Álex de la Iglesia dimitirá como presidente de la Academia de Cine

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m0ntaraz
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Álex de la Iglesia dimitirá como presidente de la Academia de Cine

Mensaje por m0ntaraz » Mar 25 Ene, 2011 12:18

Álex de la Iglesia, en [url=http://www.elpais.com/articulo/cultura/Despues/gala/dimito/presidente/elpepucul/20110125elpepucul_9/Tes]El País[/url], escribió:Tengo que reconocer que estos dos años al frente de la Academia han sido de los mejores de mi vida. He aprendido mucho, he conocido gente estupenda, pero desde un ángulo distinto al del director. Comencé reconociendo que me bajaba películas, sobre todo porno, y sentó fatal a los distribuidores, a los exhibidores y toda la profesión en general. Incluso me llamó mi madre. Esas declaraciones adolescentes me llevaron a reunirme con ellos y entender su punto de vista. Lo mismo me ha pasado con el problema que nos ocupa, la posición de los creadores en la Red. Empecé haciéndolo fatal, sin conocer el tema a fondo y dejándome llevar por mis prejuicios, que son muchos y variados.

Conducido de nuevo por el método ensayo-error, decidí reunirme con los que quisieran hacerlo para explicarme su punto de vista. Y de pronto descubrí que había muchos puntos en común. Nadie estaba a favor del todo gratis, estaban de acuerdo en reconocer los derechos (y obligaciones) del autor frente a su obra, y a todos les parecía correcto buscar una manera ágil y eficaz de hacerlo. Yo, por mi parte, reconocí que el modelo de mercado necesitaba ser ampliado y corregido, que la oferta legal no era suficiente, y que compartir archivos con libertad era algo inamovible y deseado por todos. Conocí a David Bravo, a Julio Alonso, a Josep Rover, a Francisco George del Partido Pirata, a David Maeztu, hablé con Enrique Dans, y muchísimos más, por Twitter.

Teniendo posturas absolutamente divergentes, el diálogo era fluido y sobre todo, constante. Soy un tipo con el genio fácil y dado a la respuesta rápida y poco meditada. Esta gente me dio una lección. Es cómodo hablar con los que te siguen la corriente: te reafirmas en tus ideas, te sientes parte de un grupo, protegido, frente al resto de locos que se equivocan. Por vez primera, aprendí que dialogar con personas que te llevan la contraria es mucho más interesante. Puede resultar incómodo al principio, sobre todo si eres soberbio, como yo. Pero cuando aprendes a encajar, la cosa fluye, y las ideas entran. En este país cambiar de opinión es el mayor de los pecados. Creo que tenemos instalado el chip de la intransigencia desde hace tiempo. Hablé de ello en mi última película. La única manera de arrancárnoslo es mirar a la cara a la gente y decir lo que piensas con el convencimiento de que puede no ser cierto, que puedes estar diciendo o haciendo una tontería. No voy a dejar de discutir, pero francamente, prefiero hacerlo como director que como presidente. Lo coherente es dejarlo. Acabaré lo que he empezado, eso sí, no quiero decepcionar a los compañeros de profesión, y prometo no empañar la ceremonia con este asunto. Quiero que sea la fiesta que todos esperamos. El debate continuará, pero en un lugar adecuado. Después de la gala, dimito como presidente. Seguiré siendo miembro de la Academia, discutiendo y metiendo la pata como siempre, pero como director de cine, que es lo mío.
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Re: Álex de la Iglesia dimitirá como presidente de la Academia de Cine

Mensaje por Diluvio » Mié 26 Ene, 2011 03:20

A ver si lo he entendido bien. ¿Que dimite y se nos une? ¿Que no ha ido ni el gato a verle la trompeta, con perdón, ni siquiera intención de descargarla, un suponer, y ha sacado sus conclusiones (básicamente que no se mea encima del público? ¿Le darán un rapapolvo y mañana dirá Diego? Qué interesante ¿no?

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Dardo
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Re: Álex de la Iglesia dimitirá como presidente de la Academia de Cine

Mensaje por Dardo » Mié 26 Ene, 2011 09:37

Es realmente lamentable todo lo que está ocurriendo. Una parte importante de todo este lio son las operadoras de internet que me imagino que si se pone la cosa muy fea los avances tecnológicos serán interesantes para empresas porque lo que es a particulares de poco o nada querrás tener X Mb de bajada o subida, pero está claro que no pueden decir nada o eso parece :roll:

Alex de la Iglesia era un tipo que me resultaba dentro del panorama cinéfilo español más o menos tragable pero me resulta muy raro su comportamiento, pero en fin por lo menos no lo ve todo blanco o negro como la mayoría de sus compañeros de profesión que en vez de preocuparse de hacer buenos productos piensan que por limitar la libertad de la red van a subir sus ingresos, o irá más gente al cine... Es de risa, con la crisis que tenemos encima y piensan que alguien va a soltar 6 o 7 eurazos por ver alguna patraña con las que nos inundan habitualmente en las pantallas.

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Re: Álex de la Iglesia dimitirá como presidente de la Academia de Cine

Mensaje por Diluvio » Mié 26 Ene, 2011 10:44

En principio, las operadoras cuentan con que la televisión es basura y la tabla de salvación para la gente que no sienta una tendencia vital al martirio es el streaming (de pago por supuesto), no creo que se queden sin argumentos. Aunque siempre está mi opción que es cerrar faceta y dedicarme a otra cosa, yo que sé, el queso de cabra, por ejemplo.

Si el señor Presidente de la Academia de Cine hablase más claro, yo creo que sería un trallazo, y una noticia mundial, dentro de lo que cuenta España en el mundo, pero eso ya es cosa de como lo enfoquen los periodistas claro, si quieren que sea notición o no. Y a la señora Sinde se le caen las medias del susto seguro.

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Re: Álex de la Iglesia dimitirá como presidente de la Academia de Cine

Mensaje por Dardo » Mié 26 Ene, 2011 10:49

Me imagino que el siguiente paso será prohibir la exposición de cuadros o cualquier tipo de fotografía cultural por internet, no vaya a ser que no vayas al museo o a X ciudad a visitarla.

Tenemos que hablar del tema del queso de cabra que me gusta bastante :bigrazz:

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Re: Álex de la Iglesia dimitirá como presidente de la Academia de Cine

Mensaje por Jacob » Mié 26 Ene, 2011 10:53

Yo creo que ya nos vamos conociendo, y al amigo si no se hubiese ido lo habrían echado. Particularmente me da igual lo que opine o lo que le pase, pero no es malo que dé palos a la ley y al que pille por delante, aunque aproveche para atizar al PP en vez de a sus amigos del PSOE.
Pero vamos, repercusión poca. Los periodistas tiene sus propios amos a los que obedecer.

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Re: Álex de la Iglesia dimitirá como presidente de la Academia de Cine

Mensaje por m0ntaraz » Mié 26 Ene, 2011 11:24

Pues si la repercusión es poca, démosle un poco de modesta difusión.
Álex de la Iglesia, en [url=http://www.twitlonger.com/show/8d4f1r]Twitter[/url], escribió:Al parecer no todo el mundo ha entendido las razones por las que dimito.
Creía que estaban claras en mi carta y mis declaraciones en twitter.
Las expongo aquí.

Comencé un diálogo con las partes afectadas. Busqué puntos en común y los encontré. Busqué propuestas y se me ofrecieron, y los hice llegar al gobierno y a la oposición, como era mi deber. El resultado de esos acercamientos me hizo cambiar de opinión acerca de la ley, y la redacción final del texto no me resultó satisfactoria, y así lo expresé. Sin embargo, considero que yo no puedo imponer mi forma de ver las cosas al resto de los compañeros de la profesión, y pido disculpas por ello. Hay gente en la academia y en el sector cinematográfico que está de acuerdo conmigo, y otros, obviamente, no. Como presidente debería mantenerme al margen de valoraciones personales sobre temas tan graves como éste, y no he sabido, o no he podido hacerlo a la hora de responder con sinceridad a las preguntas que se me hacen, por lo que creo que lo más honesto es dimitir.

A partir de ahora hablaré como director de cine, y será mejor para todos.

Sin embargo no quiero abandonar el trabajo comenzado, y dar la impresión de dejar el puesto sin hacerme responsable de ello.
Por eso no quería hacerlo antes de la gala del aniversario donde he puesto un gran esfuerzo y dedicación.
Mañana me reúno con la junta directiva de la academia para valorar la situación.
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Re: Álex de la Iglesia dimitirá como presidente de la Academia de Cine

Mensaje por Diluvio » Mié 26 Ene, 2011 11:39

Pues a mí sí que me importa lo que opine, Jacob, porque ostenta un cargo muy importante y por tanto sus declaraciones tienen repercusión y predicamento. Desmarcarse de esa manera de lo que se esperaba de él es un punto de inflexión en el discurso oficial muy inesperado, si está diciendo lo que creo que dice, porque estos textos, o bien hacen referencia a declaraciones previas o no acaban de quemar las naves. Parece que el motivo es Ley Sinde reformulada, pero ¿en qué?¿en puntos concretos o en filosofía de fondo? Porque mientras sean puntos sueltos y sin especificar tampoco me está contando gran cosa sobre sus motivos, aunque en principio suena bien.

Dardo: si alguna vez (que yo no lo cre0, porque estamos así desde hace más de diez años, con sustos serios periódicos de los cuales el p2p ha salido reforzado) se cayera el chiringuito, concretamos y ya hablamos de organizar la granjita :P

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Re: Álex de la Iglesia dimitirá como presidente de la Academia de Cine

Mensaje por Gastón » Mié 26 Ene, 2011 12:28

Esta mañana ya le estaban dando caña en la SER unos tertulianos (no así el presentador) a Alex de la Iglesia, en la más típica estrategia de esparcir mierda. "Sospechaban" que hubiera otras razones, que si tendrá que ver con que su película opta a no sé cuantos goyas, que si "no se entiende" que un presidente de la academia opte a premios, que si el artículo en cuestión no aclara nada sobre su dimisión :shock: .

A mí me parece ejemplar que dimita. Y las razones no se pueden explicar de una manera más clara: "lo coherente es dejarlo". Salvo que te dimitan, sólo hay una buena razón para dimitir: la incoherencia entre tu postura y la del organismo o institución que representas.

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Re: Álex de la Iglesia dimitirá como presidente de la Academia de Cine

Mensaje por Dardo » Mié 26 Ene, 2011 12:42

Gastón escribió:Esta mañana ya le estaban dando caña en la SER unos tertulianos (no así el presentador) a Alex de la Iglesia...
Desde que ocurrió el tema de la expulsión de la gente del deporte ya no escucho nunca la SER, antes lo hacía poco al menos a Francino que me carga bastante, pero en general los medios están bastante perdidos en el asunto ya que los dinosaurios de tertulianos (no generalizo pero la media de edad es alta) no saben la mayoría de veces de lo que hablan, han aprendido términos como blog, facebook, twiter, descargas, piratas y demás y las utilizan de forma sistemática cuando en realidad nada más escucharlos te das cuenta que no saben nada o muy poco y si les hablas de la mula o del jdownloader piensan que se trata un pareja de raperos.
En general la gente del cine español me cae bastante mal, no es que la de afuera me caiga mejor pero conozco menos sus movimientos, y es que el señor Alex de la Iglesia que lo tenía por un tipo "diferente" a la corriente bufona se ha vendido como un pacificador cuando lo único que ha hecho destacable es bajarse los pantalones para que Almo volviese, lo que parecía más un hecho al más puro estilo "porque yo lo valgo..." que otra cosa.
Al frente de la academia pondría a Galiardo, al menos habría un punto ZXZ que tanta falta le hace y de segundo a Garci para que no estemos aburridos :roll:

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Re: Álex de la Iglesia dimitirá como presidente de la Academia de Cine

Mensaje por Diluvio » Mié 26 Ene, 2011 13:33

Gastón escribió: Y las razones no se pueden explicar de una manera más clara: "lo coherente es dejarlo". Salvo que te dimitan, sólo hay una buena razón para dimitir: la incoherencia entre tu postura y la del organismo o institución que representas.
Sí claro, pero nada es absoluto, y a mí me interesaría, en lo que nos afecta, un poco más de concrección en cuanto a las incoherencias específicas.

Porque primero dice que se bajaba pelis, luego que se reunió con los otros y ya cambió de opinión, luego con los estos y la volvió a cambiar y ahora parece que dimite por estar a favor de la libre distribución como al principio, pero ya podía atreverse a decirlo: "señoras, señores, esoy a favor de la libre distribución y los miembros de la academia en su mayoría lo consideran intolerable así que dimito" Si está tan comprometido como para dimitir digo yo que algo así de contundente sería deseable. Que nadie se lo va a comer. Bueno, sí, ladrarle todos, eso sí.

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Re: Álex de la Iglesia dimitirá como presidente de la Academia de Cine

Mensaje por silentrunner » Mié 26 Ene, 2011 17:35

me da que tenía ya ganas de quitarse de enmedio y de esta manera queda hasta ¿ "bien" ?

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Re: Álex de la Iglesia dimitirá como presidente de la Academia de Cine

Mensaje por Gastón » Jue 03 Feb, 2011 02:06

Mira tú que maja la Isabel Coixet:
Isabel Coixet en El País escribió:Si estás muerto, ¿por qué bailas?

Las rencillas de patio de colegio entre miembros de la Academia del Cine son una cortina de humo. Uno de los principales problemas es la disminución de espectadores en las salas. ¿Es posible recuperarlos?

ISABEL COIXET 02/02/2011

Siempre me había gustado el título de esa película de Alfredo Landa y pensé súbitamente en él en el pasado Festival de Cannes. Mientras las estrellas más rutilantes del cine mundial efectuaban ese curioso paseíllo a caballo entre parada de los monstruos y desfile de moda que sucede sobre una alfombra roja, escuché a Catherine Deneuve -la última estrella europea, con permiso de Jeanne Moreau- murmurar entre dientes que se dibujaban a través de sus labios teñidos de granate intenso, mientras miraba con una cierta conmiseración a los fans que la aclamaban apostados a la entrada del Palais: "Supongo que estos serán los que también vendrán a mi funeral, así que voy a bailar para ellos". E inmediatamente avanzó hacia el centro de la alfombra y se pintó en su cara ese amago de sonrisa, que es la marca de la casa, que ofreció a los fotógrafos enfervorecidos y a los cazadores de autógrafos que rugían "¡Catherine!".

La actriz de Tristana y Repulsión encarna a un pedazo de la historia del cine, de un cine que no sé si murió, como dice Peter Greenaway, cuando se inventó el mando a distancia, pero que hoy a mucha gente se le antoja tan periclitado como los móviles con antena o los cigarrillos mentolados.

La comunión con la pantalla que excluía al mundo exterior y permitía al espectador una experiencia personal, intransferible y fuera del tiempo está agonizando. Mal que nos pese, esa densa oscuridad del fuera de campo de una sala de cine está dando sus últimos coletazos. Ver una película en casa, sea en un monitor de televisión o en la pantalla de un ordenador es un acto de consumo cuyo fuera de campo es la cotidianidad: los niños que juegan, la cafetera que silba, el desorden en las estanterías, la vida doméstica que lima la abstracción que propone una película, cualquier película.

El espectador de hoy, mientras ve una película en su ordenador, come, fuma, twitea, contesta correos, cuelga comentarios en los muros de los amigos. Así son las cosas. La relación entre lo visible y lo invisible se ha modificado. La noche artificial en la que te sumerge una película vista en una sala no tiene ya el carácter sacro que tenía para muchas generaciones de espectadores.

Esa banalización del disfrute, unida a la asombrosa ceguera de avestruz de los canales de distribución, que si viven en el mismo planeta que los espectadores lo disimulan muy bien, hace que el acto de descargar una cinta no cree ningún problema en los internautas. Una película en este momento de la historia es un entretenimiento escasamente relevante comparable a unos cromos de un álbum que no nos emocionan especialmente y que se cambian cuando uno ya los tiene repetidos o medio vistos.

Las películas ya no modelan nuestros puntos de vista sobre el amor, la política, la historia, las relaciones: han dejado de ser fundamentales. Ignorar esta disminución de la influencia del cine en la vida es algo que los cineastas no podemos permitirnos ignorar. La nostalgia, aunque inevitable, es un error (Simone Signoret dixit) que puede costarnos la supervivencia.

Es nuestro deber saber (o intentarlo al menos) dónde estamos y avanzar, aunque sea a ciegas y con multitud de traspiés, hacia algo que no conocemos aún, pero que nos va a llevar muy lejos de la zona de confort donde estamos instalados. Arriesgar, experimentar, explorar lo desconocido, poner lo mejor de nosotros en lo que hacemos sin tener el ojo puesto en la taquilla, el prestigio o nuestra propia vanidad es el único camino posible que se me ocurre. No es, por supuesto, nada nuevo: es exactamente lo que preconiza Rilke en Cartas a un joven poeta, el único libro que recomiendo cuando me dan la oportunidad de dar clase en alguna escuela de cine.

En los últimos tiempos he tenido conversaciones con cineastas de todo el mundo, desde estudiantes que están empezando a estudiar cine, hasta gente consagrada como Stephen Frears, John Sayles, pasando por Wim Wenders, Kore Eda, Olivier Assayas, Agnès Varda o Alejandro González Iñárritu, y estas son las pocas pero contundentes conclusiones a las que todos llegamos: hacer películas en las que creamos absolutamente. Con o sin dinero. Documentales, epopeyas, docudramas. Con o sin ayudas institucionales. Cortos, largos de ficción, mediometrajes, minipelículas de minuto. En 70 milímetros o con una aplicación del iPhone. Para las salas de cine, para la Red, para la tele o para una proyección en el terrado de nuestros vecinos.

El cine, gracias a las nuevas tecnologías, afortunadamente ya no es el tren eléctrico más caro del mundo, como decía Orson Welles. Otra cosa es que los que quieren hacer cine quizás lo que en realidad quieren es un instante de esplendor en la alfombra roja. Algo pasajero, burbujeante, efímero, banal. Y si me preguntan, muy muy aburrido. Son cosas diferentes y, a menudo, contradictorias.

Las rencillas de patio de colegio que tienen un eco, a mi modo de ver completamente sobredimensionado, en las páginas de los periódicos estos últimos tiempos y que tienen por protagonistas a miembros de la Academia, son una pintoresca cortina de humo que oculta los temas que he señalado antes: la pérdida de peso del sector cinematográfico en el concierto de la cultura, el abismo entre quiénes somos y lo que representamos, la incomprensible confusión entre instituciones y personas.

Los problemas del cine español -como los problemas del cine en todo el mundo- tienen que ver con una disminución gradual de los espectadores en circuitos convencionales. Asusta mirar las estadísticas: 140 millones de espectadores en 2004 (por no retroceder aún más), 104 millones en 2008. En 2010, las salas perdieron un millón de espectadores al mes. Los datos difieren según los diferentes estudios, pero todos coinciden en que la bajada de 2010 ha sido la más pronunciada. Repito: no solo en España. También en los países donde hay un control de las descargas del que aquí carecemos y donde es posible por un precio más que razonable bajarse una película y sus extras, con todas las garantías.

¿Estos espectadores que han dejado de ir al cine son los que se bajan las películas en la Red o se las compran a los chinos que venden por los bares (que cada vez se ven menos)? Yo creo que no. La gente deja de ir al cine por múltiples razones: porque pierden el hábito, porque no hay nada en la cartelera que les motive, porque prefieren gastarse 100 euros en una entrada de fútbol, porque se enganchan a las series de HBO, porque tienen niños y sale por un pico el cine y las horas de canguro o porque, simplemente, pasan: no es algo importante en sus vidas, lo arrinconan hasta el olvido.

¿Es posible recuperarlos? No lo sé. Lo único que sé es que en este momento en que nos encontramos, más que nunca, el deber de un cineasta es construir un punto de vista sobre la realidad (y en eso incluyo a cualquier tipo de cineasta, desde el más oscuro y minoritario al más comercial), saber dónde está, empaparse de las cosas que pasan (aunque luego haga una película de zombis en el espacio) y empeñarse en ser lo más libre que pueda.

Aunque duela. Aunque te pongan a parir. Aunque dé vértigo. Porque aunque el cine haya muerto, los cineastas vamos a seguir bailando. Es el único favor que podemos ofrecer a los espectadores. Ojalá aún estén dispuestos a bailar con nosotros.

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Re: Álex de la Iglesia dimitirá como presidente de la Academia de Cine

Mensaje por gatatitania » Jue 03 Feb, 2011 11:26

Pues el abuelete tampoco estuvo ayer del todo mal en El País...
TRIBUNA: JUAN CARLOS RODRÍGUEZ IBARRA
González-Sinde y Sebastián

JUAN CARLOS RODRÍGUEZ IBARRA 02/02/2011

Escribir sobre Internet, descargas, ley Sinde, SGAE, etcétera, tiene sus riesgos. Basta observar la facilidad con la que los defensores de lo tradicional acuden al ataque personal, a la descalificación y casi al insulto, bajo el argumento de "¿Usted qué sabe de esto de la cultura? ¿Usted cómo se atreve a hablar de lo que no sabe?". De todo lo que se lleva dicho y escrito a lo largo de estas últimas semanas, por parte de los defensores de los derechos de autor, quizás lo más sensato haya sido lo expresado por Alex de la Iglesia, después de la reunión que mantuvo con internautas y representantes de la industria cultural. Resumiendo, su posición podría sintetizarse en: "Esta gente, a la que se llama piratas, conoce el territorio Internet mejor que los de la otra parte de la mesa". Sobre ese reconocimiento sería posible intentar un acuerdo que solventara definitivamente el problema planteado como consecuencia de la denominada ley Sinde.

La ministra de Cultura, en un artículo en este mismo periódico el pasado 18 de enero, volvía a enfocar mal el conflicto. No se trata de dirimir en una contienda entre el mundo de la cultura y los internautas; seguramente hay propietarios de derechos de autor con un nivel cultural bajísimo y usuarios de Internet con un bagaje cultural muy amplio. Pretender trazar una raya que separe a unos de otros es un error, y más si ese desatino proviene de la mano de quien ostenta la responsabilidad de dirigir y proteger la creación cultural en España. La cultura que están ideando los autores y creadores que trabajan en la Red, ¿pertenece al mundo de la cultura o queda excluida de ese concepto por el mero hecho de no someterse a los criterios del mercado clásico cultural? La batalla no está planteada entre el sector internautas y el sector cultural. El conflicto se da entre los propietarios de los derechos de autor y los usuarios de Internet. Y los titulares de esos derechos tienen su máximo exponente en la SGAE, cuyo representante, el señor Teddy Bautista, afirmó recientemente que su sociedad de gestión no tiene problemas de imagen, para agregar, a continuación, que se propone crear una nueva SGAE. Creo que hará bien montando una nueva sociedad porque, además de la mala imagen, la SGAE lleva años arrastrando un problema de credibilidad entre los ciudadanos en general y entre los que se ven sometidos a la prueba diabólica de tener que demostrar que no toda la música que se reproduce en sus negocios y establecimientos está sometida a la propiedad intelectual que ellos gestionan. Cuando se pierde el crédito, es bastante complicado querer tener la anuencia y la comprensión de quienes tienen que respetar las normas que imperan.

Si la Guardia Civil, por ejemplo, no gozara de credibilidad entre los usuarios de vehículos en las carreteras de nuestro país, se las vería y se las desearía para hacer que los infractores pagaran las multas que se derivaran de una conducción anormal. Además, esa mala imagen de la SGAE está haciendo un daño tremendo a la sociedad española, que, cada día que pasa, se va viendo privada de iconos culturales que son necesarios para avanzar. No deja de ser un drama y un empobrecimiento para todos nosotros que algunos de esos referentes culturales no entiendan el fenómeno Internet y el cambio de modelo que ello supone. Y lo peor es que, quienes más agresivos se muestran, y que hace unos años eran nuestros ídolos, anden insultando y maltratando a sus clientes, a quienes durante años hemos comprado sus discos y acudido a sus conciertos, dándose la paradoja de que los representantes de una industria pretenden seguir manteniéndola y desarrollándola a base de denigrar y ofender a sus consumidores y a su público. "Si a mí me dieran las alas de pollo, la carne, el desodorante y los calzoncillos gratis, yo daría gratis mis películas", escribía recientemente José Luis Cuerda en Cartas al director de este periódico. Siempre la misma canción y siempre acusando a los internautas de querer el gratis total. Va siendo hora de decir que el todo gratis no es un deseo de quienes se enganchan a Internet, sino la consecuencia del comportamiento humano. Basta observar cómo desayunamos o almorzamos en el bufé de cualquier hotel o cómo nos desenvolvemos en el célebre vino español de cualquier acto social, codazos incluidos, para darnos cuenta de que el gratis total lo quiere todo el mundo sean o no usuarios de Internet. Atribuir ese deseo solo a los internautas es tan absurdo como pensar que los conductores de coches corren mucho por el hecho de tener carnet, cuando es el comportamiento humano, se sepa o no conducir, el que nos impulsa a llegar a los sitios lo más rápido y antes posible.

Lo que no llegan a comprender los internautas es que los propietarios de los derechos de autor se comporten, después de la aparición de Internet, como lo podría haber hecho el inventor de las velas de cera que alumbraban los hogares y las calles si, en lugar de inscribir su invento en el Registro de Patentes y Marcas, hubiera registrado la propiedad y el derecho de alumbrar... ¡Nunca hubiéramos llegado a tener luz eléctrica! Nadie está en contra de que propietarios de derechos de autor e internautas pudieran llegar a alcanzar un acuerdo partiendo del hecho de que las dos partes tienen sus razones. Nadie pretende quitar la razón a quienes denuncian que hay gente que se está enriqueciendo con descargas ilegales por un afán de lucro a costa del trabajo de los demás. Nadie va a negar que los propietarios de derechos de autor pretendan ganar dinero por su trabajo e intenten vivir del fruto del mismo. Pero ellos deberían entender que los usuarios que utilizan sus creaciones para ocio o trabajo no van a seguir pagando por el derecho de copia de la forma en que se hacía antes de la aparición de la sociedad de la información y de la digitalización.

¿Cómo seríamos capaces de conjugar intereses para que el autor viva de su trabajo, para que otros no se forren a costa suya y para que el internauta siga pudiendo disfrutar de una red libre, neutral y no intervenida? En otros sectores de la industria han sido capaces de hacerlo. Reconversión industrial se llama lo que se hizo en otras ramas. Ese sería el camino: hacer un plan de reconversión industrial, separando la industria de lo que es cultura. El problema que nos tiene empantanados no es un problema cultural sino industrial. Si fuera cierto lo que dicen los representantes de la SGAE de que por el camino que vamos se cerrará la industria cultural en España, ¿cuánto tiempo creen ellos que tardaría en surgir otro tipo de negocio que satisficiera el deseo de los ciudadanos que, aunque se extinguiera la industria cultural tradicional, seguirían demandando y queriendo consumir creaciones culturales? González-Sinde no es ministra de la Industria Cultural española. Esa es la responsabilidad del ministro Sebastián. La que debería defender la cultura que se está haciendo en Internet sería la ministra González-Sinde y Sebastián sería el responsable de plantear un plan de reconversión industrial de la Industria Cultural. Todo sería más entendible y comprensible si la ministra de Cultura velara por la cultura del siglo XXI, que es lo que toca ahora, dejando que sea el Ministerio de Industria el que se erigiera representante de la Industria Cultural.