas, de individualismo, subjetivismo, feroz.

-Pírricas recaudaciones tanto en taquilla, plataformas online y venta de DVDs de las películas auspiciadas por determinados frentes mediáticos al margen. Con el agravante de que en este caso ni tan siquiera sirve el comodín de la piratería ya que las cifras de descargas son ridículas.

-Muerte del cineclubismo. Localismo y folklorismo festivalero. Incapaces de servir de onda expansiva. Nacen y mueren en una semana, y sólo se enteran los lugareños. Exhibición relegada a salas de aforo muy limitado que no consiguen concitar el interés de más de 5 espectadores por sesión. Eso en el mejor de los casos. Y no por desconocimiento. Son tan pocas que todo el mundo sabe cuales son, y donde están.

-Pérdida progresiva (¿e irreversible?) del status del cine de autor como dinamizador cultural y generador de ideas, preguntas, críticas, propuestas. Desvalorización a marchas forzadas del cine como creación artística, y de sus creadores, sólo comparable al descrédito creciente de los políticos. La diferencia es que un 15-M del cine no llenaría ni una plaza de pueblo. Por lo visto la solución es poner estrellas en el suelo, demencial. Nunca antes el cine de autor ha tenido tan poco peso, valor, en el imaginario colectivo. Ni ha estado tan alejado del las preocupaciones reales de sus escasos espectadores. No hay empatía, ni retroalimentación, entre creadores y espectadores. No hay comunicación. El desplome televisivo de las Torres Gemelas hace tiempo que ha superado a la navaja de Buñuel. La realidad, en directo, ha aniquilado a la ficción. Si Herzog quiere buscar imágenes nuevas tendrá que irse a rodar a Plutón. Tenemos tantos millones de imágenes acumuladas en el cerebro que cualquier película, por original que sea. Cosa realmente imposible. Nos parece un dejà vu. Vemos películas nuevas buscando reconocerlas. Como les sucede a los niños cuando les recitan un cuento nuevo y en secreto desean que sea el mismo de siempre. La era de la imagen en movimiento, y la fotografía, está llegando a su fin. A su punto de saturación. Auguro el advenimiento de una nueva era en la que los ciegos serán considerados auténticos gurús. Id afilando las narices, las orejas, y las yemas.

-Pérdida irreversible del cine como fenómeno social, presencial. Ya sólo los nostálgicos consideran acudir a las salas como un acto de comunión con el pueblo, de devoción cinéfila. El cine ha dejado de ser la prioridad como actividad recreativa, de pago. Ir al cine siempre ha sido un lujo, la diferencia es que ahora ya no es un placer, no es un acto sibarita. No compensa, gratifica, el desembolso económico que se hace, se considera un robo. La culpa no es de las descargas ni de los precios, sino de la objetiva, y subjetiva, apreciación del cine. Su estimación se encuentra por los suelos. Apenas hay diferencias, tanto conceptuales como de calidad, entre las producciones televisivas y las cinematográficas (factor al que ha contribuido sobremanera la imparable expansión del cine digital). Para el espectador medio se confunden, se diluyen. Ya no se considera al cine como Alta Costura y a la televisión como prêt-à-porter. Ambas han convergido en el concepto outlet o lowcost. Nadie valora la televisión como fenómeno cultural de primer orden. El cine se encamina hacia lo mismo. Cine y televisión ya no son productos diferenciables, reconocibles. El cine no ha sido engullido por la televisión, se ha producido una fusión, amistosa. La cinevisión. O las Cajas reconvertidas en Bancos, su evolución natural. La consecuencia, que cada vez hay menos personas dispuestas a desembolsar dinero por un producto equiparable a otro gratuito al que conceden igual, o mayor valor. Tanto a nivel recreativo como intelectual. ¿Solución?. Crear un producto diferenciado, alternativo. ¿Eso es posible? ¿Existe algún formato o concepto que no haya sido vampirizado por la televisión o asimilado por el cine? ¿Qué fue antes la publicidad o Godard? ¿Eisenstein o los video-clips? ¿Cuánto tiempo tardará en generalizarse la televisión en 3D? ¿Cuánto tiempo será rentable el 3D en cines (¿y cuándo aparezca el cine holográfico? ¿y cúando se implanten chips en el cerebro que generen películas completamente interactivas e individualizadas?)? ¿Cuántos días faltan para la aparición de cámaras digitales con calidad cinematográfica? El cine en pantalla grande de pago ha muerto. Pronto los cines serán piezas arqueológicas, o museos. No querer verlo, no va a resucitarlos. Los dinosaurios se extinguieron hace siglos, y sólo los echan de menos los niños, y MacDonalds.

-Pesimismo generalizado sobre el futuro, y el presente, del cine menos evidente. Si hablamos del español, catastrofismo absoluto. Nunca antes se han producido tantas películas (de inspiración festivalera cortoplacista, la emulación sigue siendo la tónica dominante, y para variar, los “nuevos lenguajes” acaban llegando a España cuando ya son viejos en el resto del mundo) al año, ni tan malas, insulsas, prescindibles, olvidables. Incapacidad de generar ilusión, expectación, nuevos espectadores. ¿Alguien confía en que la generación DS o Wii de cinéfilos por llegar va a tener la paciencia de aguantar un plano fijo de más de un segundo de duración?

-El cine consciente ha devenido en un mero acto onanista, narcisista, esteticista, de autoafirmación personal. Tanto para el creador como para el espectador.

¿Hay alguien ahí fuera? ¿Y dentro?
fuente... http://cinelacion.blogspot.com/2011/07/ ... uerto.html

Avatar de Usuario
Jacob
Exprópiese
Mensajes: 10202
Registrado: Jue 01 Jul, 2004 02:00
Ubicación: Where no one has gone before!

Re: Otra vuelta de tornillo con la muerte del cine.

Mensaje por Jacob » Dom 28 Ago, 2011 23:24

Los cuatro primeros párrafos son más o menos evidentes. Y teniendo en cuenta que vamos camino de los 10 años, poco probable que el tema cambie o mejore.

Los demás son elucubraciones apocalípticas de las que tanto nos gustan, pero con poca base. Que no digo que no se puedan/vayan a cumplir algunas, pero no veo hoy más motivos que ayer ni menos que mañana.

Saludos :)

Piripiflautico
Líder espiritual
Mensajes: 1244
Registrado: Vie 09 Jun, 2006 22:24

Re: Otra vuelta de tornillo con la muerte del cine.

Mensaje por Piripiflautico » Lun 29 Ago, 2011 01:56

Donde el cine se muere es en divxclasico, pero aquí en serio, literalmente. La mayor parte de las noticias son las esquelas de las momias que se han muerto esta semana. Si uno lo piensa, como metáfora, no carece de cierta belleza poética.

Avatar de Usuario
Jacob
Exprópiese
Mensajes: 10202
Registrado: Jue 01 Jul, 2004 02:00
Ubicación: Where no one has gone before!

Re: Otra vuelta de tornillo con la muerte del cine.

Mensaje por Jacob » Lun 29 Ago, 2011 02:10

Noticias y actualidad de cine
Habla aquí sobre rodajes, certámenes, necrológicas, festivales, proyectos, etc.
La verdad es que viendo los hilos, podríamos cambiar el descriptor a:
Obituarios y antigüedad de cine
Habla aquí sobre necrológicas y alguna noticia que se cuele de estrangis.
8)

Avatar de Usuario
Dardo
Arrow Thrower Clown
Mensajes: 18095
Registrado: Dom 19 Oct, 2003 02:00
Ubicación: Entre Encinas y Dolomías

Re: Otra vuelta de tornillo con la muerte del cine.

Mensaje por Dardo » Lun 29 Ago, 2011 09:24

Una web con gran cantidad de cine clásico, el hablar de necrológicas es algo normal :mrgreen:

Al respecto de lo que comentas Piri, más que que muerte o pasividad, es que la gente tiene poco tiempo para ver cine como encima pensar que van a estar un rato dale que te pego al teclado y compartir sus sensaciones. Tampoco hay que olvidar que ha habido un claro desplazamiento hacia las series, ya que como digo la gente se ve un capítulo de 50 minutos o menos y pista a otra cosa, o a la cama o a lo que sea, mientras que el ponerse por la noche y verte un par de horas de cine pues ya cuesta más. Una gran parte de gente de mi generación, (Ochentera, viva super8!! :mrgreen: ), amigos y demás que puedo saber sus inquietudes, hace ya tiempo que lo que es ver cine de otras épocas casi nunca, es decir no les hables de los clásicos de los 30-40-50. Las típicas de los 60-70 si pillan algún pase por la tele, pero rara vez. Todo o casi todo se ciñe al cine actual, en el que claro enganchas dos truñazos y tardas en volver a pagar X euros en una temporada y por lo tanto resulta más cómodo el echar un ojo a series. Si a ello añades la gente que es futbolera por poner un ejemplo, no queda mucho tiempo para ver cine y menos comentarlo.

Avatar de Usuario
lawrence
Mensajes: 1200
Registrado: Lun 17 Feb, 2003 01:00

Re: Otra vuelta de tornillo con la muerte del cine.

Mensaje por lawrence » Sab 10 Sep, 2011 01:48

No sé. Yo me imagino en los años 50 y 60 y la gente se debía preguntar: ¿Qué película vemos hoy, la de Walsh, la de Fellini o la de Bergman? A la semana siguiente, ¿la de Zurlini, la de Hitchcock o la de Buñuel? A la siguiente, ¿hoy toca Monicelli? A día de hoy, cuántas veces nos hemos preguntado, ¿vemos la de Lynch, la de Amelio o la de Tarantino? Además de pocos, son unos putos vagos. Y de una sociedad en crecimiento, en expansión, hemos pasado a una sociedad en contracción. Estamos muertos.
Si veo a un fotógrafo me voy mañana y os dejo colgados. Diré a todo el mundo que Porto Santo es un desastre. Si me voy mañana diré por todo el mundo que Porto Santo es una mierda y os hundiré. Así que tranquilidad, chicos. Fdo: Calimero Superstar

Piripiflautico
Líder espiritual
Mensajes: 1244
Registrado: Vie 09 Jun, 2006 22:24

Re: Otra vuelta de tornillo con la muerte del cine.

Mensaje por Piripiflautico » Sab 10 Sep, 2011 02:24

lawrence escribió:No sé. Yo me imagino en los años 50 y 60 y la gente se debía preguntar: ¿Qué película vemos hoy, la de Walsh, la de Fellini o la de Bergman? A la semana siguiente, ¿la de Zurlini, la de Hitchcock o la de Buñuel? A la siguiente, ¿hoy toca Monicelli? A día de hoy, cuántas veces nos hemos preguntado, ¿vemos la de Lynch, la de Amelio o la de Tarantino? Además de pocos, son unos putos vagos. Y de una sociedad en crecimiento, en expansión, hemos pasado a una sociedad en contracción. Estamos muertos.
Walsh, Fellini o Bergman no eran Walsh, Fellini o Bergman en su época. Bueno, sobre todo Walsh. Siempre ocurre que cada generación le supone un halo de respetabilidad a todo lo 'clásico' (por 'anterior'), lo que se ha tomado como modelo mientras uno crecía, de lo que se hablaba todo el día en las clases, en los libros, en las revistas, etc. No en vano una de las acepciones de 'clásico' es 'que se tiene por modelo digno de imitación en cualquier arte o ciencia'.

No creo que hoy en día sean menos. Creo que hoy en día se hace buen cine también, aunque algunas cosas hayan cambiado. Para mí lo de la "muerte" que se comenta en el hilo tiene más que ver con un anquilosamiento en esa misma idea. Pero vamos, que tampoco es nada nuevo...hoy, incluso en círculos de entusiastas por el cine, se desprecia a algunos cineastas del mismo modo que otros que hoy se consideran genios fueron despreciados en su momento.

Avatar de Usuario
lawrence
Mensajes: 1200
Registrado: Lun 17 Feb, 2003 01:00

Re: Otra vuelta de tornillo con la muerte del cine.

Mensaje por lawrence » Sab 10 Sep, 2011 13:09

Piripiflautico escribió:
lawrence escribió:No sé. Yo me imagino en los años 50 y 60 y la gente se debía preguntar: ¿Qué película vemos hoy, la de Walsh, la de Fellini o la de Bergman? A la semana siguiente, ¿la de Zurlini, la de Hitchcock o la de Buñuel? A la siguiente, ¿hoy toca Monicelli? A día de hoy, cuántas veces nos hemos preguntado, ¿vemos la de Lynch, la de Amelio o la de Tarantino? Además de pocos, son unos putos vagos. Y de una sociedad en crecimiento, en expansión, hemos pasado a una sociedad en contracción. Estamos muertos.
Walsh, Fellini o Bergman no eran Walsh, Fellini o Bergman en su época. Bueno, sobre todo Walsh. Siempre ocurre que cada generación le supone un halo de respetabilidad a todo lo 'clásico' (por 'anterior'), lo que se ha tomado como modelo mientras uno crecía, de lo que se hablaba todo el día en las clases, en los libros, en las revistas, etc. No en vano una de las acepciones de 'clásico' es 'que se tiene por modelo digno de imitación en cualquier arte o ciencia'.

No creo que hoy en día sean menos. Creo que hoy en día se hace buen cine también, aunque algunas cosas hayan cambiado. Para mí lo de la "muerte" que se comenta en el hilo tiene más que ver con un anquilosamiento en esa misma idea. Pero vamos, que tampoco es nada nuevo...hoy, incluso en círculos de entusiastas por el cine, se desprecia a algunos cineastas del mismo modo que otros que hoy se consideran genios fueron despreciados en su momento.
Sí, bueno, no es contradictorio. Un ejemplo de lo que comentas, Hitchcock. No estaba demasiado bien considerado por la crítica hasta que se le empezó a considerar, no me extrañaría que el futuro se le volviese a desconsiderar. Pero el sistema era muy diferente:

1951 - Strangers on a Train (Extraños en un tren / Pacto siniestro)
1953 - I Confess (Yo confieso / Mi secreto me condena / Mi pecado me condena)
1954 - Dial M for a Murder (Crimen perfecto / Con M de muerte / La llamada fatal / Llamada fatal (crimen perfecto))
1954 - Rear Window (La ventana indiscreta)
1955 - To Catch a Thief (Atrapa a un ladrón / Para atrapar al ladrón)
1955 - The Trouble with Harry (Pero... ¿quién mató a Harry? / El tercer tiro)
1956 - The Man Who Knew Too Much (El hombre que sabía demasiado / En manos del destino), remake en la etapa estadounidense de su película de 1934
1956 - The Wrong Man (Falso culpable / El hombre equivocado)
1958 - Vertigo (Vértigo / De entre los muertos)
1959 - North by Northwest (Con la muerte en los talones / Intriga internacional)
1960 - Psicosis

Hasta dos películas por año, 11 en una década. Y como él había 30. Ahora, salvo Woody Allen, rodar una película cada 4 ó 5 años es un éxito. Creo que es una falta de riesgo, además de una vagancia extrema. Hitchcock rueda Los pájaros y poco después hace una basura como Marnie. Lynch lleva 5 años sin hacer nada. ¿Falta de creatividad? ¿Dónde están el ciné japonés, el francés, el italiano? Joder, que Francia era una industria brutal, y ahora sólo está Patrice Chereau, que rueda grandes películas como Intimidad, Su hermano o Gabrielle, a una media de una película cada tres años. En Italia sólo está Amelio, y ha rodado dos películas en una década. Sólo queda el cine americano, ¿y quién rueda con cierta asiduidad? No sé, ¿Soderbergh? ¿David Fincher? ¿ Scorsese? ¿Alguno más? Si esto no es estar muerto. Claro que ahora se hacen buenas películas, pero pocas. Otra cosa es que te vendan humo. ¿Qué se va a debatir, la última de Urbizu? Mucho tiene que haber mejorado en relación a La basura 507. Lo que no se puede hacer es debatir toda la vida sobre 2001.
Si veo a un fotógrafo me voy mañana y os dejo colgados. Diré a todo el mundo que Porto Santo es un desastre. Si me voy mañana diré por todo el mundo que Porto Santo es una mierda y os hundiré. Así que tranquilidad, chicos. Fdo: Calimero Superstar

Avatar de Usuario
batallans
Video Killed The Radio Star
Mensajes: 1159
Registrado: Sab 19 May, 2007 12:12

Re: Otra vuelta de tornillo con la muerte del cine.

Mensaje por batallans » Sab 10 Sep, 2011 14:23

Siguiendo un poco el hilo de los comentarios tanto de piri como de lawrence, yo no soy tan pesimista; hay más cine que nunca, lo que se acabó o está en las últimas es la idea del "autor" y el concepto cahierista de autoría, hoy superado por los acontecimientos, y el más grande de todos es la irrupción de un nuevo modelo de producción-distribución-exhibición, y ese modelo está en marcha, por lo que se hace muy difícil clasificarlo.
Digo que hay más cine que nunca porque, al menos en el estado español, la subvención todavía está por agotarse (en breve, me temo, por los "recortes"), pero se ha vivido y se ha producido gracias a ella muchísimo cine, bueno, malo, y regular, pero que no llega al público, o muy minoritariamente en los festivales que sobre todo hacia fines de los 90 surgieron como setas... ¿por qué?
Que se desempolven archivos de material subvencionado (casi todo el cine del estado) y ahí podremos buscar... pero no sólo ahí.

Piripiflautico
Líder espiritual
Mensajes: 1244
Registrado: Vie 09 Jun, 2006 22:24

Re: Otra vuelta de tornillo con la muerte del cine.

Mensaje por Piripiflautico » Mar 27 Sep, 2011 17:09


Un cine que agoniza con buena salud

Cualquier tiempo pasado no fue necesariamente mejor
Por Miguel Marías
“Los muertos que vos matáis gozan de buena salud”, escribió don José Zorrilla en su “Don Juan Tenorio”, y eso parece sucederle, desde mi punto de vista, al cine, medio siglo después de que Roberto Rossellini (nada menos) anunciase su muerte inminente, cuyos responsos han sido coreados, con variables grados de nostalgia, melancolía, resignación, rabia o feroz alegría, por multitud de otros cineastas, críticos, cinéfilos, sociólogos, mercaderes, potentados multimedia, profetas apocalípticos de todo pelaje (nada interesados por el cine) y post-modernos en general, hasta convencer, entre unos y otros, a buena parte del público que semanalmente acudía a las salas de cine de que no valía la pena que mantuviese tan peregrina y obsoleta costumbre, que -como todas las costumbres- se pierde fácilmente en cuanto se interrumpe o se va espaciando semejante (siempre esperanzada) peregrinación. Algunos abreviarían diciendo que el cine se estaba muriendo, acosado por la televisión (ilusoriamente gratuita), “y entre todos lo mataron”.

Convendría, sin embargo, que los cinéfilos verdaderos y, sobre todo, los críticos no se dejaran convencer tan fácilmente por algo que dista tanto de ser evidente como de constituir una novedad. De lo segundo es prueba suficiente que desde sus comienzos (ya los hermanos Lumière proclamaron que era “un invento sin porvenir”), y con mutaciones técnicas más o menos trascendentes pero periódicas, el cine ha vivido en permanente crisis general -con independencia de las no menos constantes sufridas a escala nacional en casi todas partes-, pese a lo cual hace ya más de tres lustros que cumplió sus primeros cien años, y que se sepa, continúa vivo, y produciéndose en cantidades tal vez más excesivas que insuficientes.

Conviene, además, tener bien presente la sospechosa coincidencia de teorías o portavoces neomilenaristas que anuncian, ya que no -por ahora- el fin del mundo, por lo menos el fin de casi todo: la novela, las ideologías, la historia… nada menos. ¿Se han fijado que cada difunto mediáticamente ilustre es en los últimos tiempos -pero desde hace ya bastantes años- “el último” poeta, músico, gran actor o lo que quiera que fuera, como si se desease con urgencia que desapareciesen cuanto antes esos últimos representantes de la excelencia en cualquier terreno y no cupiese ya esperar nada más bueno en esos variopintos campos de la actividad humana? No contentos con quedarse con nuestro trabajo y nuestro dinero, se diría que algunos -no sé si otros o los mismos- nos quieren ir desposeyendo de cuanto pueda importarnos, divertirnos o significar algo interesante o que de valor a nuestro paso por el planeta. Lo que no se prohíbe (siempre, por supuesto, por nuestro bien), se acaba para siempre o cuando menos “toca a su fin”. A ver si nos quedamos encerrados en casa (quien la tenga) dispuestos a morirnos poco a poco de asco y aburrimiento, o inmersos en el pasado de aquello que nos pueda agradar. Y, mientras, que los ídolos súbitamente entronizados (prematuramente, cuando menos, en la mayoría de los casos) queden igual de velozmente obsoletos o “pasados de moda”, para poder reemplazarlos prontamente por otros aún más artificialmente fabricados en atención al resultado de encuestas.

Una modesta proposición
Yo invitaría a todos a no fiarse, y menos todavía de los discursos mayoritarios (no digamos unánimes), de los “slogans” (por “modernos” u “objetivos” que se proclamen), y a hacer un repaso, forzosamente subjetivo y personal, acerca del verdadero valor que está dispuesto a conceder a cada uno de los ídolos, grandes pensadores o paladines de alguna causa “políticamente correcta”, y de la situación actual en cualquier aspecto de la vida del que tenga algún conocimiento y por el que sienta afición o interés.

En el caso del cine, para quien -de un modo u otro- se procure (con un mínimo de esfuerzo) un poco de información acerca de lo que se hace pero no se nos publicita, y se las apañe (hay más medios que nunca, aunque pueda dar cierto trabajo y tener un coste) para echarle un vistazo (aunque sea en dimensiones reducidas y sin toda la calidad de imagen y sonido del original), deduzco, por mi experiencia personal de ya veterano cinéfilo, que el resultado dista de ser el que habitualmente proclaman revistas “especializadas” acomodaticias (a remolque de la perezosa y cada vez más cobarde distribución-exhibición, cuando no es puramente sucursalista-colaboracionista del invasor “amigo americano”, desgraciadamente hoy menos atractivo y aventuroso que nunca antes), los periódicos de mayor tirada y las cadenas de televisión que mínimamente mencionan el tema.

Como siempre, pero más aún, abundan los falsos prestigios o aquellos que viven de las rentas de su pasado. Cada día son más los cineastas desconocidos hasta para los más aficionados, famosos sólo en festivales y entre minorías que, país tras país, si se sumaran, serían un contingente bastante numeroso, aunque en cada sitio supongan un exiguo porcentaje de un volumen de espectadores potencial que (casualmente) no suele ir al cine más de un par de veces al año, y no precisamente con ánimo explorador. Y se encontraría, pese a la escasa euforia ambiental, con que en los últimos diez o quince años (tomemos, por ejemplo, desde 1995, ya que ese año el cine cumplió cien años y pareció recuperar, siquiera para las ceremonias, algo de su perdido orgullo como “arte de nuestro tiempo”) ha habido más o menos la misma cantidad de películas extraordinarias, muy buenas o sumamente interesantes que en casi cualquier otro periodo de la misma duración, incluidos los tradicionalmente considerados, “a posteriori”, como “edades de oro”.

Un espectador despierto
La diferencia estriba en que antes (incluso cuando había barreras censoriales ridículamente estrictas y puritanas, como sucedía en España) se iba viendo, quizá con retraso, a veces deformado o mutilado, casi todo lo interesante, mientras que ahora la mayoría de lo que se estrena ni apetece ni satisface al que se deja tentar, y en cambio lo mejor, lo más original y lo más innovador se ha visto relegado a los márgenes de la industria y queda consiguientemente fuera de los circuitos comerciales de distribución.

Naturalmente, quien por desidia, conformismo o dificultades geográficas o económicas se limita a comer los platos que nos sirven, tendrá motivos para quejarse de la decadencia del antaño llamado séptimo arte (en realidad, sólo del norteamericano y, si acaso, del nacional, pues del resto apenas llegan “muestras sin valor”); para colmo, se verá desanimado “preventivamente” por quienes están interesados (o a sueldo de estos) en que se mantenga el “status quo” y parezca que no hay alternativa, cuando lleguen, en contadas ocasiones y sin la celeridad que hoy exigen los nuevos medios de comunicación y difusión, algunas de esas películas (que no se anuncian y hay que buscar con lupa en la cartelera, que se estrenan de tapadillo en los más raquíticos y escondidos cines, en los que duran raramente una semana entera, a veces con sólo uno o dos pases diarios).

Pero el que no se conforme o resigne a ser un espectador pasivo y atenerse a las “elecciones” o “apuestas” ajenas (que muchas veces ni son eso, sino imposiciones desde fuera, la escoria que envuelve a la fuerza un paquete que incluye una o dos piezas supuestamente muy taquilleras), salvo que padezca el síndrome de nostalgia por su juventud y haya perdido la fe en el futuro del cine como arte en evolución (que son, unos y otros, por desgracia, sobre todo para ellos mismos, muy numerosos), se encuentra con un panorama no sólo bastante satisfactorio, sino incluso, me atrevería a decir, sumamente alentador y estimulante; naturalmente, a algunos de esos espectadores aún curiosos les gustarán ciertos directores y algunas de sus películas, y a otros esos y esas les parecerán aburridas, incomprensibles, insignificantes o incluso detestables, pero a los del segundo bloque les encantarán, en cambio, autores y obras que los del primero encontrarán carentes de interés o infames, con lo cual, sean cualesquiera los títulos y los nombres elegidos, yo diría que casi todo el mundo podría interesarse por más películas actuales de las que probablemente esté dispuesto a ver y disponga de tiempo libre para contemplar.

Cabe, incluso, que el impulso creativo detectable hacia 1995 haya perdido fuerza en el último quinquenio, o hasta con el cambio de siglo, ya que todavía no se ha motejado al cine de “arte del siglo XXI” y se lo suele confinar al XX. Tampoco tendría eso nada de extraordinario, ya que los ciclos existen en la actividad artística lo mismo que en la económica, y al ser el cine normalmente muy caro, depende en buena parte de la marcha general de la economía que se hagan más o menos películas, con mayores o menores apoyos estatales, con más o menos medios (y tiempo). Eso supone que últimamente se hacen menos películas, por lo general con más ambición comercial que artística, y que los cineastas más originales, imaginativos e independientes tienen menos posibilidades y más dificultades para trabajar y, sobre todo, para que, una vez realizadas, sus películas se vean. En consecuencia, desde que empezó a debilitarse la economía mundial hacia 2006, es muy probable que haya descendido no sólo el número de producciones y de espectadores, sino también el porcentaje de buenas películas y de espectadores dispuestos a experimentar lo desconocido, y con ello la recaudación en general y, sobre todo, la de esas películas empujadas a la cuneta (por poca vocación que tengan de ser marginales o minoritarias).

Un cine mundial
En fin, antes las películas que se estrenaban procedían mayoritariamente, aparte de los Estados Unidos y del propio país, de muy pocos otros lugares: Francia, Italia, el Reino Unido, antaño Alemania o la Unión Soviética, excepcionalmente el Japón, la India o Hong Kong, muy raramente México, Argentina, Brasil, muy de tarde en tarde Australia, Egipto o Filipinas, y a veces caía alguna rara muestra de Suiza, Bélgica, Holanda, Polonia, Hungría, la extinta Yugoslavia o la escindida Checoslovaquia; hoy, en cambio, aunque las dos fuentes principales de casi todos los mercados sigan siendo la estadounidense y la local, las películas de mayor interés y calidad pueden venir literalmente “de cualquier parte”, incluso de países sin apenas producción ni tradición cinematográfica, mientras que el grueso de las películas que se hacen en los Estados Unidos hace varios decenios que no cumplen los requisitos mínimos que estuvieron en vigor durante los años veinte, treinta, cuarenta, cincuenta e incluso sesenta (me maravilla que, en los últimos años, puedan nominar cinco películas buenas para los Óscar, aunque no me asombra ya que casi ninguna de ellas se cuente entre las preseleccionadas).

En Europa (en España no tanto, pero a veces) se estrenan ya películas hechas por thailandeses, taiwaneses, surcoreanos, filipinos, singapureños, indonesios, indios, ceilaneses, japoneses, chinos, hongkongueses, malayos, iraníes, palestinos, turcos, israelíes, neozelandeses, australianos, senegaleses, malíes, etíopes, marroquíes, tunecinos, argelinos, egipcios, peruanos, colombianos, venezolanos, cubanos, brasileños, argentinos, chilenos, uruguayos, mexicanos, canadienses, etc.), que -con suerte y en principio- no tienen nada que envidiar a las de los países europeos y en ocasiones las superan. Se pueden ver hoy, con relativa frecuencia, películas interesantes alemanas, austriacas, portuguesas, griegas, rusas y de casi cada una de las antiguas repúblicas socialistas, tanto las de la Europa del Este como las de la desaparecida URSS.

No es mi propósito abrumar al hipotético lector que haya llegado hasta aquí con una minuciosa enumeración de las películas realizadas en los últimos quince años que encuentro imprescindibles y “tan buenas como las de antes” o los directores que - aunque a veces se equivoquen, como todo el mundo, o se vean zancadilleados, o renuncien a sus principios- cuya (a menudo errática, discontinua e itinerante) pista conviene seguir, no sólo para estar “al día” de lo que se hace en el mundo, sino, sobre todo, para disfrutar de películas que, si no son “como las de antes” (en ningún lugar lo son, ni creo que pudieran o debieran serlo), no son necesariamente inferiores a las de los años ochenta, setenta, sesenta, cincuenta, cuarenta, treinta o veinte, sólo otras y quizá diferentes. Y no porque no tenga claro quiénes, para mí, tienen todo el interés posible y quiénes -aunque sean muy famosos- lo tienen muy escaso o son simplemente unos impostores o unos majaderos, cuando no ambas cosas, sino porque sería, evidentemente, una relación o lista no sólo subjetiva (que no incluiría jamás, por mucho que la opinión mayoritaria los premie o los corone y enriquezca, ni a Santiago Segura ni a Amenábar, ni a León de Aranoa ni a Reygadas, ni a von Trier, ni a Marc Recha ni a Jaime Rosales, ni a González Iñárritu ni a Dumont, ni otorgaría cheques en blanco indefinidos a gente tan prestigiosa, y a veces valiosa, como Scorsese, Haneke, Van Sant, Loach, Leigh, Tarr o Woody Allen), sino que forzosamente no podría coincidir (o sólo en parte) con la experiencia (antes compartida y común) de gran parte de los espectadores.

Simplemente, invitaría al que (por los medios que tenga a su alcance e iniciativa) no se limite a ver lo que en España (y no en todas las localidades) nos dejan conocer, a que elaborara sus propias listas y contabilizara hasta qué punto puede decirse, con un mínimo de seriedad, que el cine ha muerto o ha perdido toda ambición, que no innova y que cuando pretende hacerlo el resultado “no se entiende” y “resulta” aburrido (despersonalizando así dos sentimientos puramente subjetivos; la prueba es que otros sí lo entienden y no se aburren en absoluto), como reiterativamente proclaman los reaccionarios cinematográficos de todo pelaje, los que (reveladoramente), dentro del cine del pasado, suelen anteponer a Ernst Lubitsch el excelente pero comparativamente menor Billy Wilder, y dentro del actual parecen vivir ya en la nostalgia de lo que hace veinte o treinta años hicieran los muy medianitos Spielberg, Lucas, Bogdanovich y compañía, es decir, los que viven enquistados en su ya pasada infancia o adolescencia, aquejados de una variante no muy simpática del complejo de Peter Pan que les sirve, más que nada, para descalificar a los cineastas presentes en nombre de los difuntos (cuando dentro de nada todos los “grandes” históricos serán eso, historia). Es un recurso, me temo, excesivamente fácil (y de escasa utilidad): en nombre de Murnau, Mizoguchi, Ford, Renoir, Lang, Hawks, Hitchcock, Griffith, Chaplin, Ozu, Lubitsch o Dreyer se podría minusvalorar ridículamente a Max Ophuls, Anthony Mann, Mankiewicz, Douglas Sirk, Nicholas Ray, Minnelli o Cukor, como comparándolo con el de Buñuel se podría prescindir de todo el cine de habla hispana, incluso futuro.

Conviene mirar las cosas con cierta perspectiva; por eso, además de invitar a establecer esa especie de selección jerárquica de los cineastas hoy (o todavía: no olvido a Godard o Straub u Oliveira, a pesar de su avanzada edad más modernos que casi todos los más jóvenes) en activo (aunque sea de tarde en tarde o condenados a metrajes cortos, como Erice), invitaría a los que no ignoren olímpicamente el pasado (y observo con inquietud y estupor que algunos convierten en pretérito cuanto se filmó antes de su propia venida al mundo, cuando no lo de hace dos o tres temporadas) que haga lo propio con periodos previos de quince en quince años, y compare sin sentimentalismos ni la pesada influencia que tiene lo “unánimemente reconocido” en la mayoría de las listas de “mejores” (que hace seguro e “incontestable” un voto a Citizen Kane o El acorazado Potemkín).

El estado de las cosas
¿De verdad estamos mucho peor que hace treinta, cuarenta y cinco, sesenta años? Es posible que haya menos grandes películas, de acuerdo, pero -aparte de que las recientes no han pasado aún la prueba del tiempo-, ¿son claramente peores las mejores de los últimos diez o quince años que las máximas obras de los años cuarenta o treinta, si las despojamos de su renombre mítico, de los elogios reiterados, de su continuada presencia no revisada en las Historias del Cine? ¿No puede parte del cine haber perdido algunos de sus atractivos pero haber ganado, en cambio, otros valores? Es difícil evaluar y ponderar los saldos, y admito incluso la posibilidad de que “cualquier tiempo pasado” pueda haber sido mejor en ciertos sentidos; pero no que lo sea en todos, y hay que tener presentes los muchos detalles molestos, convencionales, tramposos o falsos que disculpamos (a veces hasta con excesiva indulgencia) como “productos de la época”, que en cambio en el cine actual, porque no nos llega de él su eco, sino su sonido presente, contemporáneo, nos molesta o nos perturba (aun cuando quizá dentro de veinte o treinta años se contemple con la misma compasiva comprensión y se diga “es que en el año 2011 eran así”).

Se puede observar, y a muchos es quizá lo que más les molesta de buena parte del cine de los últimos cincuenta años (que es ya casi la mitad de la historia del cine, en todo caso un periodo más largo que el mudo), que, en general, incluso el cine más “neoclásico” y pretendidamente orientado a “contar una historia”, ha perdido habilidad o soltura narrativa (no digamos concisión o economía). Pero nada hace obligatorio que el cine sea exclusivamente narrativo, ni veo ninguna razón intrínseca para que constituya esa cosa tan vaga (y a veces tan poco recomendable) que se llama “un espectáculo”, por lo que no se me ocurre ningún motivo que encuentre válido para condenar o rechazar lo que no se limite a relatar un “argumento” (a fin de cuentas, no es eso en sí mismo cine) a través de imágenes y actores, o se circunscriba a mostrar (lo mismo un mundo imaginario que el perceptible a simple vista en la realidad circundante). Y conste que cada vez abundan menos los “experimentos” (aunque ya se considere “experimental” cualquier película que escape mínimamente de las convenciones más vulgares y sobadas). Muchas veces se toman como “rarezas” lo que son formas narrativas, leyendas o costumbres de civilizaciones o países que no conocemos (o muy mal). No creo que Apichatpong Weerasethakul, Abbas Kiarostami o Jia Zhang-ke sean “radicales innovadores” ni particularmente estrafalarios en sus respectivos países, ni que aspiren, a cualquier precio, a resultar extravagantemente originales, entre otras cosas porque nadie hace películas con la expectativa de que nadie las entienda, y más bien tienden a sorprenderse de algunos malentendidos o de interpretaciones esotéricas fantasiosas (producto, en el fondo, de la ignorancia y el desprecio), que naturalmente lamentan y probablemente no pueden remediar.

¿Qué quizá Clint Eastwood no es tan bueno como John Ford? De acuerdo, ¿pero quién lo es? ¿Qué tal vez sea menos bueno incluso que Anthony Mann? Es muy posible, pero me lo tendría que argumentar alguien que de verdad apreciase el cine de Mann, que no es precisamente un valor universalmente reconocido ni definitivamente consagrado, ni por los historiadores ni por la crítica, y que en todo caso trabajó en unas circunstancias completamente distintas y, por cierto, con mucha menos independencia y control sobre lo que realizaba, lo que ya hace un poco tramposa la comparación, ya que los logros dependen en buena medida de las circunstancias? Cabría también preguntarse si el público actual, si los espectadores de hoy, estamos también a la altura del que tuvieron aquellos cineastas de otras épocas, si podrían hoy, de seguir vivos, contar las mismas historias con idéntico estilo, con la misma complejidad, o iban a verse abandonados e incomprendidos, o considerados unos peligrosos vanguardistas elitistas que nadie podría comprender; si no tendrían que pasarse al cine “underground”, como ya sucedió con Nicholas Ray en la etapa final de su carrera, o morir tras años de inactividad forzada, con proyectos que no encontraban financiación, como le pasó a Ford.

¿Qué cine agoniza?
Se confunde, menudo deliberadamente, el cine con la industria del cine, el arte posible con el negocio al que la mayoría aspira o se dedica. Se conmemora no el invento en sí, ni las primeras obras, sino la primera exhibición comercial cinematográfica, que es lo que sucedió en el Grand Café de París el 28 de diciembre de 1895, y se intenta desde entonces reducir el cine a esa actividad comercial. Y es muy posible que la industria del cine (que no ha sido tal en todos los países ni en todas las épocas) esté efectivamente atravesando una crisis profunda y a la que se enfrenta con muy escasa imaginación y con poco conocimiento de las causas reales de sus propios problemas, y por tanto con menguadas posibilidades de encontrar remedios adecuados, si los hay. Lo que no quiere decir, por más dificultades que encuentren, que los creadores cinematográficos hayan perdido la fe en la evolución del cine y en su futuro, ni se hayan quedado paralizados y sin ideas ni imaginación.

Si hubo una época en la que todo el cine -por audaz, innovador o raro que fuera- estaba producido por las mismas compañías, y se estrenaba en las mismas salas y en parecidas condiciones, quizá ahora lo que sucede es que la industria ha olvidado que los “experimentos” de hoy son la base del lenguaje normal y comprensible de mañana mismo, y eso impide que esté en condiciones de seguir atrayendo a los espectadores suficientes. Y en lugar de “fichar” a los renovadores, los expulsa.

http://transitcine.es/text/miguel-maras ... -salud/240

Avatar de Usuario
Dardo
Arrow Thrower Clown
Mensajes: 18095
Registrado: Dom 19 Oct, 2003 02:00
Ubicación: Entre Encinas y Dolomías

Re: Otra vuelta de tornillo con la muerte del cine.

Mensaje por Dardo » Mar 27 Sep, 2011 19:53

Pufff no había leído tanta demagogía desde hace tiempo, menudo panfleto piri.

Además es de los que se tira cuatrocientas líneas para decir 4 perogrulladas mal argumentadas.

El ejemplo que pone sería fácilmente comparable a algo que tanto nos gusta, la Copa de Europa de antaño y la Champions actual. En la Copa de Europa de antaño los equipos que la jugaban eran "top" como dice Mou, y cualquier nombre que allí aparecía era reconocido y reconocible, sería lo que el denomina los grandes directores de antes. La Champion actual cuenta con buenos equipos, de diferentes nacionalidades que hacen buen fútbol y demás, que sería el cine que él comenta que ahora se hace y que tenemos acceso a él de diferentes nacionalidades.
La realidad es que estos equipos no hacen más que rellenar, para tener más pasta, ya que proporcina más partidos, etc, pero que si bien pueden tener calidad no son para nada comparables a los partidos de cuartos, semis o final de la Champion.

Más o menos ocurre lo mismo con el cine, que ahora tenemos acceso a un montón de películas de diferentes nacionalidades, estilos y demás, pues sí, pero a mí la mayoría de ese cine no me aporta nada (he visto cositas que me han gustado pero no es una generalidad) , de hecho el grueso de la producción como el cine oriental ya teníamos hace 50 años, cine español de calidad lo había antes y no ahora y el cine americano o el inglés claramente es inferior el de la actualidad al clásico. Que a Marías le gusta una película iraní o una rodada en Gaza, o un director sueco pues vale, pero por favor no tomemos ésto como el grueso del cine.
Como siempre, pero más aún, abundan los falsos prestigios o aquellos que viven de las rentas de su pasado. Cada día son más los cineastas desconocidos hasta para los más aficionados, famosos sólo en festivales y entre minorías que, país tras país, si se sumaran, serían un contingente bastante numeroso, aunque en cada sitio supongan un exiguo porcentaje de un volumen de espectadores potencial que (casualmente) no suele ir al cine más de un par de veces al año, y no precisamente con ánimo explorador. Y se encontraría, pese a la escasa euforia ambiental, con que en los últimos diez o quince años (tomemos, por ejemplo, desde 1995, ya que ese año el cine cumplió cien años y pareció recuperar, siquiera para las ceremonias, algo de su perdido orgullo como “arte de nuestro tiempo”) ha habido más o menos la misma cantidad de películas extraordinarias, muy buenas o sumamente interesantes que en casi cualquier otro periodo de la misma duración, incluidos los tradicionalmente considerados, “a posteriori”, como “edades de oro”.
Hombre claro que hay películas buenas, pero hablar que como en cualquier otra época. Marías miente como un bellaco, y es que es fácilmente demostrable que en cualquier campo bien sea ciencia, letras y demás ha habido épocas más brillantes unas que otras, y en el cine no estamos pasando precisamente por la mejor, creo que eso no es discutible. Lo mismo pasa en el deporte, estoy casi seguro que el Barsa que disfruto en la actualidad tal vez no vuelva a verlo en mi vida y espero que me quede un taco más de lo que llevo vivido, o un Picasso, o un Cervantes, no creo que Reverte o cualquier tira latas sobre tapices puedan compararse.
Naturalmente, quien por desidia, conformismo o dificultades geográficas o económicas se limita a comer los platos que nos sirven, tendrá motivos para quejarse de la decadencia del antaño llamado séptimo arte (en realidad, sólo del norteamericano y, si acaso, del nacional, pues del resto apenas llegan “muestras sin valor”);
Alguien piensa que si te gusta el cine se puede ver envuelto en alguno de estos tres casos hoy en día. Raro es el que no dispone de algún familiar que tiene internet y películas, ahí entrarían los de las dificultades geográficas. Si tienes desidia, pues oye hace 30 años también la tendrías o te interesa poco el cine. Y el conformista pues lo es, ha sido y será, por lo tanto es estúpido usarlo de argumento.
...dentro del cine del pasado, suelen anteponer a Ernst Lubitsch el excelente pero comparativamente menor Billy Wilder, y dentro del actual parecen vivir ya en la nostalgia de lo que hace veinte o treinta años hicieran los muy medianitos Spielberg, Lucas, Bogdanovich y compañía, es decir, los que viven enquistados en su ya pasada infancia o adolescencia, aquejados de una variante no muy simpática del complejo de Peter Pan que les sirve, más que nada, para descalificar a los cineastas presentes en nombre de los difuntos (cuando dentro de nada todos los “grandes” históricos serán eso, historia). Es un recurso, me temo, excesivamente fácil (y de escasa utilidad): en nombre de Murnau, Mizoguchi, Ford, Renoir, Lang, Hawks, Hitchcock, Griffith, Chaplin, Ozu, Lubitsch o Dreyer se podría minusvalorar ridículamente a Max Ophuls, Anthony Mann, Mankiewicz, Douglas Sirk, Nicholas Ray, Minnelli o Cukor, como comparándolo con el de Buñuel se podría prescindir de todo el cine de habla hispana, incluso futuro.
(:-) (:-) (:-) (:-)

Y esta argumentación de dónde la ha sacado?, porque obedece más a una opinión personal que a algo realmente demostrable. De hecho hay que echar una mirada por un foro tan dispar como éste para ver si Mankiewicz vive a la sombra de Lang o Renoir...en fin que él mismo se hace una película que no entiende.
También es curioso que mete tropecientos directores clásicos, pero del 1995 hasta la fecha no menciona ni un cuarto, me imagino que se le habrán olvidado.
¿son claramente peores las mejores de los últimos diez o quince años que las máximas obras de los años cuarenta o treinta, si las despojamos de su renombre mítico, de los elogios reiterados, de su continuada presencia no revisada en las Historias del Cine? ¿No puede parte del cine haber perdido algunos de sus atractivos pero haber ganado, en cambio, otros valores? Es difícil evaluar y ponderar los saldos, y admito incluso la posibilidad de que “cualquier tiempo pasado” pueda haber sido mejor en ciertos sentidos; pero no que lo sea en todos, y hay que tener presentes los muchos detalles molestos, convencionales, tramposos o falsos que disculpamos (a veces hasta con excesiva indulgencia) como “productos de la época”, que en cambio en el cine actual, porque no nos llega de él su eco, sino su sonido presente, contemporáneo, nos molesta o nos perturba (aun cuando quizá dentro de veinte o treinta años se contemple con la misma compasiva comprensión y se diga “es que en el año 2011 eran así”).
(:-) (:-) (:-) (:-)

Otra perogrullada más al canto. A ver estaría bueno que además de hacer malos remakes tuviesen los mismos valores, coñe Marías que el cine es una especie de crónica de sociedad y va actualizándose. Si por ejemplo James Stewart se ve perdido en un bosque de Arizona, no voy pensar, ¡Bah que gilipollas, porque no usa el GPS...". Es un ejemplo chorras pero vamos que se me entiende.
Y le puedo asegurar que la película que me parece ahora una mierda dentro de 30 años lo será aún más.
Es que Marías piensa que todo el cine de antes era bueno, o todo el cine de antes se veía en España. Pero por favor si aquí con la censura llegaban las cosas que llegaban, con versiones cortadas, y se estrenaba mucho menos de lo que se presentaba en otras partes del Mundo. Es lo mismo que ahora pero por diferentes motivos.
¿Qué quizá Clint Eastwood no es tan bueno como John Ford? De acuerdo, ¿pero quién lo es? ¿Qué tal vez sea menos bueno incluso que Anthony Mann? Es muy posible, pero me lo tendría que argumentar alguien que de verdad apreciase el cine de Mann, que no es precisamente un valor universalmente reconocido ni definitivamente consagrado, ni por los historiadores ni por la crítica, y que en todo caso trabajó en unas circunstancias completamente distintas y, por cierto, con mucha menos independencia y control sobre lo que realizaba, lo que ya hace un poco tramposa la comparación, ya que los logros dependen en buena medida de las circunstancias? Cabría también preguntarse si el público actual, si los espectadores de hoy, estamos también a la altura del que tuvieron aquellos cineastas de otras épocas, si podrían hoy, de seguir vivos, contar las mismas historias con idéntico estilo, con la misma complejidad, o iban a verse abandonados e incomprendidos, o considerados unos peligrosos vanguardistas elitistas que nadie podría comprender; si no tendrían que pasarse al cine “underground”, como ya sucedió con Nicholas Ray en la etapa final de su carrera, o morir tras años de inactividad forzada, con proyectos que no encontraban financiación, como le pasó a Ford.
Pero Marías porque para comparar a alguien con Ford o Mann, me tiras de Eastwood, habláme de alguno de esos directores de países pequeños que hacen tan buen cine... :twisted: :twisted: :twisted:
Eso es como decir que , ¿Acaso Messi no esta bueno como Di Stefano o Pelé? :roll: :roll: :roll: .
¿Qué cine agoniza?
Se confunde, menudo deliberadamente, el cine con la industria del cine, el arte posible con el negocio al que la mayoría aspira o se dedica. Se conmemora no el invento en sí, ni las primeras obras, sino la primera exhibición comercial cinematográfica, que es lo que sucedió en el Grand Café de París el 28 de diciembre de 1895, y se intenta desde entonces reducir el cine a esa actividad comercial. Y es muy posible que la industria del cine (que no ha sido tal en todos los países ni en todas las épocas) esté efectivamente atravesando una crisis profunda y a la que se enfrenta con muy escasa imaginación y con poco conocimiento de las causas reales de sus propios problemas, y por tanto con menguadas posibilidades de encontrar remedios adecuados, si los hay. Lo que no quiere decir, por más dificultades que encuentren, que los creadores cinematográficos hayan perdido la fe en la evolución del cine y en su futuro, ni se hayan quedado paralizados y sin ideas ni imaginación.
Si vale, y también el fútbol está endeudado hasta la médula y si desaparece la primera división (el equivalente a la industria del cine) se termina el negocio del cine más modesto. Alguien piensa y tenemos ejemplos para ello, que hace películas por amor al arte?, al final aunque no quieras convertirte en u palomitero de hollywood, necesitas dinero para hacer tu película, y subvenciones, etc. Los directores que han tenido éxito con un presupuesto modesto y actores desconocidos veamos tras su éxito y la llamada de "la industria" el presupuesto de sus películas y los actores que seleccionan. Si es que nos guste o no, el dinero, y el éxito son muy poderosos para que alguien se resista. Esto por supuesto no quiere decir que se haga mejor cine por emplear más dinero y de hecho ahí tenemos la gran cantidad de remakes que se han hecho que casi ninguno le llega a la suela del zapato al original.

Avatar de Usuario
batallans
Video Killed The Radio Star
Mensajes: 1159
Registrado: Sab 19 May, 2007 12:12

Re: Otra vuelta de tornillo con la muerte del cine.

Mensaje por batallans » Mar 27 Sep, 2011 20:25

Tiene tela el texto de Marías.
Un cúmulo de lugares comunes, y ninguna idea a la que acogerse.
Cuando reflexione un poco más comentaré algunas cosas...
Por cierto, siempre tuve curiosidad de por qué Marías está tan valorado (positivamente) en el circuito cinéfilo... nunca he encontrado una respuesta...

Piripiflautico
Líder espiritual
Mensajes: 1244
Registrado: Vie 09 Jun, 2006 22:24

Re: Otra vuelta de tornillo con la muerte del cine.

Mensaje por Piripiflautico » Mar 27 Sep, 2011 20:55

Predica en el desierto...quien lo quiera leer en serio, que lo lea :roll:

Avatar de Usuario
Dardo
Arrow Thrower Clown
Mensajes: 18095
Registrado: Dom 19 Oct, 2003 02:00
Ubicación: Entre Encinas y Dolomías

Re: Otra vuelta de tornillo con la muerte del cine.

Mensaje por Dardo » Mar 27 Sep, 2011 21:41

Piripiflautico escribió:Predica en el desierto...quien lo quiera leer en serio, que lo lea :roll:
Bueno es que tomarse a Marías en serio es complicado, cuando lleva ya mucho tiempo ejerciendo de un pseudo de casi todo y es un inútil completo.

http://www.lafieraliteraria.com/index.p ... &Itemid=21

Avatar de Usuario
batallans
Video Killed The Radio Star
Mensajes: 1159
Registrado: Sab 19 May, 2007 12:12

Re: Otra vuelta de tornillo con la muerte del cine.

Mensaje por batallans » Mar 27 Sep, 2011 22:34

Dardo escribió:
Bueno es que tomarse a Marías en serio es complicado, cuando lleva ya mucho tiempo ejerciendo de un pseudo de casi todo y es un inútil completo.

http://www.lafieraliteraria.com/index.p ... &Itemid=21
En el link que pones se refieren a otro Marías, a Javier, que también se las trae... :malicia:
Spoiler: mostrar
Imagen
8)

Avatar de Usuario
Dardo
Arrow Thrower Clown
Mensajes: 18095
Registrado: Dom 19 Oct, 2003 02:00
Ubicación: Entre Encinas y Dolomías

Re: Otra vuelta de tornillo con la muerte del cine.

Mensaje por Dardo » Mar 27 Sep, 2011 23:14

batallans escribió:
Dardo escribió:
Bueno es que tomarse a Marías en serio es complicado, cuando lleva ya mucho tiempo ejerciendo de un pseudo de casi todo y es un inútil completo.

http://www.lafieraliteraria.com/index.p ... &Itemid=21
En el link que pones se refieren a otro Marías, a Javier, que también se las trae... :malicia:
Spoiler: mostrar
Imagen
8)
(:-) (:-) (:-) (:-)

Bueno Batallans lo cierto es que son hermanos y tengo la misma opinión de uno como de otro, de hecho perdí el tiempo leyendo DONDE TODO HA SUCEDIDO . AL SALIR DEL CINE y al leer el apellido Marías he tirado con toda la artillería primero a uno y después al otro, aunque pensaba que el artículo de Piri lo firmaba Javier ya que se contradice tantas veces que es más propio de Javier que de Miguel...

Avatar de Usuario
Jacob
Exprópiese
Mensajes: 10202
Registrado: Jue 01 Jul, 2004 02:00
Ubicación: Where no one has gone before!

Re: Otra vuelta de tornillo con la muerte del cine.

Mensaje por Jacob » Vie 30 Sep, 2011 00:00

Sin estar del todo de acuerdo, si comparto varias de las cosas que dice Miguel Marías.

Es algo común a todas las épocas y a muchos aspectos de la sociedad, el saber y el arte, aquello de "cualquier tiempo pasado fue mejor".

También ocurre que en la mayoría de los casos no nos apetece descubrir algo nuevo. Lo clásico destaca porque hay cientos de personas hablando de ello, porque nos podemos agarrar a montones de críticas y análisis, y habiendo tanto material se requiere un esfuerzo para arriesgarse a perder unas cuantas horas con un director del que hablan -literalmente- cuatro gatos. (Literalmente por cuatro, no por gatos. Conozco gatos que ladran pero todavía ninguno que hable.)

El resultado es que en los últimos 20 años hay un montón de directores que quizá dentro de otros 20 años tengan cierto reconocimiento, entonces dirán "juá, hace 40 años sí que se hacía buen cine, ahora ya no se innova y blabla".

No digo que no se puedan hacer comparaciones entre épocas, pero en cine a diferencia de en ciencia (o en la mayoría de campos científicos) no se da necesariamente la acumulación de saber o de técnicas o de estilos. ...Y esto no sé a qué venía pero era muy interesante. Probablemente.

En cualquier caso, ¿medimos las épocas por el número de grandes directores? ¿De grandes películas?
¿Y qué pasa con todos los directores y películas que no hemos visto porque no tienen filmo en DXC o monográfico en una revista? ¿O poruqe no ha sido estrenada en Europa o sacada en DVD?

Es como si uno se pone a aprender botánica o zoología, por ejemplo. Supongamos que al principio te empapas de las trochomil especies catalogadas hasta la fecha. ¿Significa eso que ya no vas a estudiar las que se cataloguen a partir de entonces? ¿Y qué pasa con la evolución, no pueden surgir especies nuevas? A lo mejor el proceso es más lento o a lo mejor simplemente no descubres esa nueva especie tan chula porque no la han sacado en Nature o tal pascual.

Por cierto, igual lo habéis visto estos días:

Tinieblas González: "Me han violado, han violado mi película"
"El cine español está prostituido"

Avatar de Usuario
lawrence
Mensajes: 1200
Registrado: Lun 17 Feb, 2003 01:00

Re: Otra vuelta de tornillo con la muerte del cine.

Mensaje por lawrence » Vie 30 Sep, 2011 03:20

Tinieblas González reconoció que ahora vive de la publicidad y de otros pequeños encargos, aunque mostró su intención de marcharse a Los Ángeles en breve para intentar llevar a la práctica sus proyectos, consciente de que en España las cosas se han puesto muy difíciles para él. "Dudo que me surja nada después de esto, pero tampoco sirve de nada hacer cosas que no me interesan o hacerlas de una manera que no me gusta. Para eso prefiero trabajar en una panadería", apostilló.

Ale, majo, uno grande y dos pequeños.
Si veo a un fotógrafo me voy mañana y os dejo colgados. Diré a todo el mundo que Porto Santo es un desastre. Si me voy mañana diré por todo el mundo que Porto Santo es una mierda y os hundiré. Así que tranquilidad, chicos. Fdo: Calimero Superstar

Avatar de Usuario
Dardo
Arrow Thrower Clown
Mensajes: 18095
Registrado: Dom 19 Oct, 2003 02:00
Ubicación: Entre Encinas y Dolomías

Re: Otra vuelta de tornillo con la muerte del cine.

Mensaje por Dardo » Vie 30 Sep, 2011 12:22

Jacob escribió:Sin estar del todo de acuerdo, si comparto varias de las cosas que dice Miguel Marías.

Es algo común a todas las épocas y a muchos aspectos de la sociedad, el saber y el arte, aquello de "cualquier tiempo pasado fue mejor".

También ocurre que en la mayoría de los casos no nos apetece descubrir algo nuevo. Lo clásico destaca porque hay cientos de personas hablando de ello, porque nos podemos agarrar a montones de críticas y análisis, y habiendo tanto material se requiere un esfuerzo para arriesgarse a perder unas cuantas horas con un director del que hablan -literalmente- cuatro gatos. (Literalmente por cuatro, no por gatos. Conozco gatos que ladran pero todavía ninguno que hable.)
Pues no estoy de acuerdo querido Jacob. No cualquier tiempo pasado fue mejor, en el arte del saber es cierto que puedes atribuirle una admiración innegable a los grandes matemáticos de la historia por ejemplo, pero es evidente que en ese campo hemos avanzado muchísimo y hoy en día se hacen las cosas con mayor precisión y en menos tiempo que hace 50 años, tendría que desarrollarlo más pero nos llevaría toda una vida. En el cine es cierto que la tecnología ahora mismo juega un papel importante, pero creo que si tenemos que basarnos en una película de georgia o pakistaní es buenísima, pero como no la vemos pues no lo sabemos es un camino equivocado. Para comparar además debemos irnos como en cualquier otra cosa, a un mercado igual del que tomamos como muestra que podría ser las grandes filmotecas inglesas, americanas, o las que tenemos por aquí cerca, Francia, Italia y España. Se ha reducido enormemente la calidad del cine que se hace, creo que es evidente, pero yo no me iría a 50 años, me iría mucho menos y también había mayor calidad. Cuando hablo de calidad es que creo que se podría aunar buenos guiones, sea del género que sea, creo que el llevar el debate a tal o cual película o tal o cual género es también erróneo, hablemos de generalidad y que cada estilo tiene sus seguidores. Bien lo que decía es que se podrían hacer buenos guiones, y potenciarlos con los medios que hoy en día se disponen, 3D, efectos especiales, mil cosas. Lo triste es cuando alguien va a ver una comedia y dice, pfff está bien, o una de acción, o un drama o una de guerra o una de adolescencia en fin lo que sea y mi sensación es que esa gente no está contenta con la mayoría de los productos que ve.
El resultado es que en los últimos 20 años hay un montón de directores que quizá dentro de otros 20 años tengan cierto reconocimiento, entonces dirán "juá, hace 40 años sí que se hacía buen cine, ahora ya no se innova y blabla".
Pero es que tal afirmación no quiere decir que ahora se haga buen cine, diríamos la frase habitual que en el país de los ciegos el tuerto capitán. Que dentro de 20 años tal vez se haga peor cine, puede, pero no quita que ahora estemos en una mala época.
Hay películas que estoy seguro nos han gustado a casi todos, tengas el gusto que tengas, alguna de ellas puede ser reciente?, pues ahora mismo como que no me viene nada, yo que sé tal vez nuestra adorada Di Di Hollywood :mrgreen:
En cualquier caso, ¿medimos las épocas por el número de grandes directores? ¿De grandes películas?
¿Y qué pasa con todos los directores y películas que no hemos visto porque no tienen filmo en DXC o monográfico en una revista? ¿O poruqe no ha sido estrenada en Europa o sacada en DVD?

Es como si uno se pone a aprender botánica o zoología, por ejemplo. Supongamos que al principio te empapas de las trochomil especies catalogadas hasta la fecha. ¿Significa eso que ya no vas a estudiar las que se cataloguen a partir de entonces? ¿Y qué pasa con la evolución, no pueden surgir especies nuevas? A lo mejor el proceso es más lento o a lo mejor simplemente no descubres esa nueva especie tan chula porque no la han sacado en Nature o tal pascual[/url]
Es evidente que no te puedes quedar estancado, pero eso no quita para que puedas decir que tal especie nueva o tal evolución al lado de tal o cual es fea o tiene poco que estudiar. De hecho a los que nos gusta el cine, y a pesar de las desilusiones por lo menos voy regularmente y no pienso que cualquier día me sorprendan y diga, jodo El Padrino (mala elección) se ha quedado pequeña con esta nueva obra de arte, o me pongan este fin de semana a los tres mosqueteros y me guste más que la de George Sidney de 1948, y mira que hay versiones, hasta Cantiflas creo recordar que hizo una. Aunque tú y yo sabemos que será difícil, he visto el trailer y mete miedo, pero en fin, creo que puede que hasta vaya a verla :wacky: :wacky: :wacky:

Avatar de Usuario
roisiano
Polemista nato
Mensajes: 5679
Registrado: Dom 17 Jul, 2005 02:00
Ubicación: Al final del río

Re: Otra vuelta de tornillo con la muerte del cine.

Mensaje por roisiano » Vie 30 Sep, 2011 21:17

Ah... ¿pero hay/hubo películas posteriores a "Apocalypse Now"? Intolerable :mrgreen:. El cine debió acabar justo ahí, en su momento cumbre (parafraseando a Dardo, el fútbol tampoco tendrá sentido alguno después de que el Madrid logre la 10ª :mrgreen:).

Por lo demás, más bien de acuerdo con lawrence. Por mí podrían dejar de hacerse películas con efecto retroactivo desde hace dos décadas. Al fin y al cabo, debo ver como 3 películas al año posteriores a 1990 :mrgreen:.
Florentino, fíchame.
Por 6.000 € netos mensuales te convierto en el mejor presidente de la historia.

Responder