Cine Boliviano 2006: El Clan de Sergio Calero

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alegre
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Cine Boliviano 2006: El Clan de Sergio Calero

Mensaje por alegre » Lun 10 Jul, 2006 10:51

El Clan de Sergio Calero

Texto | Mónica Oblitas

Fotos | Jorge Landaeta / La Obertura

Película | El director boliviano acaba de terminar El Clan, cuya temática polémica y actual permite reconocer muchos de los defectos con los que convive la sociedad boliviana

Se sonríe cuando, bordeando los 40 y más, los medios lo llaman “joven director”, pero como ésta es su primera película lo acepta como un cumplido, “el cine es uno de los pocos artes que permite empezar tarde”, dice. En realidad, si algo caracteriza a Sergio Calero, es la sonrisa, algo tímida pero constante, tal como debe ser la de un temperamento retraído que se deja absorber por sus pasiones, el cine y la música, pero que conoce el valor de estar bien acompañado y de atesorar amistades por años. Nacido el 1963 en La Paz, Calero es reconocido como uno de los pocos expertos en música que existen en el país y como un prolífico amante del vídeo. Su trabajo en el área audiovisual ha sido ampliamente difundido en distintos documentales que ha realizado con su productora “La Obertura”.

Calero tiene la esperanza de que sea el cine 6 de Agosto el que reabra sus puertas para estrenar la nueva película. “Estamos a la espera de que se confirme. El Gobierno Municipal está haciendo todo lo que puede para recuperar el cine y ponerlo en funcionamiento”. El Clan se estrenará el 14 de julio en La Paz, luego se hará una presentación especial en El Alto para trasladarse posteriormente a Cochabamba y Santa Cruz.

¡OH!: ¿Por qué estrenar ahora la película?

Teníamos la intención de estrenarla antes. Me hubiera gustado estrenarla en el gobierno de Sánchez de Lozada, porque es un tema que tiene que ver con reivindicar algunos anhelos y demandas que tenemos la gente de a pie. Ante un poder que es apabullante, corrupto y totalmente dictatorial, me parecía importante hacer una película cuestionadora.

¡OH!: ¿A quién se refiere con “gente de a pie”?

A todos aquellos que no tenemos o no hemos tenido ninguna injerencia en el poder, en la política. A todos los que sentimos el avasallamiento del nepotismo, de las influencias, a los que no estamos involucrados en círculos de poder. Hay una brecha enorme entre el ciudadano, y ahí incluyo desde gente de muy pocos recursos hasta el ciudadano de clase media que paga sus impuestos. Hay sectores donde se definía todo y donde muy pocos tenían participación, pero más que nada es un tema de corrupción, de impunidad y, en el caso de algunos medios de comunicación, de manipulación.

¡OH!: ¿Cómo resumiría el mensaje de El Clan?

Tiene que ver básicamente con esta brecha que te decía que ha sido muy amplia, y que ha hecho que este tema de exclusión no sea sólo para sectores empobrecidos; creo que el ciudadano de clase media no tenía verdadero acceso ni a sus derechos. Hemos llegado a un nivel donde la brecha se ha hecho muy grande y donde todos sentimos que la justicia no está funcionando como debería, así que El Clan es más una pregunta que una respuesta, ¿qué pasaría si hay un grupo que decide tomar acciones radicales al respecto?

¡OH!: ¿Y qué ha pretendido con ella?

Sobre todo es una película, pero he intentado que sea una película que busque reflexión y análisis a partir de una interpelación al poder y creo que ése es un sentimiento que muchos tenemos y que el cine permite hacer. Es un cine que pretende cuestionar. Con que logre algo de eso, ya estoy satisfecho.

¡OH!: Dentro de las actuales propuestas no hay muchas películas que se inscriban dentro de esa tendencia. ¿Por qué el cine nacional ha perdido ese rol cuestionador que lo caracterizó en un principio?

Es bueno y sano que haya variedad de géneros y propuestas, sin embargo creo que en el último tiempo hemos tenido tendencia a hacer un cine menos comprometido con el ciudadano. Hemos caído en un exceso del cine de entretenimiento, lo que no quiere decir que esté mal, pero hemos perdido una veta importante en el cine boliviano que formaba parte de la cotidianeidad, no sólo en temas de entretenimiento sino de cuestionamiento. Como te digo es bueno que haya variedad, pero hay que volver a ese cine que tenía una característica fantástica que nos dejó Jorge Sanjinés, un cine que —si bien entretiene— también cuestiona, se compromete y arriesga. A mí ese es el cine que me interesa.

¡OH!: ¿De qué trata, resumidamente, El Clan?

Trata de un grupo secreto que ante la inoperancia de la justicia decide llevar algunas acciones radicales respecto de hechos y personajes involucrados en corrupción, impunidad y manipulación. Son tres historias que se entrelazan entorno a El Clan.

¡OH!: Me llama la atención que en su primera incursión en el celuloide haya apostado por nuevos talentos y haya además dejado los costos a un lado...

Es que hemos puesto dos premisas, la diferencia y la independencia. En cuanto a la diferencia quería que todo fuera distinto a lo que se ha estado haciendo, rostros nuevos, una forma de hacer cine distinta, con todas las opciones que permite ahora la computadora en cuanto a efectos, etc. No la hace ni mejor ni peor, pero la hace distinta y me imagino que la gente va a notar una textura diferente. Y en el caso de la independencia, en el sentido económico, no queríamos ningún tipo de condicionamiento, así que hemos preferido en la productora La Obertura, financiar nosotros el proyecto sin condicionamientos, de modo que nuestra aproximación al tema sea muy libre. Eso, por supuesto, representa un gasto hasta irresponsable de mi parte, por eso les pedí a las productoras que ni me digan cuánto hemos gastado. Quizá no recupere, pero la recuperación vendrá de otra forma. Esto no es un final sino un inicio. Esta es la primera película que tiene una carga política, lo demás han sido vídeos, trabajos audiovisuales que han servido de formación y experimentación.

¡OH!: Habrá tenido por lo menos un tope...

El tope ha sido más temporal que financiero, por eso he tardado casi cuatro años en hacer la película. El financiamiento ha sido en base de ahorros míos.

¡OH!: ¿Qué rescata de los nuevos talentos que aparecen en la película?

Estoy realmente sorprendido y muy agradecido porque hay un talento natural que me parece que no sólo está en los actores sino en mucha gente que no necesita formación actoral porque ésta viene en el camino. Hablo de este tipo de cine ya que estas personas han actuado de lo que son. Hay un rasgo natural y espontáneo que le da credibilidad a la película. Desde un principio aposté a gente nueva, aunque hay gente como Carolina Zaa que ha trabajado en otras películas, así como Lucía Sauma, pero éste es un espacio donde han tenido mayor posibilidad de mostrar su talento.

¡OH!: ¿Dónde se filmó la película?

Todo se ha hecho en La Paz, en la ciudad básicamente, aunque no habla de La Paz como tal, porque puede ser cualquier departamento o cualquier ciudad de Latinoamérica ya que el tema de corrupción, impunidad y manipulación de medios está en todas las ciudades. Son espacios que nos sirven para contar esta historia.

¡OH!: ¿Qué ha sido lo más difícil de esta película?

De atrás para adelante, diría que la parte del lanzamiento está costando mucho porque uno ya no se siente tan seguro, no sé qué pasará, todo depende de que los medios puedan hacernos la bulla suficiente porque no tengo recursos para pagar promoción. Por lo demás, hemos trabajado un tipo de guión que sea posible de hacer sin que represente una realización casera, para nada, ésta es una película pretensiosa con pocos recursos. Esa fórmula es la más difícil, por eso hemos tardado tanto. Y no le debo plata a nadie, por eso no anuncié ni hice promoción durante el proceso porque no tenía la seguridad de poder terminarla. He preferido que sea sencilla en términos de realización pero pretensiosa en lo que quiere decir.

¡OH!: ¿Cuáles son sus referentes como director?

Le debo la vida a Luis Buñuel, Woody Allen, Lars Von Trier, Almodóvar y varios otros que me han amamantado para poder hacer esto, y le debo gran parte de la posibilidad de animarme a hacer esta película a Jorge Sanjinés. En 1979, cuando puede ver El coraje de un pueblo, yo estaba en colegio y sentí que algo me había tocado. A través de los años Sanjinés me ha ido ratificando la importancia de hacer cine en este país.

¡OH!: La música siempre ha formado parte esencial de sus trabajos, imagino que lo mismo ha sucedido con El Clan...

Definitivamente. De alguna forma he llegado al trabajo audiovisual por la música. Así que cuando se dio la oportunidad de hacer la película, por supuesto que también decidí hacer la música, componerla y grabarla porque era trabajar en ese otro eje. He sido muy crítico en ese aspecto, si alguno de mis compañeros de producción me hubiera dicho que la música no le parecía, no hubiera dudado en cambiarla o poner a otro compositor, pero por suerte funcionó y todos están de acuerdo en que corresponde a la película, así que para mí es un doble gusto y un doble esfuerzo.

¡OH!: ¿Cómo describe a esa otra protagonista?

Si tuviera que ponerle un género sería muy difícil, obviamente tiene algo de rock, pero creo que tiene mucho más de la música de cine que he escuchado y que siempre me ha gustado. Suelo coleccionar discos y también colecciono bandas sonoras y me gustan las que participan de un modo protagónico en una película, no simplemente como fondo musical, sino las que son protagonistas, así que en El Clan he buscado eso.

¡OH!: Una de las quejas recurrentes de casi todos los cineastas bolivianos y sobre todo paceños es la falta de espacios. ¿Ha sido también un obstáculo para usted?

Ha sido fatal porque podríamos haber estrenado la película en marzo, pero ya no habían salas. En este momento en La Paz, salas con buenas condiciones hay dos y a éstas poco o nada les importa el cine boliviano.

¡OH!: ¿Cuáles son sus próximos proyectos?

Sigo trabajando en la productora en todo lo que es publicidad, documentales, etc., este es un inicio, el proceso de El Clan será largo y si salgo vivo de esto vendrán otros proyectos, películas, que están en un estante esperando.

¡OH!: Por último, ¿está preparado, dadas las circunstancias en las que se desenvuelve nuestra industria, para encontrarse con su película copiada ilegalmente en las calles?

Espero ponerla yo mismo en la calle en un tiempo, ojalá que no haya otros que la pirateen antes. Me interesa que llegue a la gente, ya sea de un modo u otro, espero que sea en una sala porque ha sido trabajada como cine, pero si va ser en la calle, prefiero ser yo el que la ponga ahí. Eso sí, estoy absolutamente consciente y claro y ha sido la apuesta además, de que posiblemente ni recupere lo que he invertido. Como te dije la recuperación vendrá de otro modo, es para mí un desafío, una aventura que está más allá de lo financiero, tiene que ver con la posibilidad de trabajar cine de otro modo, con recursos propios, con talentos nuevos. Para mí la recuperación va a ser la gente comentando, reflexionando sobre el tema.



Leido en : http://www.lostiempos.com/oh/09-07-06/entrevista.php

Un saludo

PD La verdad que esta pidiendo ayuda para su promocion:
Me interesa que llegue a la gente, ya sea de un modo u otro, espero que sea en una sala porque ha sido trabajada como cine, pero si va ser en la calle, prefiero ser yo el que la ponga ahí.
si nos hace llegar una copia la lanzamos... me gusta cómo se explica.
Los directores que me enseñan a pensar me resultan admirables...
Los que trafican con mi pensamiento vendiendolo al mejor postor, sólo consiguen que desprecie toda su obra...
(Anónimo de principios del Siglo XXI)